Un terapeuta alternativo de Girona da por “bueno” un cáncer de mama visible

La Conselleria de Salud de la Generalitat catalana investiga el caso de una mujer con cáncer de mama de Girona a la que un supuesto terapeuta alternativo le dijo que, si el tumor estaba hacia fuera, es “bueno”. Ante esto, se ha abierto un expediente informativo, un procedimiento que puede acabar en sanción, han explicado fuentes del departamento.

En un mensaje que ha adjuntado la Conselleria en un apunte en Twitter, un médico relata que durante una guardia acudió una mujer joven con cáncer de mama y que presentaba fiebre, y que seguía “un ‘tratamiento’ con terapias alternativas”. Al preguntarle qué le decía su supuesto terapeuta sobre el tumor que tenía, la mujer respondió: “Dice que si sale hacia fuera es bueno, porque significa que se está oxigenando”, ha relatado en el mensaje.

Tras abrir el expediente a través de la Dirección General de Ordenación Profesional y Regulación Sanitaria, la Conselleria ha recordado la necesidad de apostar siempre por “tratamientos validados y con base científica“, y que las terapias complementarias o alternativas nunca pueden sustituir un tratamiento validado.

El Consell de Col·legis de Metges de Catalunya (CCMC) emitió este jueves un documento de posición sobre las terapias complementarias, defendiendo que “no pueden ocupar nunca un papel principal ni exclusivo en el manejo de ninguna patología”, y rechazando las alternativas por su negación de la medicina y la pérdida de oportunidad de tratamiento que generan a los enfermos.

 

https://www.laopinion.es/sucesos/2018/07/20/terapeuta-alternativo-dijo-cancer-mama/895410.html

 

El Clínic aplicará biopsia líquida para detectar riesgo recaída cáncer mama

Investigadores del Hospital Clínic-IDIBAPS aplicarán la biopsia líquida para detectar el riesgo de recaída en cáncer de mama.

El equipo de investigadores coordinado por Aleix Prat, jefe del Servicio de Oncología Médica del Clínic y del equipo Genómica Traslacional y Terapias Dirigidas en Tumores Sólidos del IDIBAPS, ha recibido una ayuda de la XV Convocatoria Anual de Ayudas a la Investigación en Materia de Salud que otorga la Fundación Mutua Madrileña en la categoría de oncología.

El objetivo del proyecto, financiado con 120.000 euros, es determinar la presencia de ADN tumoral en plasma, lo que se conoce como biopsia líquida, para establecer el riesgo de recaída de pacientes con cáncer de mama más allá de los 4 años de seguimiento.

En España se diagnostican alrededor de 25.000 nuevos casos de cáncer de mama cada año y su tasa de incidencia va en aumento.

Según ha explicado Prat, el cáncer de mama receptor hormonal positivo y HER2 negativo representa el 70 % de todos los tumores de mama diagnosticados y es el responsable de la mayor parte de las recaídas y de muertes causadas por la enfermedad.

“El 40 % de las recaídas en esta enfermedad suceden después de 4-5 años de seguimiento, por lo que es fundamental hallar nuevos métodos diagnósticos para identificar mejor el riesgo real de las pacientes de tener una recaída”, ha indicado el oncólogo.

Según Prat, “la identificación de pacientes con un elevado riesgo de recaída entre los 4-10 años de seguimiento nos permitirá estudiar nuevas medidas de seguimiento y tratamiento”.

El investigador ha señalado que, gracias al creciente conocimiento de los mecanismos moleculares del cáncer y el desarrollo de nuevas técnicas, se está promoviendo el estudio de alteraciones moleculares en sangre y otros fluidos corporales.

“El desarrollo de biomarcadores a partir de tejido tumoral es complicado, ya que las biopsias son invasivas, costosas, lentas y no se pueden repetir. En cambio, los biomarcadores basados en sangre, incluido el ADN tumoral circulante, permiten superar los inconvenientes de las biopsias convencionales”, ha resumido Prat.

La biopsia líquida constituye una fuente no invasiva de material que puede permitir la identificación de la composición genómica de los tumores.

El proyecto financiado por la Fundación Mutua Madrileña tiene como objetivo, determinar cuál es la prevalencia de presencia de ADN tumoral circulante en plasma en pacientes con cáncer de mama, libres de enfermedad después de 4-6 años de la cirugía y con alto riesgo de recaída.

De esta manera, los investigadores esperan poder identificar qué pacientes con cáncer de mama RH+/HER2- tienen un mayor riesgo de recaída.

Por otra parte, con la gran cantidad de datos genómicos de muestras tumorales que se generarán en el marco del proyecto, esperan poder determinar cuál es la prevalencia de mutaciones que provocan la resistencia al tratamiento.

“Este proyecto de investigación tiene un enfoque traslacional muy innovador que nos permitirá mejorar la comprensión de la sensibilidad y resistencia del cáncer de mama hormosensible al tratamiento y descubrir nuevos biomarcadores predictivos de supervivencia en cáncer de mama aparentemente curado”, ha concluido Prat.

 

https://www.lavanguardia.com/vida/

Una bióloga del Incliva obtiene una ayuda de 120.000 euros para investigar en oncología

La bióloga valenciana Begoña Pineda, investigadora del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Clínico de Valencia, es una de las beneficiarias del prestigioso programa de ayudas de la Fundación Mutua Madrileña, que ha apoyado con 120.000 euros su proyecto de investigación ‘Análisis del papel de la vía p53-Aurora kinasa como potenciales biomarcadores predictivos y dianas terapéuticas en cáncer de mama triple negativo’.

Tal y como ha comentado Pineda, “el llamado cáncer de mama triple negativo es un subtipo de cáncer de mama muy agresivo, que se suele dar en pacientes jóvenes y que además cuenta con menos opciones terapéuticas, de ahí la importancia en encontrar una diana terapéutica eficaz”.

“Estudios previos desarrollados por nuestro grupo de investigación ya han demostrado que en la mayoría de los tumores triple negativo existe una mutación de la proteína p53, un guardián del genoma que lo protege de los posibles errores del ADN que provocan el cáncer y además, otra enzima, Aurora kinasa, también está aumentada en este tipo de tumores”, ha explicado.

“La presencia y combinación de las dos moléculas aumenta la división celular y con ello favorece la aparición del cáncer. Nuestro estudio tiene por objetivo estudiar la mutua influencia de ambas moléculas en el cáncer triple negativo además de evaluar si una estrategia de combinación de fármacos ya existentes podría modular o inhibir algunas de las dos moléculas” ha informado la investigadora.

Sobre la investigadora Begoña Pineda

Begoña Pineda nació en Cullera (Valencia) en 1978 y se licenció en Ciencias Biológicas en 2001. Se doctoró en 2013 siendo premio extraordinario.

Becada con un contrato Juan de la Cierva de 2012 a 2014, en 2014 realizó una estancia en el MD Anderson Cancer Center de Houston (Texas, EEUU).

Ha crecido como investigadora en Incliva en el Grupo de Investigación de Biología del Cáncer de Mama que coordina la oncóloga Ana Lluch, en el Laboratorio que dirige Pilar Eroles.

Sus investigaciones se han centrado en profundizar en el conocimiento de los subtipos del cáncer de mama HER2+ mediante estudios de expresión y modificaciones post-trascripcionales pero sobre todo, en el campo de la epigenética del cáncer de mama triple negativo para descifrar los posibles mecanismos de resistencia a los tratamientos y mejorar el diagnóstico.

 

https://www.elperiodic.com/valencia/noticias/

Una de cada mil embarazadas o en período de lactancia son diagnosticadas de cáncer, sobre todo de mama y de cérvix

Una de cada mil mujeres embarazadas o en período de lactancia son diagnosticadas de cáncer, sobre todo de mama y de cérvix, tal y como ha informado el MD Anderson Cancer Center de Madrid.

Destacan los de mama y cérvix puesto que “son tumores frecuentes en la mujer, independientemente del embarazo”, ha puntualizado la doctora de la Sección de Tumores de Mama del Servicio de Oncología Médica del MD, Isabel Calvo.

Sin embargo, el embarazo puede ejercer un papel protector frente al cáncer de ovario debido a que “no se producen ovulaciones, es decir, microroturas de la cápsula ovárica, durante la gestación”, ha añadido.

Pueden aducirse dos motivos para explicar la incidencia del cáncer en mujeres embarazadas o que estén en periodo de lactancia. El primero es el retraso en la edad de gestación del primer hijo; el segundo, la mayor concienciación de las mujeres frente al cáncer, lo que las hace acudir a un profesional sanitario ante cualquier síntoma, lo que “ayuda mucho al diagnóstico precoz”, según la doctora Calvo.

En referencia a los tratamientos oncológicos durante el embarazo, la cirugía para tratar el cáncer no suele suponer riesgo, aunque “sí el tiempo de anestesia”, ha señalado la especialista.

En cuanto a la quimioterapia, la doctora Calvo ha subrayado la importancia de evaluar cada caso y “administrarla sólo en los casos en los que sea necesaria, a partir del segundo trimestre e intentando siempre poner el menor número de ciclos posible”. Es importante, asimismo, conocer qué fármacos quimioterápicos es posible utilizar y cuáles no.

Por su parte, la experta también ha incidido en que la radioterapia y la hormonoterapia están contraindicadas durante la gestación.

En general, es importante “valorar el riesgo y el beneficio de los tratamientos y de los procedimientos diagnósticos o quirúrgicos con respecto tanto a la madre como al feto para poder así utilizar los imprescindibles y menos nocivos para ambos”, ha completado la especialista, a pesar de que no hay ninguna terapia oncológica que no entrañe riesgos.

ABORDAJE MULTIDISCIPLINAR DE LA ENFERMEDAD

El proceso de tratamiento de estas pacientes es complejo y requiere de un abordaje multidisciplinar que no se diferencia a los otros tipos de cáncer: oncólogo quirúrgico, oncólogo médico, enfermería, anatomía patológica, radiología, medicina nuclear o psicooncología son algunos de los profesionales que se involucran en este tratamiento.

No obstante, para las embarazadas diagnosticadas con cáncer hay que añadir un especialista en obstetricia que controle el estado del feto en todo momento. Asimismo, según la doctora Calvo, es importante que el centro donde la paciente dé a luz finalmente cuente con unidades de cuidados intensivos pediátricos por si fuesen necesarios, ya que el embarazo es de alto riesgo.

Por último, a los problemas físicos que comporta la enfermedad hay que añadir los psicológicos, por lo que la presencia de un psicooncoólogo es “fundamental”, ha subrayado la experta. “La madre suele tener sentimientos encontrados entre su curación y el daño que los tratamientos pueden causarle al feto”, ha señalado.

A esta circunstancia pueden añadirse otras preocupaciones, como la preservación de la fertilidad y el proceso de lactancia, puesto que la mayoría de los fármacos que se administren a la paciente pueden pasar al bebé a través de la leche.

 

http://www.eleconomista.es/empresas-finanzas/noticias/

Las tasas de supervivencia de cáncer de mama HER2+ han aumentado en 20 años gracias a los nuevos tratamientos

Las tasas de supervivencia de cáncer de mama HER2+ han aumentado en 20 años gracias a la aparición de nuevos tratamientos que cada vez son “más eficaces”, según se ha puesto de manifiesto en la reunión científica celebrada por el grupo académico SOLTI en Barcelona, ‘UP-TO-DATE SUMMIT: Escenarios actuales y futuros en cáncer de mama HER2+’, celebrado con el patrocinio de Pfizer, Seattle Genetics y Daiichi-Sankyo como ‘Platinum Sponsor’; Roche, Amgen y Lilly como ‘Golden Sponsors’, y Celgene como ‘Silver Sponsor’.

“Los tumores de mama que expresan la proteína HER2 en su superficie tienden a ser especialmente agresivos. Sin embargo, desde hace casi dos décadas disponemos de opciones de tratamiento cada vez más eficaces para estas mujeres, así como nuevos fármacos en desarrollo actualmente que están permitiendo elevar sus tasas de supervivencia de manera muy destacada”, ha dicho la jefa de la Unidad de Mama del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, miembro de la Junta Directiva de SOLTI y coordinadora de esta edición del ‘UP-TO-DATE SUMMIT’, Cristina Saura.

Las opciones terapéuticas para ese tipo de cáncer de mama (HER2+) comenzaron con el descubrimiento de trastuzumab en el año 2000 y siguieron con lapatinib, pertuzumab, trastuzumab emtansina y más recientemente neratinib, un inhibidor pan-ERBB de la tirosinquinasa aprobado en EEUU para prevenir las recaídas en pacientes que han terminado al menos un año de tratamiento con trastuzumab tras la cirugía.

En la actualidad, se han abierto nuevas vías de investigación para poder ofrecer más y mejores tratamientos a las pacientes con este subtipo de cáncer de mama. En este sentido, SOLTI cuenta con diferentes estudios que exploran estas nuevas líneas, liderados por el grupo o en los que éste colabora con otras organizaciones nacionales e internacionales.

Entre ellos, es promotora del estudio ‘Patricia’ y también participa en el estudio ‘Patina’, dos ensayos clínicos que analizan el efecto de los inhibidores CDK4/6 en la enfermedad HER2-positiva. El grupo también está participando en la actualidad en un ensayo, recientemente iniciado, que combina tucatinib con trastuzumab y capecitabina en enfermedad metastásica HER2-positiva.

REDUCIR EL TRATAMIENTO EN CÁNCER DE MAMA

Por otra parte, en la reunión también se han abordado, entre otros temas, la posibilidad de reducir de 12 a seis meses el tratamiento con trastuzumab en mujeres con cáncer de mama HER2+ en fases tempranas de la enfermedad. En concreto, el estudio ‘Persephone’ ha demostrado que las complicaciones cardiacas asociadas a trastuzumab pueden reducirse a la mitad con seis meses de tratamiento, pero manteniendo una tasa de supervivencia libre de progresión a los cuatro años similar.

“Todos estos avances en la práctica clínica y en las tasas de supervivencia de nuestras pacientes son fruto de los esfuerzos investigadores de grupos cooperativos como SOLTI, que permiten desarrollar nuevos fármacos y mejores protocolos para abordar la enfermedad por parte de equipos multidisciplinares”, ha dicho la presidenta de SOLTI y oncóloga del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, Eva Ciruelos.

Durante la reunión también se ha abordado el uso de medicamentos biosimilares, y se han analizado también las principales controversias en el manejo actual de los tumores de mama HER2-positivos, tanto en neodyuvancia como en adyuvancia (es decir, antes o después de la cirugía); y tanto en enfermedad temprana como para pacientes que presentan metástasis.

En este sentido, el estudio ‘Aphinty’ en el que ha participado SOLTI, ha demostrado que el tratamiento con pertuzumab, trastuzumab y quimioterapia en mujeres con cáncer de mama HER2-positivo es superior a la quimioterapia combinada solo con trastuzumab, lo que ha llevado a la Agencia Americana del Medicamento (FDA, por sus siglas en inglés) a aprobar el uso de pertuzumab en combinación con trastuzumab y quimioterapia en el tratamiento adyuvante para pacientes con tumores HER2-positivo en fase temprana de la enfermedad pero con alto riesgo de recaída.

 

http://www.eleconomista.es/empresas-finanzas/noticias/

Estudian utilizar la inmunoterapia para tratar el cáncer de mama más agresivo

El Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) de Barcelona está investigando la utilización de la inmunoterapia -emplear el sistema inmune del paciente para atacar las células tumorales- para tratar el cáncer de mama más agresivo.

El investigador del IMIM Toni Celià-Terrassa ha recibido una ayuda de 200.000 dólares del Cancer Research Institute de EEUU, la primera que concede a un centro catalán, para llevar a cabo la investigación sobre el uso de inmunoterapia en el cáncer de mama triple negativo, uno de los más agresivos, que afecta a pacientes más jóvenes y que menos dianas terapéuticas ofrece a los oncólogos.

Celià-Terrassa, investigador en terapia molecular del cáncer que trabaja en el Servicio de Oncología Médica del Hospital del Mar y en el Programa de Investigación en Cáncer del IMIM, ha destacado que “conseguir financiación del Cancer Research Institute es un privilegio y supondrá un gran empuje a nuestra investigación del cáncer de mama triple-negativo”.

“Este proyecto espera encontrar nuevas estrategias para potenciar la respuesta a la inmunoterapia en este tipo de cáncer y evitar recaídas”, ha señalado Celià-Terrassa, que ha dicho que la ayuda permitirá contratar más investigadores para impulsar el trabajo.

El tratamiento con inmunoterapia del cáncer ya se utiliza con éxito en determinados tipos de tumores, como los de pulmón o el melanoma.

Según Celià-Terrassa, las tasas de respuesta se mueven entre el 20 y el 30 %, con el uso de anticuerpos que bloquean los puntos de control del sistema inmune.

“Pero en el cáncer de mama no se han alcanzado estas cifras y la inmunoterapia aún no es una alternativa a la quimioterapia convencional. Por eso queremos estudiar mejor por qué no hay una tasa alta de respuesta y si esto se debe a la heterogeneidad del tumor, y si hay ciertas poblaciones de células dentro del tumor que son más resistentes a la inmunoterapia que otros”, ha detallado el investigador.

El proyecto analizará este enfoque en el cáncer de mama tipo triple-negativo y estudiará las propiedades de las subpoblaciones tumorales que evitan el sistema inmune para diseñar nuevos tratamientos que puedan aprovechar las moléculas que ya se están utilizando para tratar con inmunoterapia otros tipos de tumores.

“Nuestra intención es encontrar las configuraciones específicas de tratamiento para ajustarlo para el cáncer de mama”, ha puntualizado Celià-Terrassa.

También buscarán marcadores que permitan predecir la respuesta a este tratamiento.

Por este motivo, el jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital del Mar y director del Programa de Investigación en Cáncer del IMIM, Joan Albanell, ha destacado que “la inmunoterapia es prometedora en el cáncer de mama triple-negativo, pero los resultados clínicos son aún insuficientes”.

“Una causa de esta limitada actividad de la inmunoterapia parece que es que determinadas células tumorales son prácticamente invisibles para el sistema inmunitario, por lo que hacerlas visibles podría ser un gran paso adelante para mejorar los resultados de la inmunoterapia en cáncer de mama”, ha añadido Albanell.

Toni Celià-Terrassa, que lidera el laboratorio de propiedades de las células madre cancerosas y metástasis del IMIM, se incorporó a esta institución en enero de 2018 mediante una beca Miguel Servet procedente de la Universidad de Princeton, donde trabajó entre 2012 y 2017.

Allí se especializó en la búsqueda de la metástasis del cáncer de mama y estudió los mecanismos moleculares de las células madre mamarias normales y malignas para protegerse de las señales del sistema inmunitario en el cáncer de mama triple-negativo.

 

http://www.lavanguardia.com/vida/

 

Sin energía, las células madre del cáncer se mueren

Las enfermedades oncológicas constituyen, tras las cardiovasculares, la primera causa de mortalidad en nuestro país. De hecho, y de acuerdo con los datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), los distintos tipos de cáncer fueron responsables solo en 2016 del deceso de 112.939 españoles. Y es que si bien en las últimas décadas se han logrado avances muy significativos en la investigación oncológica, aún hay un gran número de tumores que no se pueden tratar. Todo ello a pesar de la eficacia de los tratamientos quimioterápicos disponibles. La razón se explica fundamentalmente por la capacidad de los tumores de ‘adaptarse’ y eludir los efectos de los tratamientos. O lo que es lo mismo, de desarrollar resistencias. Sin embargo, investigadores del Centro Oncológico Rogel de la Universidad de Michigan en Ann Arbor (EE.UU.) podrían haber dado con la clave para prevenir las resistencias de todos los tipos de cáncer. ¿Cómo? Cortándoles sus fuentes de energía.

Como explica Max S. Wicha, director de esta investigación publicada en la revista «Cell Metabolism», «cuando empleamos terapias dirigidas, por lo general solo funcionan durante un cierto periodo de tiempo. Y es que el cáncer se convierte en resistente. Gran parte de esta resistencia proviene de las células madres del cáncer, que cambian de forma para evadir estas terapias dirigidas. Un hallazgo que nos está diciendo que necesitamos múltiples terapias frente a las células madre para atacar las múltiples formas de células madre».

Plasticidad celular

En el año 2003, el equipo de investigadores dirigido por Max Wicha hizo un descubrimiento revolucionario: en los tumores hay un pequeño número de células, denominadas ‘células madre del cáncer’, que son responsables de alimentar tanto del crecimiento como de la expansión del cáncer. Así, y para tener bajo control la proliferación y diseminación de un tumor, lo que hay que hacer es eliminar estas células madre. Lo cual no resulta nada fácil.

Pero, los tratamientos disponibles, ¿no son eficaces frente a estas células madre cancerígenas? Pues sí. Los tratamientos son capaces de reducir el volumen en algunas áreas tumorales. Pero mientras tiene lugar esta reducción, hay otras áreas que se ‘despiertan’ y vuelven a crecer. Como indican los autores, «el cáncer es como el juego de ‘aplastar al topo’. Puedes golpearlo en un lugar y aparecerá en otro diferente».

La razón para este ‘resurgimiento’ tumoral se explica, tal y como muestra el nuevo estudio, por que las células madre cancerígenas se presentan en ‘estados’ diferentes y son muy ‘plásticas’. Es decir, pueden cambiar rápidamente de estado, pasando de un estado inactivo o ‘durmiente’ a un estado de proliferación descontrolada. Y esta plasticidad es la responsable de las dos características clave del cáncer: la multiplicación y la expansión.

Pero aún hay más. El estudio también muestra que el cambio entre los estados de las células madre cancerígenas está controlado por el metabolismo celular, sugiriendo así una posible vía para atacar eficazmente a estas células madre. Concretamente, las células cancerígenas obtienen su energía de las mitocondrias –que necesitan oxígeno para llevar a cabo su función– y, llegado el caso, de la glucosa. Pero las células madre tumorales utilizan ambas fuentes: cuando están en un estado ‘durmiente’, utilizan la glucosa; y cuando se encuentran en un estado activo o ‘proliferativo’, dependen del oxígeno –y por tanto, de las mitocondrias–. Tal es así que, como pensaron los autores, para eliminar a las células madre cancerígenas se requiere actuar sobre ambas vías metabólicas. ¿Y funciona?

Cortar la energía

Para responder a esta pregunta, los autores utilizaron un modelo animal –ratones– con cáncer de mama al que, por una parte, administraron un fármaco ya aprobado para el tratamiento de la artritis y que actúa bloqueando la actividad de las mitocondrias y, por otra, manipularon para bloquear la vía de la glucosa. ¿Y qué pasó? Pues que gracias a la combinación de ambas estrategias, los autores fueron capaces de destruir, por fin, las células madre del cáncer de mama de los animales.

Como concluye Max Wicha, «en lugar de tratar únicamente de matar las células con la administración de fármacos tóxicos, lo que hicimos fue utilizar el metabolismo de las propias células para erradicar el cáncer».

Es más; el sistema inmune parece encontrarse regulado por el metabolismo celular, por lo que a la luz de las nuevas evidencias, la combinación de inmunoterapias con los tratamientos frente a las células madre tumorales podría resultar aún más eficaz en la lucha contra el cáncer. Hay que seguir investigando.

 

https://www.abc.es/salud/enfermedades/

Investigadores de la Vall d’Hebron descubren cómo eliminar las células durmientes del cáncer

Investigadores del Vall d’Hebron Instituto de Oncología(VHIO) han descubierto como eliminar las células tumorales durmientes, causantes de resistencia a los tratamientos y de recaídas de pacientes aparentemente curados, en una investigación que publica este martes ‘The Journal of Clinical Investigation’.

El trabajo ha sido liderado por el investigador del Grupo de Células Madre y Cáncer del VHIO Héctor G. Palmer, mientras que la primera autora es Isabel Puig, del mismo grupo, que han descubierto una nueva diana terapéutica que podría ayudar a eliminar estas células resistentes a los fármacos y responsables de las recaídas, el llamado factor epigenético TET2.

Desarrollo de fármacos

Palmer ha explicado que este descubrimiento, que abre la posibilidad de desarrollar fármacos contra las recaídas del cáncer, ha sido posible tras diez años de investigación, en la que han colaborado la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), la fundación Fero, el Instituto de Salud Carlos III, Ciberonc y Cellex.

El investigador ha recordado que un tumor está formado por células alteradas que crecen y se multiplican de forma continua e incontrolada, pero que existen mecanismos moleculares que son capaces de imponerse a este crecimiento obligando a algunas de estas células a entrar en latencia.

Hasta ahora, según el investigador, la mayoría de los fármacos frenan el crecimiento de los tumores matando a las células que proliferan y no aquellas que están dormidas, entre otras cosas, porque son indetectables y permanecen en el organismo como semillas, dispersándose por el cuerpo y siendo resistentes a los tratamientos.

Por motivos aún desconocidos, en un momento determinado estas células durmientes se despiertan, actúan como células madre, regeneran el tumor original y se propagan a nuevos órganos, lo que se conoce como metástasis.

“Para los pacientes es importante confiar en que los tratamientos funcionarán y que, en caso de buena respuesta, la enfermedad no volverá a aparecer, pero hasta ahora esta es una promesa que no se les puede hacer, lo que genera a los pacientes angustia, pensando que pueden recaer en el futuro”, según Palmer.

Para identificar y aislar las células durmientes, Palmer ha dicho que ha sido determinante la actividad del factor epigenético TET2.

“Este factor actúa como si fuera un director de orquesta que conduce con precisión la actividad del genoma para que se recoja ordenadamente y obliga a la célula a dormirse sin perder todo su futuro potencial maligno”, ha detallado el oncólogo.

El trabajo ha servido para demostrar que la eliminación artificial de TET2 sirve para matar a todas las células tumorales durmientes, convirtiéndose por tanto en una nueva diana terapéutica.

“Desde que identificamos TET2 como el talón de Aquiles de las células durmientes, estamos desarrollando nuevos fármacos para bloquear su actividad enzimática. Estos fármacos permitirán eliminar las células resistentes de los tumores y prevenir futuras recaídas” ha asegurado Palmer.

La investigación llevada a cabo con estas células durmientes no solo ha servido para identificar a TET2 como posible diana, sino que también ha permitido definir un biomarcador para identificar estas células durmientes y resistentes a los tratamientos.

Según Palmer, “TET2 es un enzima que oxida el genoma tumoral dejando una huella (la 5-hidroximetilcitosina o 5hmC) que puede medirse con técnicas convencionales de laboratorio. Nosotros hemos demostrado que una alta actividad de TET2 implica altos niveles de 5hmC y una mayor posibilidad de resistir a los tratamientos y de que los pacientes recaigan”.

“Detectando las células con 5hmC podemos predecir si un paciente resistirá a los tratamientos y si recaerá”, ha dicho Palmer.

Los datos de la investigación han demostrado que las células tumorales durmientes están en diferentes tipos de cáncer como los de colon, mama, pulmón, glioblastoma, melanoma y otros.

 

https://www.elperiodico.com/es/sanidad/

Primer fármaco capaz de ‘desmantelar’ la resistencia en el cáncer de mama

El pasado año se diagnosticaron en nuestro país 26.370 nuevos de cáncer de mama, tipo de tumor que, responsable de hasta 6.477 decesos solo en 2016, representa la primera causa de mortalidad por cualquier enfermedad oncológica entre las mujeres españolas. Y es que a pesar de los avances logrados en su tratamiento, todavía hay un significativo porcentaje de tumores que no pueden ser erradicados. Hay que seguir investigando. Por ejemplo, ya se sabe que más del 60% de los cánceres de mama presentan defectos en la vía de señalización de la fosfoinositol 3-quinasa (PI3K), por lo que esta vía se presenta como una diana terapéutica muy prometedora para combatir, o incluso curar, la enfermedad. Tal es así que en los últimos años se han desarrollado centenares de estudios con el objetivo de hallar un fármaco capaz de actuar sobre esta vía PI3K ‘defectuosa’. Sin ningún éxito. Y ahora, investigadores de la Universidad de California en San Francisco (EE.UU.) han hallado el por qué.

Concretamente, el estudio, publicado en la revista «Nature Chemical Biology», identifica una proteína que es sintetizada por las células de cáncer de mama para proteger la vía PI3K frente a los fármacos. Y lo que es más importante, muestra cómo el empleo de una molécula experimental es capaz de bloquear esta proteína, permitiendo así a los fármacos dirigidos ya disponibles frenar la proliferación celular y reducir el volumen tumoral. De hecho, los autores ya están planificando un ensayo clínico para evaluar si la combinación de estas dos clases de fármacos –molécula experimental y fármacos ya aprobados– puede prolongar la supervivencia de pacientes con cáncer de mama recurrente avanzado.

Como explica Sourav Bandyopadhyay, director de la investigación, «el fracaso de los fármacos frente a PI3K supone un gran misterio. Todas las compañías farmacéuticas dedicadas al cáncer han tratado de actuar de forma dirigida sobe la vía PI3K, pero con poco o ningún éxito. Y ahora sabemos la razón. Así, nuestro trabajo tiene implicaciones clínicas inmediatas, y esperamos que estimule el interés en la combinación de estas dos clases de fármacos frente al cáncer de mama».

Una única proteína

El nuevo estudio se ha centrado en las quinasas, familia que incluye más de 500 enzimas diferentes implicadas en muchas de las funciones biológicas esenciales para el organismo, caso de la división celular. Además, el mal funcionamiento de estas proteínas estimula el crecimiento destructivo de muchos tipos de cáncer. Es el caso, sobre todo, de la vía PI3K –que además de la propia PI3K incluye otras proteínas como AKT y mTOR y diversos genes como ‘PTEN’–, implicada en la mayoría de los casos de cáncer de mama y considerada una diana clave para el tratamiento de distintos tipos de tumores. De hecho, los investigadores creen que la ‘manipulación’ de esta vía PI3K conllevaría que muchos tumores acabaran ‘inmolándose’. Pero aún no se ha encontrado la manera de meterle mano.

Y, exactamente, ¿qué tiene de novedoso este estudio? Pues que en lugar de fijarse en las quinasas implicadas en el crecimiento del cáncer, se ha centrado en aquellas quinasas que podrían estar detrás de los mecanismos por los que las células tumorales desarrollan resistencias a los tratamientos. Como indica Sourav Bandyopadhyay, «en lugar de mirar a un único fármaco, un único tumor o una única quinasa, hemos llevado a cabo una ‘visión sistémica’».

Para ello, los autores han utilizado cultivos de células de cáncer de mama humanas y modelos animales –ratones– y se han centrado en 151 quinasas que podrían participar en el desarrollo de resistencias frente a los fármacos que actúan específicamente sobre la vía PI3K. Un trabajo que ha permitido identificar a una enzima, la ‘Aurora Quinasa A’, como la principal ‘promotora’ de resistencias en el cáncer de mama. Todo ello a pesar de que esta enzima no participa en la vía PI3K. En palabras del director de la investigación, «la presencia de la ‘Aurora Quinasa A’ se asoció con el desarrollo de resistencias frente a todos los fármacos dirigidos frente a la vía PI3K que evaluamos. Es cierto que también hallamos otras enzimas asociadas a resistencias, pero la ‘Aurora Quinasa A’ encabezó la lista de largo».

El siguiente paso fue evaluar si el bloqueo de la actividad de la ‘Aurora Quinasa A’ podía restaurar la eficacia de los fármacos dirigidos frente a la vía PI3K. Y para ello, los autores administraron un fármaco denominado ‘alisertib’ –o ‘MLN8237’– que ya ha sido probado en distintos ensayos clínicos en fase II con distintos tipos de cáncer –sin demasiado éxito, dado que las dosis para que lleve a cabo su efecto son tan tóxicas que resultan intolerables.

Es más; junto a MLN8237 en dosis ‘tolerables’, los autores administraron ‘everolimus’, el único fármaco aprobado capaz de prolongar la supervivencia –aunque no demasiado– en el cáncer de mama recurrente avanzado. ¿Y qué pasó? Pues que el tratamiento logró no solo detener el crecimiento de los tumores con receptores de estrógenos positivos, sino que mató a las células cancerígenas. Y para ello, hay que administrar ambos fármacos –uno solo no vale.

‘Encogimiento’ tumoral

Finalmente, los autores evaluaron la combinación en 12 tipos diferentes de células de cáncer de mama humanas –tanto en cultivos como tras inocularlas en ratones–. Y lo que vieron es que esta unión de MLN8237 y everolimus destruyó la mayoría de cultivos celulares y redujo el volumen de los tumores en los nueve animales tratados. Todo ello, además, sin causar ningún efecto secundario significativo.

Como concluye Sourav Bandyopadhyay, «a día de hoy se han desarrollado más de 200 ensayos clínicos con fármacos experimentales que actúan de forma dirigida sobre la vía PI3K. Unos trabajos que han requerido, muy probablemente, una inversión superior a los mil millones de dólares estadounidenses y que ha dado como resultado la aprobación de un único fármaco: everolimus. Creemos que la razón para el fracaso de estos fármacos se encuentra en las proteínas que, una vez presentes en las células tumorales, causan resistencia innata a estos medicamentos. Pero ahora contamos con la tecnología y los métodos para identificar estas proteínas».

 

 

https://www.abc.es/salud/enfermedades/

 

El hospital del Mar estrena la técnica que trata el cáncer de mama en una sola sesión de radioterapia

Un aparato de radioterapia dentro del quirófano permite irradiar de forma intensa y en una única sesión la zona de la que se acaba de sacar un tumor de mama. Esa técnica que acaba de incorporar el hospital del Mar de Barcelona, pero que ya usaban en Catalunya el ICO y el hospital del Pilar, supone irse a casa sin más tratamientos pendientes.

Pero sólo puede ser así para una cuarta parte de las personas afectadas por un cáncer de mama. “Los casos que más se beneficiarán de esta radioterapia intraoperatoria son los de menos de dos centímetros y sin ganglios afectados, los de mejor pronóstico porque no son triple negativo ni Her2 positivo y que a menudo no necesitarán más que cirugía y esa sesión de radioterapia. También los que después deberán hacer hormonoterapia. Pero en todo caso, se van a casa liquidando el tema de una sola vez”, resumen la responsable de cirugía de mama Mar Vernet y el jefe de radioterapia Manuel Algara del hospital del Mar.

Frente a una rutina que obliga a a esperar tres semanas después de la cirugía para empezar la radioterapia (unas seis sesiones de 20 minutos), el propósito es que una cuarta parte de las pacientes terminen el tratamiento en un solo día.

La sesión alarga la operación de extracción del tumor unos 45 minutos, pero a cambio, no habrá más irradiación (al menos 6 sesiones que se ahorran). “La terapia no ha de traspasar otros tejidos porque el punto a irradiar está abierto, lo que reduce efectos secundarios, y evitamos además uno de los mayores miedos, afectar el corazón o el pulmón. Podemos dar sobredosis sin miedo a dañar otras zonas, incluso podemos proteger con una placa ambos órganos”, explican los expertos del hospital del Mar, que confían en ofrecer esta solución a un centenar de pacientes al año, casi una tercera parte de los cánceres de mama que operan.

La radioterapia aplicada al lecho del tumor justo después de quitarlo y sin siquiera salir de la anestesia parece una solución tan lógica y beneficiosa que sorprende que haya tardado tanto en llegar al sistema público. “Es una cuestión económica y nos pilló la crisis”, admiten los médicos.

Se trata de una inversión importante (medio millón de euros) que queda limitada a estos tumores en ese quirófano, mientras un buen acelerador (2,5 millones) permite tratar todo tipo de cánceres fuera del espacio quirúrgico.

En la sanidad pública empezaron los hospitales canarios y también Zaragoza y Córdoba. Ahora se suma el Mar. “La radioterapia intraoperatoria también nos ayuda mucho cuando hemos tenido que trastear mucho la mama para dejarla sin tumor. No siempre es un tumor fácil y bien delimitado y hay que tocar mucho tejido para asegurar los márgenes. En esas situaciones, irradiar antes de reconstruir mejora los resultados”.

La evolución de los tratamientos cada vez más selectivos para los distintos cánceres de mama describen una realidad enormemente diversa. Entre las prioridades clínicas se pueden incluir los mejores resultados estéticos y la menor interferencia en la vida de las personas afectadas. “En nuestro servicio tratamos cada año más de 280 mamas y calculamos que en poco tiempo podremos ofrecer esta posibilidad de tratamiento a un centenar”, explica la cirujana Vernet. “La mitad de nuestras pacientes no llevarán nada más que el tratamiento local y la hormonoterapia. Las pacientes que no cumplan con las condiciones para recibir sólo esta radioterapia intraoperatoria podrán hacer luego más sesiones externas, pero siempre serán menos que si solo hacen externa”, añade el experto en radioterapia Algara.

La radioterapia in situ también se empieza a aplicar en tumores cerebrales. El enfoque es distinto que en mama. En este caso se pretende mejorar unos habituales malos resultados después de la cirugía. Y se la plantean en cánceres de pelvis.

 

http://www.lavanguardia.com/vida/salud/