¿Son fiables las ‘apps’ de cáncer de mama?

El cáncer mama afecta a más de 1,5 millones de mujeres cada año. En 2015 ocasionó 570.000 muertes, según datos de la Organización Mundial de la Salud. Con la generalización de los smartphones, han proliferado las apps sobre esta enfermedad, pero ¿se puede confiar en ellas? ¿Tienen algún rigor?

Un estudio liderado por Guido Giunti, investigador médico y asesor de la empresa sevillana Salumedia Tecnologías, ha analizado 599 apps de cáncer de mama disponibles en las tiendas de los sistemas iOS de Apple y Android. La principal conclusión, dice a Sinc, “es que la mayoría no cumple con los criterios básicos para que se pueda evaluar su fiabilidad”.

El autor subraya que el 80% de estas apps no cita la fuente de la que han extraído los datos que manejan. “Al desconocer de dónde ha salido la información no se puede validar, tal vez el desarrollador la haya sacado de Wikipedia o de lo que escuchó un día en la radio, no hay forma de saberlo”.

Además, solo una cuarta parte de ellas tiene algún tipo de advertencia o aviso sobre su uso. “Esto se traduce en que si una mujer tiene la enfermedad, experimenta algún síntoma o está preocupada y decide recurrir a una de estas apps, no va a encontrar nada en ellas que la oriente en la búsqueda de la ayuda adecuada”.

En la mayoría de estas aplicaciones “tampoco se informa sobre si ha habido colaboraciones con entidades sanitarias en su elaboración. Y, pese a que más de la mitad promueven tratamientos, no incluyen la recomendación de consultar con profesionales médicos”, añade.

Los resultados del estudio, publicados en la revista International Journal of Medical Informatics, indican que la mayor parte de aplicaciones encontradas bajo el descriptor breast cancer (cáncer de mama) en las tiendas de Apple y de Google eran gratuitas y dirigidas a pacientes.

El tipo más común contenía información sobre la enfermedad y su tratamiento (30%) y el 19% trataba sobre su manejo. Los autores también observaron que el 15% abordaba temas de concienciación y sensibilización y que una de cada diez trataba sobre terapias con homeopatía y medicina ‘alternativa’.

Según Giunti, “hay distintos niveles de desinformación en estas apps de salud, desde material dudoso, que incluye datos sobre la enfermedad sin fuente, hasta indicaciones peligrosas como recomendar ayuno prolongado o sesiones de auto hipnosis para neutralizar el cáncer. Todo ello “nos lleva otra vez a la importancia que tiene que la información que se ofrece esté validada”, destaca.

Otros problemas detectados en las apps evaluadas son la falta de claridad en la información y las dificultades de usabilidad, con un interfaz confuso y poco intuitivo, y fundamentalmente, que el beneficio que ofrecen para el paciente no es claro.

“Es muy fácil darse cuenta que muchas no han tenido controles adecuados de calidad o que han sido hechas sin criterio médico. Las exigencias para desarrollar este tipo de aplicaciones deberían ser mayores”, comenta.

El trabajo también pone de relieve que casi todas estas apps han sido creadas por pymes y emprendedores. En opinión de Giunti, “en el futuro habrá cada vez más herramientas tecnológicas que formarán parte del repertorio sanitario. Es nuestro deber encontrar la forma de colaborar y lograr que ayuden de verdad a los pacientes para que se adecúen de la mejor forma posible a sus necesidades”, concluye. (Fuente: SINC/Ana Hernando)

 

http://noticiasdelaciencia.com/

El microscopio de Google con Inteligencia Artificial que detecta cáncer

Google Brain, la rama de investigación de Inteligencia Artificial de Google, ha desarrollado un microscopio con Realidad Aumentada capaz de detectar cáncer que ha sido entrenado mediante Aprendizaje Automático. No es la segunda vez que Google trabaja con cáncer; anteriormente, habían trabajado con una red neuronal capaz de detectar cáncer de mama con una tasa de precisión tan alta como la de un patólogo humano con experiencia, incluso siendo más eficiente que este.

El aparato, en realidad es un microscopio óptico como cualquier otro que podemos encontrar en cualquier hospital al que se la ha añadido una pantalla (para el uso de Realidad Aumentada) en la óptica. Google afirma que se puede adaptar a cualquier microscopio en general y que el precio es bastante bajo, por lo que las clínicas y hospitales no tengan que asumir grandes costes.

La Realidad Aumentada ayuda a los expertos a detectar y resaltar tumores, concretamente. Es decir, en vez de que el patólogo tenga que realizar una búsqueda activa de los tumores en a través del microscopio, recibirá una alerta de cada uno de los puntos donde la Inteligencia Artificial encuentre uno.

IA que señala tumores mediante Realidad Aumentada

De este modo, el patólogo tiene que dedicarse exclusivamente al análisis de esos tumores que el microscopio con Inteligencia Artificial señala mediante Realidad Aumentada a través de la pantalla superpuesta sobre la imagen analógica, como vemos en la imagen superior. La imagen se actualiza a una velocidad de 10 fotogramas por segundo, por lo que no se nota el retraso, permitiendo al patólogo escanear el tejido mientras la imagen se va actualizando.

 

 

El sistema, por lo tanto, combina la experiencia humana con el aprendizaje automático de las máquinas, una combinación mucho mejor, al menos por el momento, que si cayese toda la responsabilidad sobre la Inteligencia Artificial directamente.

Por el momento, este microscopio con Inteligencia Artificial ha sido entrenado para detectar dos tipos de cáncer: de próstata y de mama. No obstante, es capaz de ejecutar algoritmos destinados a la cuantificación, a la detección de objetos o a la clasificación.

 

Inicialmente se entrenó a la IA para detectar tumores en imágenes a través de un escáner de diapositivas, pero adaptarlo a un microscopio es relativamente sencillo, como Google ha hecho. El rendimiento, que Google asegura que es bastante bueno, podrá mejorarse en un futuro mediante la introducción adicional de imágenes durante el entrenamiento.

 

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Un lunar artificial detecta de forma precoz el cáncer

Un grupo de científicos ha diseñado un tatuaje biomédico que se vuelve visible en la piel cuando los niveles de calcio en la sangre son elevados. El tatuaje representa una innovadora estrategia diagnóstica que en el futuro podría permitir la detección temprana de trastornos asociados con niveles altos de calcio en la sangre (o «hipercalcemia»), lo que es indicador de cáncer. Su estudio se publica en la revista «Science Translational Medicine» y sus autores señalan que aunque el tatuaje aún se encuentra en sus primeras etapas de desarrollo, los investigadores sostienen que, en un futuro, podría ofrecer a los médicos un nuevo método para detectar algunos cánceres y otras enfermedades antes de que provoquen síntomas.

Las enfermedades oncológicas constituyen, tras las cardiovasculares, la segunda causa de muerte en nuestro país. Una elevada mortalidad asociada al cáncer que se explica fundamentalmente por el retraso en el diagnóstico de un gran número de tumores. Y es que cuanto más avanzada se encuentre la enfermedad, menor será la eficacia de los tratamientos disponibles. De ahí que resulte necesario, cuando no vital, encontrar la manera de detectar la presencia de los tumores cuando aún se encuentran en su fase temprana. Y en este contexto, investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich (Suiza) podrían haber hallado una forma muy novedosa de lograrlo: programar un lunar ‘artificial’ que, cual alarma, avise cuando se desarrolle un tumor.

Concretamente, el estudio describe una ‘red sintética genética’ que, implantada en la piel, es capaz de detectar las variaciones en las concentraciones sanguíneas de calcio que se producen cuando se desarrolla un tumor. Así, y tras detectar una elevación duradera del calcio –lo que indica que se está desarrollando un tumor, en este caso colorrectal, de mama, de próstata o de pulmón–, la red provoca la liberación de melanina que da lugar a un lunar artificial muy visible.

Como destaca Martin Fussenegger, director de la investigación, «el lunar aparece mucho antes de que el cáncer sea detectable con los métodos de diagnóstico convencionales. Así, y una vez el lunar es visible, el portador del implante debe acudir a su médico para una evaluación más profunda. Pero no hay razón para el pánico: el lunar no implica que la persona vaya a morir en un periodo breve de tiempo. Tan solo indica que requiere una evaluación y, de resultar necesario, tratamiento».

Tatuaje biomédico

El nuevo sistema de alarma frente al cáncer está conformado por una red genética sintética que se introduce en células humanas modificadas que, a su vez, se integran en un implante. Así, y una vez colocada sobre la piel, la red es capaz de monitorizar de forma continua las concentraciones plasmáticas del calcio, cuyos niveles se ven elevados de una forma significativa y duradera ya en las primeras fases de desarrollo de los cuatro tipos de tumores más comunes: el colorrectal, el de mama, el de próstata y el de pulmón.

Sin embargo, la misión de esta ‘red genética’ no acaba aquí. Detectada la elevación persistente del calcio, activa una cascada de señales que induce la producción de melanina en las células modificadas. ¿El resultado? La aparición de un tumor que alerta del posible desarrollo de un tumor.

Como explica Martin Fussenegger, «la detección precoz aumenta significativamente las probabilidades de supervivencia. Por ejemplo, si el cáncer de mama es detectado en sus fases iniciales, la probabilidad de recuperación es de un 98%. Sin embargo, si el tumor de diagnostica demasiado tarde, solo una de cada cuatro mujeres tendrá la oportunidad de recuperarse. Además, la población por lo general acude al médico cuando el tumor ya ha empezado a causar problemas. Y desgraciadamente, para entonces suele ser demasiado tarde».

Es más; los autores también han diseñado una variante del implante que, en lugar de producir un lunar artificial, crea una mancha que solo es visible bajo luz infrarroja. Un segundo modelo para aquellas personas que no quieran convivir con el estrés continuo que puede suponer mirar constantemente el implante o que quieran evitar la reacción emocional que supondría la aparición del lunar. Así, de lo que se trataría es de que el médico revisara regularmente el implante con luz infrarroja para ver si ha aparecido la marca de alerta.

Y este sistema de alarma oncológica que aún se encuentra en fase experimental, ¿no tiene ninguna desventaja? Pues sí. La escasa durabilidad del implante. Y es que las células que albergan la red sintética genética, aun modificadas, solo viven un año, tras lo cual deben ser reemplazadas.

Más allá del cáncer

En el estudio, los autores evaluaron la eficacia del implante en un modelo animal –ratones– y en tejidos porcino. Y de acuerdo con los resultados, el lunar de alerta solo se produjo cuando el calcio plasmático alcanzó y mantuvo unos niveles elevados. Sin embargo, aún queda mucho trabajo por hacer. De hecho, los autores calculan que, en caso de que todo vaya bien, aun se requieren al menos 10 años de investigación y desarrollo antes de que su implante diagnóstico para el cáncer pueda ser empleado en la práctica clínica.

El chivato tatuaje se trasplató en ratones con cáncer

Sea como fuere, las aplicaciones diagnósticas del implante podrían no tener límite. Como concluye Martin Fussenegger, «este concepto de ‘tatuaje biomédico’ podría ser aplicable a otras enfermedades que se desarrollan de forma gradual, caso de las patologías neurodegenerativas o de los trastornos hormonales. Y en principio, los investigadores también pueden reemplazar el sensor molecular para medir otros biomarcadores diferentes del calcio».

 

http://www.abc.es/salud/enfermedades/

Vivencias contra el cáncer de mama

¿Cómo se puede mejorar la atención integral que se da a las pacientes con cáncer de mama? Esa fue la pregunta que se plantearon profesionales del Hospital Clínico y la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP). Y concluyeron que escuchándolas. Así que seleccionaron a seis pacientes para que aportaran sus vivencias, sus propuestas, sus estrategias y hasta sus miedos. Ellas, además, serán las encargadas en el futuro de ayudar a otras mujeres que sufran la misma patología.

En torno a la mesa, se sientan también cirujanos y enfermeras de la Unidad de Mama del hospital. Cada uno aporta su perspectiva. Manuela López, experta de la EASP, hace que las experiencias más íntimas broten con naturalidad. Y pronto queda claro que el mayor temor de las mujeres que afrontan el cáncer a edades jóvenes es el futuro de sus hijos. “Yo no temía al dolor ni a la operación. Sólo me preocupaba por mi hija de tres años”, confesaba Karima con lágrimas bajando por su mejilla.

A Lola, aunque sus dos hijas ya eran treintañeras, le preocupaba cómo decirles el diagnóstico. Operada hace apenas un mes, cuenta que finalmente encontró la fórmula para afrontar la enfermedad: “Hicimos una cadena. Les dije yo estoy fuerte para que vosotras estéis fuertes; y así somos todas fuertes”.

Manuela matiza que el rol de género de la mujer hace que las pacientes no quieran hacer sufrir a sus familiares. Pero a lo largo del taller queda claro que el apoyo de la familia es clave para hacer frente a la enfermedad. Rosa contó que siempre había llevado una melena larga. Antes de la quimioterapia, se lo cortó. La acompañaron a la peluquería su hermana y unas amigas. Y entonces tuvo claro que ellas siempre estarían a su lado para luchar contra el cáncer.

A Rosa le angustiaba tener que dejar de trabajar y los cambios físicos que llegarían. “La caída del pelo parece banal, pero te ves como un monstruo”, reconocía. Y a continuación daba su fórmula para mantenerse fuerte: “Si me veía peor, me arreglaba más”.

Pacientes y profesionales desgranan los sentimientos más íntimos. Mamem, enfermera de la unidad, cuenta que tras la operación, durante las curas, las mujeres miran su mama “de reojillo; quieren, pero no quieren mirarse”. El testimonio de María José confirma sus palabras. Esta paciente cuenta que al principio del postoperatorio no quería que le quitaran la venda porque así se sentía más protegida.

El deseo de no molestar a los hijos es recurrente a lo largo del taller. Amparo, viuda y con las hijas a mil kilómetros, confesaba que la mayor dificultad para ella fue “estaba sola”, que no quería interferir en sus vidas.

Varias reconocían que el problema principal tras el diagnóstico era el bloqueo que se apoderaba de ellas. Tanto, que a Rosa el cirujano tuvo que hacerle un plano para que llegara dentro del hospital a la zona a la que la había remitido.

Para Katty, “hay un antes y un después” del diagnóstico. “Yo sentía prisa por hacer lo importante, por no perder el tiempo”, reconocía. Ponía así sobre la mesa otro de los problemas que acarrea la enfermedad: la incertidumbre.

Francisco Fernández, el coordinador de la Unidad de Mama y el cirujano que les ha extirpado los tumores, les confesaba que la incertidumbre también la viven los profesionales por que no saben cómo va a evolucionar cada caso. Pero como contrapartida exponía dos datos. Que la amplia mayoría de las pacientes están operadas en menos de dos semanas tras el diagnóstico y que la supervivencia en el cáncer de mama es del 85% a los cinco años. Fernández justificaba este tipo de encuentro en la necesidad de mantener aquellas cosas que se hacen bien y cambiar las que son mejorables: “El feedback de las pacientes es fundamental. Ellas tienen las vivencias y así podemos ver dónde flaqueamos”.

La conversación es distendida. Alguna paciente incluso le agradece al cirujano su intervención más allá del quirófano, haciendo de apoyo emocional hacia sus hijas. Durante una mañana, pacientes y profesionales intercambian ideas y experiencias. Manuela toma nota. Son apuntes que luego servirán para mejorar la asistencia integral del cáncer de mama y que las pacientes usarán para ayudar a otras enfermas. Cada una aporta una dificultad y, luego, su solución. María José incluso afirma que el proceso de la enfermedad fue “una liberación”. Luego explica que tras el cáncer aprendió a centrarse “en las cosas que importan”. Y como ejemplo pone que se borró de muchos grupos de Whatsapp.

 

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El 40% de la población española no sabe qué es el cáncer de mama metastásico

Cuatro de cada 10 españoles no saben qué es el cáncer de mama metastásico, según ha puesto de manifiesto una encuesta llevada a cabo por la compañía biofarmacéutica Pfizer entre la población española.

“El desconocimiento sobre las peculiaridades de esta patología quedó aún más subrayado cuando el 93 por ciento de los encuestados respondieron que sí sabían lo que es el cáncer de mama, dejando patente la necesidad de diferenciar las fases de la enfermedad”, agrega el laboratorio en su presentación de los resultados de la encuesta.

Uno de los datos que más llamaron la atención a Pfizer sobre el desconocimiento generalizado fue que el 20 por ciento afirmaron que las mujeres que viven con cáncer de mama metastásico tienen una probabilidad alta o muy alta de superarlo, cuando la realidad es que esta enfermedad, a día de hoy, es incurable. Los encuestados menores de 30 años fueron los que más desconocimiento mostraron sobre la enfermedad: la mitad respondió que no sabían qué era el cáncer de mama metastásico.

En esta encuesta también quedó de manifiesto la necesidad de un mayor esfuerzo en incrementar el conocimiento sobre esta patología, ya que el 60 por ciento de los encuestados afirmó que no era consciente de haber visto información en torno a ella. “Los datos de esta encuesta refuerzan la percepción de todos los que trabajamos contra esta enfermedad y apoyan la llamada a la acción dirigida a todos aquellos que pueden aumentar el conocimiento sobre el cáncer de mama metastásico”, indica el doctor Juan de la Haba, quien es oncólogo en el Hospital Reina Sofía de Córdoba.

Existencia de asociaciones

En este sentido, el 85 por ciento de los encuestados considera primordial la existencia de asociaciones y organizaciones que sirvan de soporte a las personas que viven con estas enfermedades. “Diversos estudios han puesto de relieve que estas mujeres suelen sentirse aisladas y marginadas, incluso dentro de la comunidad de cáncer de mama”, explica la compañía biofarmacéutica.

“Es una realidad que las campañas que se hacen actualmente ponen el foco en mensajes positivos sobre la superación del cáncer de mama, pero nunca mencionan esta otra cara de la enfermedad”, afirma Juan de la Haba.

“Muchas mujeres que viven con cáncer de mama metastásico no se sienten reconocidas en las campañas y en la información que se difunde sobre la enfermedad, porque el foco siempre es el cáncer de mama, pero de la fase avanzada no se menciona nada, y las diferencias son muy grandes”, añade este facultativo.

Desconocimiento de las pacientes

En esta línea, el 53,4 por ciento de los encuestados reconocieron que tendrían mucha, bastante o alguna dificultad en encontrar información de ayuda para pacientes con cáncer de mama metastásico. Para cubrir este desconocimiento, Pfizer creó la web Contigo en el cáncer de mama metastásico, que cuenta con el aval de la Federación Española de Cáncer de Mama (FECMA).

“Desde hace tiempo, los oncólogos hemos notado como cada vez más las pacientes acuden a la consulta demandando más información”, afirma De la Haba, que concluye afirmando que “recibir el diagnóstico de cáncer de mama metastásico puede ser una situación difícil, y herramientas como esta web hacen que las mujeres no se sientan solas, y tengan un lugar donde encontrar información útil y apoyo adicional al especialista en la medida que lo necesiten”.

 

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«Que me quitasen el dolor fue increíble»

Desde julio del 2014 ha pasado ya dos veces por el quirófano -una para operarle el cáncer de mama y otra para extirparle útero y ovarios-, por varias y distintas sesiones de quimioterapia, por radioterapia y también por una neumonía atípica en medio que derivó en colapso pulmonar. «Tuve un pie aquí y otro allá», resume M. H. C. Prefiere no dar su nombre. «No tengo por qué ir llorando, en mi vida me pasó esto, como a tantas otras personas, y mi decisión fue tirar, salir y sacar adelante mi casa», dice antes de entrar a una nueva sesión de alivio fisioterapéutico en la Casa del Agua.

Tiene 52 años, dos hijos, una hipoteca y dos trabajos. Porque tuvo que volver, por obra y desgracia de un sistema que iguala alta médica a capacidad laboral, a trabajar a tope antes de lo previsto. Aun cuando «me dolía tanto el cuerpo… todas las articulaciones, solo rozarme la muñeca ya era un suplicio, y los pies… Andar era como caminar sobre una alfombra de cristales. A veces, levantarme de una silla era como si tuviera 120 años». Cuando empezó su pelea frente al cáncer le dijeron que hasta pasados al menos dos años no iba a recuperarse, «y efectivamente, pero a mí ni siquiera me dejaron», lamenta quien echa en falta un sistema que muestre «algo de consideración».

 

Días insufribles

Ella, que ya hacía ejercicio antes de la enfermedad, buscó activarse incluso durante la quimio. Se apuntó a clases de tango, hacía, como podía, aquagym en Termaria, y «fitness sénior, mis compañeras tenían 80 años y era yo la que no les podía seguir el ritmo», bromea ahora.

En uno de esos días insufribles, acudió al talaso a darse un masaje «y me hablaron de que había algunas cosas de fisioterapia oncológica y de terapias como la radiofrecuencia. Ahora estoy mucho mejor, cuando descubrí que me aliviaban… Que me quitasen el dolor fue increíble. Es una cuestión de calidad de vida», resume. Al margen está que, al tiempo que recibe el tratamiento o las terapias adecuadas, le regalan trato humano: «Esta gente que tanto te ayuda te hace casi de psicólogo», describe.

 La terapia hormonal le hizo ganar kilos, de ahí que toda ayuda le viene bien para resolver los problemas de retención de líquidos que suelen afectar a las operadas de cáncer de mama, aunque en su caso «no tengo demasiado linfedema», aclara.

Ahora, y en función de sus turnos laborales, combina ejercicio monitorizado con las sesiones de tratamiento. Ella lo tiene claro: «Prefiero pasar de comprarme un modelito, espero a las rebajas, y pagarme esto», dice quien se siente «una privilegiada» por tener un sueldo «normal» que le permite priorizar «privándome de otras cosas» sus cuidados. Pero aprovecha para pedir por quien no puede ni siquiera elegir: «Estaría bien que tuviese acceso todo el mundo por la Seguridad Social, como parte del tratamiento para el dolor».

 «Antes no nos atrevíamos a tocar al paciente»

Comparte clases, espacios, prácticas y pláticas con muchas otras personas, algunas de ellas también tocadas por el cáncer. «No tenemos un protocolo específico como tal, pero sí tratamos de adaptar nuestras técnicas porque desde hace unos años vimos que cada vez más pacientes o tenían o habían pasado por un cáncer», cuenta Raquel Fernández Vago, coordinadora del equipo de fisioterapia de la Casa del Agua, antes de subrayar que de un tiempo a esta parte han cambiado las cosas: «Hace unos años, por si acaso, a un enfermo de cáncer no le hacías nada, ni te atrevías a tocarlo; hoy es todo lo contrario, sabemos que el paciente tiene, necesita y debe ser tratado de un montón de síntomas y secuelas».

 Así, aplican técnicas para tratar el linfedema, las cicatrices, retracciones, contracturas, adherencias; realizan tratamientos a nivel circulatorio y linfático para desintoxicar de la quimioterapia, aplican drenajes, vendajes, maniobras manuales, movilizaciones y un largo etcétera adaptándose a las necesidades y la fatiga del enfermo. Siempre con la clave de «lo importante que es vivir sin dolor», y teniendo en cuenta las indicaciones médicas.

Junto a la parte terapéutica, que asumen los cinco fisioterapeutas, está la labor de un equipo de siete masajistas que, a menudo, son las que descubren qué necesita el enfermo y, también, las que aportan buena parte de los beneficios emocionales que proporciona el buen trato.

 

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El mejor regalo para el Día de la Madre, joyas solidarias

El próximo domingo 6 de mayo se celebra el Día de la Madre. ¿Ya sabes que le vas a regalar a la mujer más importante de tu vida? Desde la Fundación Le Cadó contra el cáncer de mama te proponemos una gama de joyas solidarias.

En un día tan especial dedicado a las mujeres, como el día de la Madre, queremos darle más visibilidad al cáncer de mama. En España se diagnostican alrededor de 25.000 nuevos cánceres de mama al año. De hecho, 1 de cada 8 mujeres tendrá cáncer de mama a lo largo de su vida, según la Sociedad Española Contra el Cáncer. 

Por ello, la Fundación Le Cadó pone al alcance de tus manos una gama de joyas solidarias. Un regalo comprometido con una enfermedad con nombre de mujer. Demuéstrale tu cariño y preocupación por su salud y por la de todas las mujeres.

Con la compra de cada una de estas joyas estás donando fondos a la fundación para poder luchar contra el cáncer de mama, ayudar a encontrar una pronta solución y dar apoyo a todas las personas afectadas por el cáncer de mama, enfermos o familiares y amigos.

Las joyas para el Día de la Madre están hechas con materiales de calidad y diseñadas especialmente para la causa. ¡Estamos seguros de que le encantará!

El proyecto de investigación, Flor de Vida, da nombre a esta gama de joyas solidarias que pretende convertirse en símbolo de la lucha contra el cáncer de mama.

Pulseras de piedras de cuarzo y ágata rosa con detalle flor de vida en metal plateado

Pulsera elástica de perlas naturales con flor de metal bañada en plata 925mm

Pulsera flor de plata 925mm con circonita y cadena con cierre. Longitud 19 cm

Pulsera flor de plata 925mm con circonita y cordón rosa de algodón encerado ajustable

Gargantilla flor de plata 925mm con circonita y cadena con cierre. Longitud 40cm

Pendientes flor de plata 925mm con circonita

En pro de la investigación, una de las maneras más amenas de colaborar con la fundación es regalar los productos solidarios, a los que puedes acceder mediante nuestra tienda online.

Si estás comprometido con la investigación también puedes ayudarnos con tus donaciones. ¡Haz tu donación y estarás salvando vidas!

La Candelaria incorpora una técnica de radioterapia para tratar el cáncer en la mama izquierda y prevenir lesiones cardíacas

El servicio de Oncología Radioterápica junto con el servicio de Radiofísica Hospitalaria y Protección Radiológica del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria, en Tenerife, adscrito a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, ha incorporado a su cartera de prestaciones un procedimiento más para tratar el cáncer de mama en el seno izquierdo de manera que permite reducir la dosis de tratamiento radioterápico en esta zona. Además, ayuda a prevenir posibles lesiones cardíacas isquémicas, ya de por sí muy bajas, en los casos en los que el corazón se encuentra muy cercano a la pared torácica.

Esta técnica, que ya se aplica en el centro hospitalario para el tratamiento de metástasis hepáticas y cáncer de pulmón, se denomina Active Breathing Coordinator (ABC).

Se trata de un procedimiento que gracias a un sistema de control de la respiración, sincroniza la inspiración del paciente con el instante en que se da la dosis de radiación en el tumor de la mama izquierda, momento en el que el corazón se separa de la pared costal a la que está adherido y los profesionales de oncología radioterápica pueden tratar este tipo de cáncer de forma segura.

Los pacientes candidatos a esta técnica son derivados del Comité de Tumores de Mama al servicio de Oncología Radioterápica del Hospital de La Candelaria, donde son evaluados previamente, determinando el riesgo de su patología en función de la edad y proximidad del corazón a la pared costal, fundamentalmente.

“Con este procedimiento se incrementa el número de opciones terapéuticas que ya se oferta en la cartera de servicios de La Candelaria para el tratamiento de pacientes oncológicos de cáncer de mama. No solo es una técnica segura y cómoda, sino que además ayuda a reducir la incidencia en el riesgo de enfermedades cardiovasculares inducidas por el tratamiento, ya de por sí bajas; es otro pequeño paso para el tratamiento de este tumor”, explica el doctor Claudio Fuentes, jefe del servicio de Oncología Radioterápica.

Esta técnica se realiza a través de aceleradores lineales en el Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria, y para ello, previamente a las sesiones de tratamiento, se realiza un escáner para localizar la zona a tratar además de enseñar al paciente cómo respirar con el sistema de control respiratorio.

 

http://www.gobcan.es/noticias/s/Hospitales/

Opinión positiva de la EMA para ABP 980, biosimilar de Herceptin de Amgen y Allergan

Amgen y Allergan han anunciado que el Comité de Medicamentos para Uso Humano (CHMP) de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) ha emitido una opinión positiva para la autorización de la comercialización de ABP 980, biosimilar de Herceptin (trastuzumab), en el tratamiento de tres tipos de cáncer: el cáncer de mama metastásico HER2 positivo, el cáncer de mama precoz HER2 positivo y el adenocarcinoma gástrico o unión gastroesofágica metastásico HER2 positivo en pacientes adultos.

La opinión positiva para el uso de ABP 980, ha sido respaldada por datos clínicos, farmacocinéticos y analíticos, así como farmacológicos y toxicológicos. La decisión está apoyada por datos de un estudio comparativo de fase III de eficacia, seguridad e inmunogenicidad que se realizó en mujeres adultas con cáncer de mama precoz HER2 positivo.

Sean. E Harper, vicepresidente ejecutivo de Investigación y Desarrollo de Amgen, ha explicado que “supone un paso importante para nuestra cartera de biosimilares, ya que es nuestro segundo biosimilar oncológico que logra este importante hito y, además, subraya nuestro compromiso de proporcionar el acceso a terapias del cáncer de alta calidad a la comunidad oncológica”.

 

 

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El hidrogel capaz de combatir el cáncer y su metástasis

En la actualidad, gracias a los avances médicos que la ciencia nos ha regalado, existen infinidad de tratamientos para combatir el cáncer de manera efectiva y casi en su totalidad. Lamentablemente, ninguno de estos procedimientos, donde la quimioterapia y la cirugía ocupan un lugar privilegiado, es capaz de detener la reaparición del tumor y su expansión a otros órganos cercanos. La recurrencia y la metástasis del cáncer son los enemigos a batir, de ahí la importancia del nuevo estudio dirigido por el Instituto Oncológico Dana-Farber de Boston, en Estados Unidos.

Un entorno inmunoestimulatorio

Hidrogel
Este procedimiento es muy eficaz contra el cáncer de mama, el de pulmón y el melanoma.

 

En la mayoría de casos, el tratamiento escogido extirpa toda la masa tumoral. Sin embargo, es probable que todavía existan un número pequeño de células cancerígenas con el poder suficiente como para volver a desarrollar el cáncer. Este renacimiento se debe, en parte, a la consecuente eliminación de células y proteínas necesarias para eliminar el tumor. Para paliar este terrible efecto, el equipo responsable ha intentado crear un entorno inmunoestimulatorio para que el sistema inmunológico tome como prioridad combatir el cáncer.

El hidrogel que puede cambiar el mundo

Hidrogel
El próximo objetivo es adaptar el fármaco a humanos.

 

Bajo esta premisa, los investigadores han utilizado un hidrogel cargado de un fármaco inmunoterápico que estimula la actividad de las células inmunes o dendríticas. Este innovador producto, de apenas un centímetro de diámetro, está fabricado con azúcar biodegradable y debe colocarse en la zona donde ha tenido lugar la extracción del tumor. El disco de hidrogel se degrada poco a poco hasta liberar gradualmente el medicamento.

La prueba inicial con ratones ha mostrado unos resultados sorprendentes, previniendo la recurrencia y la metástasis del cáncer de mama. Una situación que se mantuvo durante los meses posteriores a la operación y que además se repitió con sujetos con cáncer de pulmón y melanoma, obteniendo los mismos efectos. “La capacidad de tratar cualquier tumor sólido que pueda ser eliminado mediante cirugía aumenta el número de pacientes que se pueden beneficiar de estos agentes inmunoestimuladores”, explica Michael Goldberg, autor del estudio, en la revista Science Translational Medicine.

 

https://okdiario.com/salud/