Hacer ejercicio, evitar el sobrepeso y limitar el alcohol, claves para prevenir el cáncer de mama

Cada año se diagnostican en nuestro país más de 27.000 nuevos casos de cáncer de mama, el tipo de tumor más común en la población femenina de todo el mundo. Un cáncer cuyo riesgo de aparición, además de por factores meramente genéticos –caso de la presencia de mutaciones en el gen ‘BRCA1’–, se encuentra directamente ligado al estilo de vida. De hecho, los resultados de un nuevo estudio dirigido por investigadores del Centro de Investigación Oncológica Fred Hutchinson en Seattle (EE.UU.) constatan que las mujeres que consumen alcohol, aun de forma moderada, tienen una mayor probabilidad de sufrir el tumor, así como que la práctica de ejercicio físico, ya sea de intensidad moderada o alta, reduce, y mucho, su riesgo de aparición.

Como explica Anne McTiernan, directora de esta investigación publicada en la base de datos del Proyecto de Actualización Continua (CUP) del Instituto Americano para la Investigación del Cáncer (AICR), «los estudios individuales pueden generar confusión cuando ofrecen resultados contradictorios. Sin embargo, nuestro trabajo integral y actualizado muestra una evidencia clara. Así, los pasos que deben dar las mujeres para reducir su riesgo de cáncer de mama son: adoptar un estilo de vida físicamente activo, mantener un peso saludable a lo largo de toda la vida y limitar el consumo de alcohol».

Hay que hacer ejercicio

Para llevar a cabo la revisión o metanálisis, los autores analizaron los resultados de 119 ensayos clínicos llevados a cabo con más de 12 millones de mujeres, de las que más de 260.000 habían sido diagnosticadas de cáncer de mama. Y lo que observaron es que el consumo diario de un vaso de vino o cerveza –o lo que es lo mismo, en torno a 10 gramos de alcohol– se asocia con un incremento del riesgo de desarrollo de cáncer de mama de un 5% en la premenopausia y de un 9% durante la postmenopausia.

Por su parte, y por lo que se refiere a la práctica de ejercicio vigoroso –caso, por ejemplo, del ‘footing’– los resultados muestran que las mujeres que, no habiendo aún alcanzado la menopausia, se mantienen más activas tienen un riesgo hasta un 17% inferior de padecer cáncer de mama que aquellas más sedentarias. Una disminución de la probabilidad de desarrollar un tumor en la mama que, asociada al ejercicio y una vez superada la menopausia, se establece en el 10%.

Sin embargo, no es necesario realizar ejercicio de alta intensidad para reducir este riesgo. Y es que según las nuevas evidencias, la jardinería o el simple hecho de pasear también conllevan una disminución de un 13% en la probabilidad de padecer este tipo de tumor.

Es más, de acuerdo con los resultados, el riesgo de cáncer de mama es menor en las mujeres que dieron el pecho a sus hijos y, asimismo, significativamente mayor en caso de sobrepeso u obesidad tras la menopausia.

Finalmente, los autores evaluaron la posible relación entre la dieta y el cáncer de mama. Y lo que observaron es que el consumo de vegetales sin almidón parece reducir el riesgo de desarrollo de tumores negativos para receptores de estrógenos –tumores que, si bien infrecuentes, se asocian a un peor pronóstico–. Y asimismo, que las dietas ricas en calcio y alimentos ricos en carotenoides –como las zanahorias y las espinacas– también parecen disminuir la probabilidad de desarrollo de varios subtipos de cáncer de mama.

Como refiere Anne McTiernan, «nuestros hallazgos indican que las mujeres pueden obtener algún beneficio con la inclusión en la dieta de verduras sin almidón, incluidas aquellas con un alto contenido en carotenoides. Una medida que también puede ayudar a evitar la ganancia del típico kilo o medio kilo que las mujeres cogen cada año, lo que resulta clave para reducir su riesgo de cáncer».

Prevenir un tercio de los tumores

El AICR estima que la evitación de todo consumo de alcohol, la práctica de ejercicio y el mantenimiento de un peso saludable podrían prevenir hasta una tercera parte de todos los casos de cáncer de mama que se diagnostican cada año en Estados Unidos. Pero, ¿qué pasa con los dos tercios restantes? Pues que se asocian a factores de riesgo sobre los que no se puede hacer nada, caso de la edad, la menarquia –o primera menstruación– temprana o un historial familiar de cáncer de mama.

Sea como fuere, concluye Alice Bender, co-autora de la investigación, «si bien hay muchos factores que las mujeres no pueden controlar, la buena noticia es que todas las mujeres pueden adoptar medidas para reducir su riesgo de cáncer de mama. Así, y con independencia de su nivel de actividad física, las mujeres deberían tratar de incrementarlo, ya sea aumentado mínimamente el tiempo que dedican al mismo o su intensidad. Y de la misma manera, deberían llevar a cabo cambios sencillos en la dieta, como sería sustituir las patatas fritas por las zanahorias o los pimientos y, en caso de tomar alcohol, consumir una única bebida, o incluso menos, al día. La verdad es que no hay ninguna garantía cuando se trata del cáncer, pero saber que podemos hacer algo para bajar nuestro riesgo aumenta realmente nuestro empoderamiento».

 

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Escuela de Pacientes para mujeres con cáncer de mama

El Hospital de Poniente, en El Ejido, ha acogido una nueva edición de la ‘Escuela de Pacientes con Cáncer de Mama’, dirigida a mujeres que se encuentran dentro del proceso de cáncer de mama y a sus familiares. Esta escuela tiene la particularidad de que las docentes son pacientes que han pasado por el mismo proceso y que la Escuela Andaluza de Salud Pública ha formado para que sean ellas quienes formen a sus iguales.

Esta nueva edición de la Escuela de Pacientes ha contado con dos jornadas, en las que han participado un total de 18 asistentes, entre las que se han incluido mujeres con esta patología, familiares, profesionales del centro hospitalario y docentes. Durante la primera sesión se presentaron nuevas formadoras, se expusieron casos y se debatió sobre cómo ha influido y de qué manera la enfermedad en sus vidas, el denominado ‘círculo de consecuencias’ y qué pueden hacer las pacientes para mejorar.

La segunda sesión ha incluido indicaciones de ejercicio físico adecuado para pacientes con cáncer de mama, pautas de descanso, consejos para mejorar el aspecto físico y las relaciones familiares, sociales y de pareja durante todo el proceso de la enfermedad.

Todas las participantes han mostrado y considerado la experiencia como muy productiva y enriquecedora. El taller se ha clausurado con la puesta en común sobre expectativas y experiencias de cada una de las asistentes, con los profesionales sanitarios que las han atendido.

Las personas que acuden a estos talleres formativos encuentran a pacientes expertos que hablan su mismo lenguaje, sin tecnicismos, que pueden ponerse en su lugar porque han pasado por sus mismas situaciones, que entienden sus dificultades a la hora de seguir un tratamiento y que les enseñan a través de materiales escritos y audiovisuales atractivos, fáciles y comprensibles.

Escuela de Pacientes

La Escuela de Pacientes es una iniciativa de la Consejería de Salud, coordinada desde la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP), que nace con el objetivo de formar a pacientes, profesionales y personas cuidadoras, que son los que padecen o viven la enfermedad de forma directa, para profundizar en el conocimiento de la patología con el objetivo de manejarla y afrontar sus diferentes fases. Es una metodología para aprender y enseñar las mejores formas de cuidarse y de cuidar.

Cuenta ya con más de diez aulas de formación entre iguales, entre las que se encuentran aula sobre cáncer de mama, ostomías, insuficiencia cardíaca, fibromialgia, diabetes, personas cuidadoras o enfermedad renal.

Todas las personas interesadas por estos talleres pueden descargarse los materiales de forma gratuita a través de la web www.escueladepacientes.es . Además, se pueden seguir las novedades del proyecto a través de facebook (www.facebook.com/escuelapacientes) y twitter (@escpacientes).

 

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Lilly presentará en ASCO los resultados de su ensayo con la molécula “española” abemaciclib

Lilly ha anunciado que presentará en el próximo congreso anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO) los avances de ensayos clínicos de las moléculas en desarrollo y fármacos ya comercializados en el área de oncología de esta farmacéutica que lleva a cabo investigación preclínica y clínica en España.

Entre las presentaciones destaca una presentación oral con datos de fase III con abemaciclib, un inhibidor de la activación de las ciclinas dependientes de quinasa (CDK4 y 6) cuyo diseño y desarrollo básico se gestó en las instalaciones de I+D de Lilly en España y que se encuentra en fase de avanzado desarrollo clínico para el tratamiento del cáncer de mama. También se compartirán nuevos datos fruto de la colaboración para el desarrollo clínico en inmuno-oncología de los fármacos de Lilly pemetrexed y ramucirumab, con pembrolizumab de Merck.

Estos datos subrayan el “foco estratégico” en el abordaje de la biología del cáncer de la compañía. Según explicó el director sénior del Área de Investigación Química y Tecnológica de Lilly en España, Alfonso de Dios, con abemaciclib esperan “poder desarrollar un inhibidor de CDK4 y 6 de administración oral que pueda tomarse de forma continuada. En investigación preclínica, se ha demostrado que esta inhibición continuada detiene la entrada de células tumorales en el ciclo celular, lo que evita el crecimiento de las mismas y promueve su muerte, lo que podría traducirse en un beneficio clínico para pacientes con cáncer de mama”.

Datos de abemaciclib en ASCO

Los datos concretos del ensayo en fase III MONARCH 2, que evaluó el efecto de abemaciclib en combinación con fulvestrant en mujeres con cáncer de mama avanzado con receptores hormonales positivos (HR+) y receptor 2 de factor de crecimiento epidérmico humano negativo (HER2-) se anunciarán en una presentación oral. En el estudio MONARCH 2, la población con intención de tratar incluyó 669 pacientes con cáncer de mama que habían progresado al tratamiento neoadyuvante con terapia hormonal, pacientes que habían progresado dentro de los primeros 12 meses al tratamiento adyuvante con terapia hormonal, y pacientes con cáncer de mama metastásico que habían progresado a una primera línea con terapia hormonal y no habían recibido un tratamiento con quimioterapia

Además, abemaciclib ya ha demostrado en ensayos de fase 1 que puede atravesar la barrera hematoencefálica, un área de interés para próximos estudios. La reunión de este año permitirá a Lilly compartir datos preliminares en fase II de evaluación de un inhibidor de CDK4 y 6 en pacientes con metástasis cerebrales recientes o progresivas, secundarias a un cáncer avanzado de mama, pulmón o melanoma.

 

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Hallada una terapia muy prometedora para prevenir las recurrencias en el cáncer de mama

El cáncer de mama es, con más de 27.000 nuevos diagnósticos anuales, el tumor más frecuente entre las mujeres de nuestro país. Un tipo de cáncer que provoca cada año el deceso de más de 6.200 españolas, en la mayoría de los casos por la reaparición –o ‘recurrencia’– del tumor al cabo de varios años una vez el inicial –o ‘primario’– había sido erradicado. Y es que en gran número de ocasiones, los tratamientos actuales no son capaces de eliminar todas las células cancerígenas, por lo que siempre queda un grupo de células malignas ‘residuales’ que, indistinguibles de las ‘sanas’, acabarán formando un nuevo tumor que resultará mucho más difícil de tratar. De ahí la importancia de un estudio llevado a cabo por investigadores del Laboratorio Europeo de Biología Molecular (EMBL) en Heidelberg (Alemania), en el que se identifican las características para diferenciar a las células residuales de las sanas y se abre la puerta al diseño de nuevas terapias para prevenir el cáncer de mama recurrente.

Como explica Martin Jechlinger, director de esta investigación publicada en la revista «The Journal of Clinical Investigation», «nuestros resultados sugieren que las células residuales retienen una ‘memoria oncogénica’ que puede ser aprovechada para el desarrollo de fármacos frente a los tumores de mama recurrentes».

Acabar con las células residuales

Gracias a los avances alcanzados en las últimas décadas, el número de mujeres con cáncer de mama que sobreviven al tumor inicial es cada vez mayor. El problema es que, en muchos casos, los tratamientos disponibles –la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia– no son lo suficientemente eficaces para destruir todas las células tumorales, lo que provoca que quede un grupo de células residuales que acabarán proliferando y formando un nuevo tumor. Pero, ¿por qué estas células residuales son tan difíciles de eliminar? Pues básicamente, porque no hay manera de distinguirlas de las células sanas hasta que no se ‘activan’ para causar el cáncer. En consecuencia, no se puede saber si una paciente experimentará o no una recurrencia y, de ser así, cuándo. O así ha sucedido, cuando menos, hasta ahora.

Para llevar a cabo el estudio, los autores emplearon ‘organoides’ o ‘estructuras organotípicas’ –esto es, cultivos de células que forman una estructura funcional similar a la del órgano original, en este caso la mama– creados a partir de células extraídas de modelos animales –ratones– con cáncer de mama. Y lo que hicieron fue analizar profusamente todas las células que sobrevivieron a los tratamientos –las células residuales– y compararlas con las obtenidas de animales sin la enfermedad.

Los resultados mostraron que, frente a las sanas, las células tumorales residuales presentan una alteración del metabolismo de los lípidos. Y asimismo, que como fruto de esta alteración lipídica tienen niveles elevados de unas moléculas denominadas ‘especies reactivas del oxígeno’. Un aspecto importante dado que es bien sabido que estas moléculas dañan el ADN celular, hasta el punto de que, como apuntan los autores, «creemos que este daño en el ADN es el que desencadena la reaparición del tumor».

Es más, identificadas las diferencias, los autores administraron moléculas dirigidas a contrarrestar estas alteraciones metabólicas en ratones con cáncer de mama. Y lo que vieron es que el número de recurrencias tumorales se redujo de forma muy significativa en estos animales.

Como refiere Martin Jechlinger, «en nuestro trabajo hemos hallado que las células residuales tienen características moleculares que las distinguen claramente del tejido mamario normal y que parecen ser la causa de la recurrencia. Y asimismo, que cuando tratamos estas características en modelos animales, sus tumores mostraron una menor tasa de reaparición».

También en humanos

Y estas características de las células residuales del cáncer de mama en animales, ¿también son propias de los tumores humanos? Pues de acuerdo con los análisis llevados a cabo en muestras obtenidas de pacientes humanas con la enfermedad sí, lo que sugiere «que podrían ser útiles para investigar y tratar las recurrencias del cáncer de mama en los humanos», destacan los autores.

Como concluye Kristina Havas, co-autora de la investigación, «cada paciente es diferente y cada situación es única, pero nuestros resultados sugieren que el metabolismo lipídico se presenta como una diana terapéutica muy interesante para reducir la recurrencia en el cáncer de mama».

 

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Congreso pide que la Sanidad pague los tatuajes de pezón tras cáncer de mama

La comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados ha instado al Gobierno a que adopte las medidas necesarias para que se incluya en la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud (SNS) la microprigmentación para la reconstrucción de areolas en las mujeres sometidas a mastectomía.

Por unanimidad de los grupos, la proposición no de ley del PSOE, a la que se han sumado algunas aportaciones del PP y de Ciudadanos, ha salido adelante y conllevará la modificación del real decreto de 2006 por el que se establece la cartera de servicios comunes del SNS.

Todo ello, con previo acuerdo del Consejo Interterritorial de Salud y con respeto a las comunidades, según precisa la enmienda transaccional pactada por los grupos, que han coincidido también en pedir que se remitan al Ministerio de Sanidad indicadores clave sobre los tratamientos del cáncer de mama por centro hospitalario.

Entre esos indicadores figurarán número de casos detectados, a qué edad, número de mastectomías (cuántas conservadoras y cuántas radicales), porcentaje de reconstrucciones sobre el total de mastectomías radicales y número de micropigmentaciones.

En España se diagnosticaron el año pasado 22.000 casos de cáncer de mama y un tercio derivaron en mastectomía. La tasa de supervivencia siguió subiendo: un 90 % de las mujeres sobrevive cinco años después del diagnóstico.

Pero afrontar un cáncer, tal y como ha dicho Lidia Guinart, del PSOE, siempre es una “batalla complicada” y los problemas psicológicos asociados, máxime cuando la paciente se ha sometido a una mastectomía, pueden marcarla de por vida.

De ahí que la reconstrucción mamaria sea “una salida muy loable”, según Guinart, y que la micropigmentación de areolas mamarias suponga “el broche de oro” para que el pecho quede completo y muy parecido a cómo estaba antes de la enfermedad.

Además, según ha argumentado, es una técnica sencilla, indolora y no traumática y tiene un coste de unos 300 euros en la sanidad privada.

 

http://www.lavanguardia.com/vida/

Quironsalud Valencia, al máximo nivel internacional contra el cáncer de mama

El Hospital Quirónsalud Valencia ha puesto en marcha una nueva unidad especializada en el diagnóstico y tratamiento del cáncer de mama.

La unidad se encuentra al nivel más avanzado en España, con la última tecnología para abordar la patología mamaria, que consiste en un equipo multidisciplinar que componen especialistas en cirugía, oncología y diagnóstico por imagen, entre otros aspectos, y tiene a su disposición un equipo tecnológico único en la C. Valenciana en el ámbito de la sanidad privada.

El grupo ha invertido cerca de 1,5 millones de euros en dotarse de la tecnología más puntera, con resonancias, sondas de medición nuclear y un mamógrafo con tomosíntesis de última generación, que emite un 45 % menos de radiación que los tradicionales y permite detectar un 30 % más de tumores.

El director médico del hospital, José Luis Rey, ha presentado la unidad junto a parte del equipo de cada una de las especialidades que incluye la unidad y ha explicado que al tratarse de forma integral permite “acortar los plazos” en los que se diagnostica el cáncer y mitigar así la incertidumbre de la paciente.

 “Una mujer que llegue al hospital con sospechas por un bulto tendrá, en 24 horas, la valoración de la especialista, ecografía y mamografía -que permiten una aproximación al diagnóstico- y en 24 horas más puede hacerse una biopsia, cuyo resultado definitivo estaría en otras 24 horas”, ha explicado.

La nueva unidad está integrada por especialistas en cirugía, oncología, diagnóstico por la imagen, anatomía patológica y cirugía plástica y estética, especializados en el ámbito de la senología, además de disponer de un equipo de especialización de día, de rehabilitación y psicólogos para hacer que la paciente “lleve la vida lo más normal posible” tras diagnosticarle la enfermedad.

Los especialistas han coincidido en destacar la importancia de que sea un equipo multidisciplinar el que trate a la mujer, para que “no tenga que ir de un sitio a otro”, y según han explicado, ello supone tomar decisiones consensuadas en comités para ofrecer a la paciente todas las alternativas posibles “con evidencia científica”.

Se han tenido que coordinar los protocolos de cada especialidad, según Rey, que ha destacado que su “hecho diferencial” es contar con profesionales en el “top de cada especialización” y “la tecnología más puntera”, como el mamógrafo en tres dimensiones que permite diagnosticar la enfermedad en periodos muy precoces.

La oncóloga Teresa Olmos, especialista en cáncer de mama, ha valorado la “concienciación real” de las mujeres con una enfermedad que cada año diagnostica entre 25.000 y 26.000 nuevos casos en España, con un crecimiento de la incidencia en menores de 40 años.

Ha resaltado que “ahora se valora más si hay cirugía” y se opta por tratamientos previos y más personalizados en función de los mejores indicadores de respuesta a los fármacos, lo que posibilita “terapias diana”.

El cirujano especialista en senología Francisco Ripoll ha subrayado que la cirugía es una “parte más del tratamiento” y que las intervenciones agresivas que dejaba secuelas físicas y psíquicas han dado paso a una “cirugía más conservadora” para “modificar lo mínimo posible la imagen de la mujer”.

La radióloga Elena Gascón, especialista en diagnóstico por imagen, ha explicado que el nuevo mamógrafo con tomosíntesis “evalúa la mama de forma volumétrica en tres dimensiones”, lo que permite ser más precisos y detectar “hasta un 30 % más” de casos, “incluso antes de que la paciente se haya notado el bulto”.

Para el especialista en anatomía patológica Javier Alcácer, el examen histológico es “fundamental” en el diagnóstico, al dar un resultado en apenas 24 horas, y se completa con estudios inmunohistológicos y moleculares para “encontrar parámetros que definan el perfil de las pacientes”, aunque ha advertido de que se trata de una “enfermedad muy heterogénea”.

Rey ha explicado que la sanidad pública ya dispone de este tipo de equipos aunque la diferencia son “los tiempos de espera”, y ha valorado que con esta unidad, Quironsalud Valencia se sitúa “al mismo nivel tecnológico” que otros centros de España y el extranjero.

 

http://www.levante-emv.com/comunitat-valenciana/

Cáncer de mama: Terapias paliativas para efectos secundarios

Las terapias alternativas pueden tener algunos efectos beneficiosos, como ayudar a aliviar algunos síntomas de la enfermedad (pérdida de apetito o problemas estéticos que influyen en la autoestima del sujeto) y a mejorar la calidad de vida del paciente. Eso sí, y esto es importante destacarlo, siempre deben seguirse bajo supervisión médica.

Un ejemplo práctico de las terapias complementarias para pacientes de cáncer son las terapias de relajación que, entre otros beneficios, ayudan a aliviar la ansiedad generada por los tratamientos oncológicos. Las terapias se pueden dividir en 5 tipos, atendiendo a la clasificación del Centro Nacional de Medicina Alternativa y Complementaria de EEUU.

  • Sistemas integrales o completos: Homeopatía, naturopatía, ayurveda, medicina tradicional china y acupuntura.
  • Terapias biológicas: Incluye el uso de hierbas, vitaminas o suplementos dietéticos.
  • Métodos de manipulación: Quiropráctica, osteopatía, reflexología, quiropraxia, aromaterapia, shiatsu y masajes.
  • Enfoques sobre la mente y el cuerpo: Yoga, meditación, oración, y terapias creativas relacionadas con el arte, la música…
  • Terapias energéticas: Tai chi, Reiki, Qi gong (chi-kung), terapia floral o toque terapéutico.

Antes de seguir cualquier terapia alternativa o complementaria es fundamental hablar con el médico y asesorarse sobre su eficacia real y sus efectos, ya que puede producir interacciones con los medicamentos prescritos para el tratamiento oncológico. Estos son los riesgos y consejos a seguir:

  • Las hierbas y productos derivados de plantas, como la hierba de San Juan, no se recomiendan durante el tratamiento de quimioterapia, radioterapia o cuando se vaya a someterse a una intervención quirúrgica, porque puede interferir con la medicación y alterar la coagulación.
  • Hay que tener cuidado con tomar en exceso vitamina A y C, ya que pueden reducir la eficacia de tratamientos como la radioterapia y quimioterapia.
  • Los masajes pueden ayudar a manejar el dolor y la ansiedad, pero siempre con precaución, evitando por ejemplo aplicarlos directamente sobre tumores, prótesis o tejidos dañados por la cirugía y/o la radioterapia, existen centros especializados en estética oncológica que pueden asesorarte.

 

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MARÍA FERRER LOGRA 40.000 FIRMAS PARA REBAJAR LA EDAD EN QUE SE HACEN LAS MAMOGRAFÍAS

La xabiera María Ferrer ha logrado reunir más de 40.000 firmas para pedir a la Sanidad Pública que se rebaje la edad en que se realizan las mamografías a las mujeres y así tratar de evitar lo que ha calificado como la epidemia que hay de cáncer de mama entre las chicas de 35-45 años.

Xabia al dia  volvió a encontrarse con Ferrer, que ya se ha recuperado del cáncer de mama pero que todavía no se puede dar por curada del todo: “el médico me dice que estoy libre de enfermedad”. Sin embargo, tiene que mantener las revisiones trimestrales durante los próximos cinco años. Asimismo, sigue con su estricta alimentación y con la campaña de recogida de firmas por “la vida” para que la sanidad pública rebaje la edad en que se hacen las mamografías a las mujeres. Ha recogido ya 40.000 firmas, 26.000 a través de la plataforma change.org y otras 18.000 firmas que ha recogido en persona o a través de gente que le ha ayudado.

Y es que a su petición inicial se ha sumado un montón de gente no ya de la Marina Alta, sino también del País Vasco, Castilla la Mancha, Madrid, Andalucía y de la Comunitat Valenciana, a donde se desplaza cada vez que por ejemplo hay una carrera popular. Una de ellas, la de la Cursa de la Dona de Xàbia, pero también irá a Ondara, Pego, Rocafort y Sant Joanet, en la provincia de Valencia.

Pero, María quiere llegar más lejos y a falta de que le reciba la consellera de Sanitat, Carmen Montón, para lo que las concejalas de Xàbia, Pepa Gisbert y Pilar Zamora están trabajando, ha remitido una carta a la reina, doña Leticia, para trasladarle sus intenciones y pedirle que apoye su “lucha para la vida todas las mujeres”. Ferrer cree que como Leticia “es madre, seguro que tiene que saber de que estoy hablando”, reconoce. La carta ya está de camino al Palacio de la Zarzuela “y está certificada”.

Quiere dar charlas para explicar a las mujeres como hacerse las autopalpaciones

Ferrer insiste en que entre las mujeres de 35 a 40 años el cáncer de mama “es una auténtica epidemia” y por ello quiere enseñar a todas las mujeres a hacerse las palpaciones en los senos “y nada más se detecten algo raro que vayan al médico”. En este sentido, próximamente iniciará una serie de charlas con consejos para las autopalpaciones “son diez minutos al mes lo que hay que dedicar para hacerlas”.

En estos meses en los que Ferrer ha estado en tratamiento y sometida a las sesiones de quimioterapia no ha perdido la vitalidad y de hecho, una de las veces que fue en Navidad se vistió de “mama noel” y llevó unos detalles a todos los pacientes que como ella se tenían que someter a ese tratamiento tan fuerte para atacar los tumores de cáncer. “Tenías que ver como les cambiaba la cara cuando entraba con mi cuñada en la sala, se alegraban”. Además tiene un mensaje para todas las mujeres que tienen cáncer de mama “hoy en día con la quimioterapia todo tiene cura”.

Ferrer se ha integrado en el grupo local de la Asociación Española Contra el Cáncer donde apoyan a todas las personas que tienen esta enfermedad así como a sus familiares y cuentan con voluntarios de apoyo y gente especializada para superarla. Además junto a su hijo, Iván que es tatuador, quiere ayudar a todas las mujeres que han perdido sus mamas y ayudarles a recuperar la aureola y el pezón. Su hijo se ofrece a dibujárselo a todas ellas.

 

http://xabiaaldia.com/maria-ferrer

Recrean la resistencia a la quimioterapia en el cáncer de mama y observan formas de revertirla

Investigadores del grupo de transformación y metástasis del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) han conseguido recrear y caracterizar el proceso de adquisición de resistencia a la quimioterapia en modelos animales de cáncer de mama.

Dirigidos por la doctora Eva González-Suárez, los investigadores del IDIBELL han trabajado con la existencia de distintas poblaciones celulares en el tumor, unas más sensibles y otras más resistentes, cuyo equilibrio puede modificarse en base la presencia o ausencia de tratamiento y su duración.

En el trabajo, publicado por la revista Stem Cell Reports y donde han colaborado investigadores básicos y clínicos del IDIBELL y otros centros como el VHIO, el IDIBAPS o el IRB Barcelona, se observa la posibilidad de revertir esta resistencia tras un período de descanso del tratamiento.

La quimioterapia con taxanos es una de las opciones terapéuticas más habituales en casos de cáncer de mama; sin embargo, habitualmente su efectividad va disminuyendo progresivamente hasta llegar a un punto en que el tratamiento debe modificarse.

Trabajando en modelos animales, los investigadores observaron que los tumores de mama que no expresan receptores hormonales – llamados triple negativos – son más sensibles al tratamiento quimioterápico con taxanos que los tumores de tipo luminal, generalmente más resistentes. De forma similar a la práctica clínica, tras múltiples rondas de tratamiento, los tumores triple negativo adquirían resistencia al fármaco; esta resistencia, una vez presente, se mantenía sin necesidad de tener que seguir suministrándolo.

“Sin embargo, cuando mantuvimos estos modelos durante largos periodos en ausencia de fármaco, detectamos que se recuperaba la sensibilidad”, comenta la Dra. Eva González-Suárez, última autora del estudio. Se trata de un proceso que en inglés se conoce como “drug holidays”, es decir, los tumores sensibles que han desarrollado resistencia son capaces de revertir parcialmente este proceso tras un largo período sin entrar en contacto con el medicamento.

La principal hipótesis con la que trabajan los investigadores ante estos resultados es la existencia de distintas poblaciones celulares en el tumor, unas más sensibles y otras más resistentes, cuyo equilibrio puede modificarse en base la presencia o ausencia de tratamiento y la duración del mismo.

De hecho, los resultados obtenidos demuestran que la resistencia a taxanos en tumores triples negativos se asocia con la dinámica de una población de células CD49f+, que tiene con mayor capacidad de iniciación tumoral y puede por tanto dar lugar a recidivas tras la quimioterapia.

“Queríamos saber si esas células tumorales resistentes que vemos en mayor proporción en tumores resistentes (CD49f+) han aparecido de nuevo o por selección de poblaciones celulares”, explica la Dra. González-Suárez. Para ello, trataron los tumores sensibles al tratamiento con taxanos y observaron que estas ya existían en los tumores de origen y su proporción respecto a las células sensibles aumentaba en la enfermedad residual precisamente por su capacidad de quimioresistencia. “Los resultados sugieren que la población CD49f+ está asociada a resistencia a docetaxel en la mayor parte de los tumores triples negativos, lo cual es notorio teniendo en cuenta la gran heterogeneidad de este subtipo”, añade la investigadora del IDIBELL.

En pacientes de cáncer, una vez se desarrolla resistencia a un tratamiento se cambia a otro, por lo que no se sabe si también se podría dar este efecto de “drug holidays”. “Teniendo en cuenta que en cáncer de mama las recaídas se observan tras bastante tiempo – sobre los 10-20 años en tumores luminales y 3-5 en los triple negativo-, quizás esta ventana sería suficiente para volver a las terapias con taxanos aunque se haya desarrollado resistencia de forma previa, especialmente teniendo en cuenta que estas terapias son los únicos tratamientos disponibles actualmente para esta enfermedad”, comenta la doctora.

Para poder realizar este trabajo, los investigadores del IDIBELL han desarrollado modelos animales PDX, también conocidos como ortoxenografts, colocando muestras de pacientes de cáncer de mama en ratones inmunodeprimidos. “No es un proceso fácil, y la tasa de éxito es muy baja”, comenta Eva González-Suárez. “No obstante, y a diferencia de otros estudios, realizados en líneas celulares o muestras de pacientes muy difíciles de obtener, el trabajo con modelos PDX permite tener suficiente cantidad de muestras apareadas sensibles y resistentes a un determinado fármaco”.

Estos modelos apareados sensibles/resistentes han permitido identificar, en colaboración con el grupo del Dr. Aleix Prat en IDIBAPS, una firma genética asociada a resistencia en enfermedad triple negativa, es decir, a aquellos tumores que no llegan a desaparecer tras el tratamiento con quimioterapia. “Esta firma nos puede ayudar a predecir si los pacientes responderán o no a la quimioterapia de forma personalizada”, concluye González-Suárez.

 

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Retomar la vida laboral tras un cáncer de mama: más difícil con menos de 50 años

“Cuando has acabado el tratamiento, has superado el cáncer y te encuentras bien, los demás piensan que todo ha acabado ya”. Laia Oltra tiene 38 años y hace uno y medio fue diagnosticada de cáncer de mama. Como ella, cada vez más mujeres menores de 50 años padecen esta enfermedad. Aunque no hay datos que lo corroboren, “existe una percepción clínica de que esto está ocurriendo”, matiza Bàrbara García Valdecasas, doctora adjunta de la Unitat de Patologia Mamària del Servei de Ginecologia de l’Hospital de Sant Pau.

Según los resultados preliminares de un estudio sobre el impacto socioeconómico en las mujeres con cáncer de mama realizado con pacientes de este centro, el 87% de las que trabajaban antes del diagnóstico dejó su puesto. Además, un 46% de las que se encuentran en edad laboral no ha vuelto a trabajar una vez pasada la enfermedad, tal y como refleja el mismo informe. De ellas, el 61% asegura que esto tiene que ver con el cáncer que han padecido.

“La gente, desde fuera, no percibe las secuelas que quedan después del tratamiento. Toda la medicación que hemos tomado tiene unas consecuencias”, explica Oltra. En su caso, tuvo que ser operada de unos ganglios que tenía en el brazo, con el que ahora no puede cargar peso y tiene que tener cuidado con los golpes. “A nivel laboral tampoco soy la persona que era antes: tengo menos energía y más limitaciones. Esto no se valora y es algo que sufrimos las mujeres jóvenes, que estamos en edad laboral”, apunta.

García Valdecasas señala que el cáncer de mama es una enfermedad maligna pero el riesgo de mortalidad es, actualmente, bajo: de aproximadamente el 10%. Sin embargo, este cáncer es el cuarto en cuanto a número de casos en España —con una incidencia de 27.747 diagnósticos en 2015—, según un estudio de la Fundación Merck Salud.

Sin ayudas para la recuperación y la prevención

Según el estudio en el que está trabajando el Servei de Cirurgia Plàstica y el de Epidemiologia Clínica del Hospital de Sant Pau, las mujeres entrevistadas presentan, globalmente, un 67% de calidad de vida. Para Oltra, es importante incidir en las ayudas que reciben las mujeres que han pasado por un cáncer de mama. “Si no has desarrollado nada durante el proceso, no te dan ayudas”, denuncia. La prevención y el riesgo de volver a tener un tumor, “eso, nadie lo valora”, añade. “El sistema no está pensado desde el punto de vista de la prevención, falta implicación por parte de las administraciones públicas y las campañas de prevención son insuficientes”, concluye Oltra.

 

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