Un equipo de investigadores del Hospital Gregorio Marañón de la Comunidad de Madrid, liderado por Miguel Martín, jefe del Servicio de Oncología Médica, ha llevado a cabo un estudio que ha demostrado el beneficio del uso de la biopsia líquida en la personalización de los tratamientos en cáncer de mama metastásicos. Estos tumores liberan en la sangre fragmentos de su ADN en los que pueden estudiarse mutaciones y otras alteraciones genéticas, lo que se conoce como biopsia líquida.
Concretamente, el estudio ha demostrado que la biopsia líquida es capaz de detectar mutaciones del cáncer que no se desvelan en una biopsia del tumor primario. Muchas de estas mutaciones sí que están presentes en las metástasis, pero la biopsia de las mismas es un método cruento, no exento de riesgos, y no puede repetirse con facilidad a lo largo de la historia de la enfermedad metastásica, lo que sí es factible con la biopsia líquida al tratarse de una prueba similar a una analítica corriente.
Por tanto, con la aplicación de la biopsia líquida al seguimiento de la enfermedad, puede personalizarse la terapia de cada paciente y, además, cuantificando el ADN circulante tumoral, se puede conocer precozmente si el paciente está respondiendo o no a la terapia.
La biopsia líquida se obtiene de una muestra de sangre, lo que permite realizar un mayor seguimiento de la evolución del tumor
El trabajo ha sido publicado en la revista científica ‘Journal of Clinical Precision Oncology de la American Society of Clinical Oncology’. Es la primera vez que un grupo de investigadores íntegramente español consigue publicar un artículo en esta la prestigiosa revista científica.
Los investigadores han llevado a cabo un estudio con 40 pacientes con metástasis con cáncer de mama, donde se ha analizado mediante secuenciación genética el tumor primario, como se solía hacer en este tipo de cánceres, y en la misma paciente se ha vuelto a analizar el tumor metastásico con biopsia física y líquida.
En este trabajo se ha podido comprobar que las mutaciones presentes en el tumor primario se encuentran también en las metástasis y biopsia líquida. Sin embargo, en esta investigación se ha constrastado que existen mutaciones tanto en el tumor metastásico como en la biopsia liquida que no estaban presentes en el tumor primario. Por tanto, el conocimiento de estas mutaciones es extremadamente útil para el desarrollo de una medicina de precisión que ajuste los tratamientos al perfil del cáncer en la fase metastásica que se encuentre. Es decir, conocer estas mutaciones permite diseñar un abordaje personalizado que no se hubiese podido llevar a cabo solo estudiando la genética del tumor primario, tal y como se hacía hasta ahora.
MEDICINA PERSONALIZADA
Este hecho es de gran importancia, ya que los tumores metastásicos cambian cada año o dos años; por tanto, hay que variar el tratamiento y para ello habría que repetir una biopsia invasiva tras cada cambio de tratamiento. La biopsia física supone extraer tejido de órganos como el hígado o el pulmón, proceso que tiene riesgo de complicaciones y no se puede repetir indefinidamente. Sin embargo, la biopsia líquida se obtiene de una mera muestra de sangre, que se puede realizar cada vez que sea necesaria.
Por tanto, los investigadores del Hospital Gregorio Marañón, con este estudio, evidencian que la biopsia líquida es una muy buena alternativa para la toma de decisiones terapéuticas en el contexto de una medicina personalizada al ofrecer información de la que se carecía y poder realizar un seguimiento más exhaustivo de la evolución de la metástasis en un cáncer disminuyendo los riesgos para el paciente.
La investigadora española Laura García Carrascosa forma parte del equipo de investigación de la Universidad de Queensland (Australia) que está registrando avances significativos en lograr un método diagnóstico de la presencia de cualquier tipo de cáncer en cualquier persona.
Dres. Laura Gª Carrascosa, Matt Trau y Abu Sina | University of Queensland
La repercusión de este hallazgo podría revolucionar por completo el abordaje de la enfermedad considerando que la prevención y la anticipación a la presencia de las primeras células cancerígenas en un organismo facilitaría de forma muy significativa la aplicación de terapia y la curación.
Agradeciendo en primer término la dedicación prestada por la Dra. García Carrascosa a nuestro medio digital Córdoba Buenas Noticias y sus lectores, hemos querido en primera instancia conocer la repercusión de la investigación en que este grupo de científicos están inmersos:
Alvaro Sánchez – CBN. Entrando en el contenido de vuestra investigación sobre un esperado test diagnóstico universal para el cáncer. Por favor, explíquenos de forma básica para el gran público en qué consiste el hallazgo y qué repercusión y aplicación puede tener en el futuro inmediato o a medio/largo plazo.
Dra. Laura García Carrascosa: Se basa en una observación que hicimos mi estudiante de tesis Abu Sina y yo, ya en el 2014, de que el ADN de una célula cancerígena y el de una célula normal tiene diferente afinidad por el oro, es decir, uno se adhiere, se pega mucho, mientras que el otro no. Esto nos permitía detectar el cáncer de una manera extremadamente sencilla — bastaba con extraerlo y ponerlo en contacto con el oro, pero no podíamos publicarlo porque no sabíamos a ciencia cierta por qué. Eso nos llevó casi cuatro años más.
Descubrimos que la razón estaba en un cambio, llamado metilación, que ocurre en el ADN de las células durante el proceso de cáncer y que afectaba a multitud de propiedades físicas del ADN, incluido su afinidad por el oro.
En términos sencillos, la metilación del ADN es un proceso por el cual las células añaden a una pequeña molécula llamada metilo a su propio ADN. Mediante este proceso marcan que partes del ADN se pueden leer y cuáles no, para que la maquinaria interna de la célula sepa que proteínas se pueden sintetizar en cada momento. Me gusta mucho usar la analogía del árbol de Navidad para explicarlo:
Si la célula fuera una casa y el ADN su árbol de Navidad, veríamos que las células de cada tejido (riñón, cerebro, piel…) decoran el árbol a su manera y esa decoración define la identidad de cada célula. Esto es lo que permite que todas las células del organismo tengan el mismo ADN, y sin embargo sean tan distintas. Esto es porque no todas usan la información de la misma manera. Por ejemplo, una célula del corazón leerá una parte del ADN que codifica información para generar proteínas que participan en la contracción del corazón y esta región no estará accesible en una célula de la piel. Por regla general, cuando un área del ADN esta metilada, esa región no está accesible y no se transcribe a proteína.
En el caso del cáncer, se sabía que muchas de las regiones metiladas se alteran y de esa forma las células del tumor comienzan a producir proteínas que les ayudan a sobrevivir y silencian aquellas que intentan evitar que crezca. Así que hay un gran interés ahora mismo por comprender y detectar este tipo de cambios.
Nosotros ya sabíamos que la afinidad de las moléculas con el oro dependía mucho de su composición química. Por ejemplo, habíamos demostrado ya anteriormente que cambios en la secuencia del ADN afectaban a como este interaccionaba con las superficies de oro.
Como sabíamos que la metilación juega un papel fundamental en cáncer, decidimos ver qué pasaba si poníamos en contacto con el oro, el ADN recién extraído de la célula, sin someterlo ningún tipo de procesamiento químico, para que mantuviera toda su metilación intacta, a ver qué pasaba. Fue increíble. No podíamos caber en nosotros mismos de emoción cuando lo probamos. El ADN de origen cancerígeno se pegó al oro como una lapa, mientras que el normal o el no metilado, apenas se unían.
Entonces empezó, como te contaba, un largo proceso para entender el mecanismo, que es la gran innovación de mi artículo. Volviendo a la analogía del árbol de Navidad, descubrimos que una célula cancerígena pierde casi todas sus bolas de Navidad, excepto por unas regiones aquí y allá que contienen bolas agrupadas en forma de pequeños clusters. En ese sentido, el cáncer es como si en una casa, entrara de repente un bebe y este empezase a arrancar todas la bolas del árbol, y al mismo tiempo decidiera colocar pequeños grupitos aquí y allá. Debido a esta “re-decoración” masiva del ADN, muchas propiedades físicas y químicas del mismo cambian—por ejemplo, el ADN cancerígeno forma unas nanostructuras en soluciones acuosas que son muy pequeñas en comparación con las de un ADN normal, y lo más fascinante de todo, que este cambio en “la decoración del ADN” ocurre en todos los tipos de cáncer y puede usarse como un marcador universal de cáncer.
En cuanto a tu pregunta sobre la repercusión y aplicación puede tener en el futuro inmediato o a medio/largo plazo. Aún es pronto, pero si conseguimos validar nuestros resultados en estudios clínicos con muestra poblacionales más amplias, tendremos en nuestras manos un método realmente sencillo para poder hacer cribados de cáncer en pacientes de riesgo de forma no invasiva, y podría incluso usarse para monitorizar si un paciente inicialmente curado vuelve a mostrar un cáncer. Esto tiene por tanto un potencial inmenso.
Alvaro Sánchez – CBN: Han surgido otras líneas de investigación similares por otros equipos científicos que apuntan a la biopsia líquida para identificar la presencia de células cancerígenas en una persona. ¿Cuál sería la principal diferencia de vuestra investigación, en qué es singular?
Dra. Laura García Carrascosa: Hay muchos grupos de investigación buscando marcadores de cáncer en fluidos como la sangre o la orina, que permitan detectar el cáncer de forma no invasiva, pero en general es difícil encontrar marcadores que sean universales del cáncer, y en la mayoría de casos, son únicamente validos para un tipo concreto de cáncer. Además de eso, requieren procesos mucho más complicados y técnicas más caras y complejas para detectar estos marcadores. En ese sentido, nuestro método destaca por la sencillez y universalidad de su aplicación.
Alvaro Sánchez – CBN: ¿Cree que efectivamente llegaremos a contar con un test simple de aplicar que permita anticipar el diagnóstico del cáncer? Considerando la burocracia, financiación requerida, etc.. ¿en qué plazo sitúa ese momento?
Dra. Laura García Carrascosa: Efectivamente este tipo de descubrimientos llevan un tiempo largo hasta que se materializan en una prueba que se pueda usar en la vida diaria. Los estudios clínicos que necesitamos desarrollar requerirán un mínimo de cinco años, si no más. Y la comercialización depende también de nuestra capacidad para atraer el interés de la industria, etc. Es difícil cuantificar cuando podrá estar disponible.
Alvaro Sánchez – CBN:. Es habitual que la investigación en países como Estados Unidos sea apoyado por filántropos, fundaciones o instituciones privadas con una vertiente solidaria o como proyecto con potencial empresarial. Este esquema pensamos que no está desarrollado en España. ¿Lo considera necesario para acortar los tiempos y lograr el beneficio de los pacientes? Por otra parte, lo ve factible solo con financiación pública? ¿Cómo se enfoca en Australia?
Dra. Laura García Carrascosa: La filantropía es desde luego una vía fantástica para catalizar el desarrollo y aplicación de descubrimientos científicos. En Australia, se está promoviendo mucho este tipo de actividad y yo de hecho estoy trabajando en programas para fomentar que investigadores establezcan este tipo de contactos.
Alvaro Sánchez – CBN: Su investigación gira en torno al diagnóstico, absolutamente clave para la prevención y la curación, pero en puramente en el ámbito de la curación, ¿cree que veremos una cura definitiva del cáncer? ¿Qué nos puede decir al respecto?
Dres. Laura Gª Carrascosa y Abu Sina | University of Queensland
Dra. Laura García Carrascosa: El problema del cáncer es que es una enfermedad terriblemente compleja en la que intervienen multitud de mecanismos y además cada paciente tiene una plasticidad particular para responder a los fármacos.
Aún desconocemos estos mecanismos y también por que unos pacientes responden bien y otros no. Desde hace unos años se están haciendo grandes avances en este sentido. Por ejemplo, ha sido un avance revolucionario el descubrimiento de nuestro potencial para estimular nuestro propio sistema inmune para que sea este el que combata el cáncer desde dentro con la ayuda de inmunoterapias.
Otro gran avance ha sido que cada vez más la investigación se está descentralizando de la perspectiva de catalogar los tipos de cáncer en base a su origen (e.g., tumor de mama) hacia una clasificación basada en el “tipo de mecanismo” que origina el tipo de tumor. Y es que se ha visto que muchos tumores de diferentes tejidos tienen en común que están originados por alteraciones en los mismos tipos de mecanismos y por tanto podrían tratarse con un mismo tipo de terapia. Este descubrimiento está transformando la manera en que entendemos el cáncer. El reto está en desarrollar las tecnologías para poder caracterizar los tumores y descubrir esos mecanismos. Esto es lo que se denomina medicina personalizada que aún está por llegar al ámbito clínico.
Alvaro Sánchez – CBN:. Es un comentario habitual en la sociedad afirmar que existen intereses de grandes grupos multinacionales en que no se produzca o se retrase lo más posible la curación del cáncer, ya que genera enormes ingresos a estas compañías. Nos gustaría conocer su opinión al respecto.
Dra. Laura García Carrascosa: Yo no creo que esto sea así. Las compañías farmacéuticas invierten cantidades ingentes en cualquier descubrimiento con un mínimo de potencial para curar el cáncer.
Aquí por ejemplo muchas farmacéuticas financian multitud de grupos de investigación incluyendo pagarles los salarios de muchos de sus miembros para acelerar los ensayos que permitan demostrar el verdadero potencial de esos fármacos en cáncer.
Muchas gracias Laura por su tiempo. Próximamente nos interesará conocer tu opinión sobre el panorama de la investigación en España y qué perspectivas ves para los nuevos talentos que se plantean desarrollar una carrera parecida a la tuya.
Investigadores de centros de Barcelona, València y Madrid han colaborado en la identificación de un posible marcador de resistencia al tratamiento en el cáncer de mamaHER2, según ha informado este viernes el Hospital del Mar, de Barcelona, que ha liderado el estudio.
La investigación se ha basado en el análisis de muestras de sangre de 66 pacientes y en estudios inmunogenéticos y funcionales de los linfocitos NK (Natural killer cells o células asesinas naturales), cuyo envejecimiento en las pacientes con cáncer de mama HER2 positivo puede servir para predecir el éxito o el fracaso de los tratamientos.
Esta es la conclusión de un estudio liderado por investigadores del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) y médicos del Hospital del Mar, que publica la revista Cancer Immunology Research.
En este estudio también han participado profesionales del Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínic de València, de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid y del Servicio de Inmunogenética del Instituto Universitario Puerta de Hierro, también de Madrid.
El envejecimiento de los linfocitos NK o el número de linfocitos NK CD57+ varía en cada persona de acuerdo con su edad y la influencia de factores genéticos y ambientales, como por ejemplo el número y tipo de infecciones a los que ha debido hacer frente a lo largo de su vida.
Este estudio identifica el envejecimiento de los linfocitos NK como un factor que podría condicionar la eficacia del tratamiento con anticuerpos anti-HER2.
El envejecimiento de estas células se ha medido mediante la cuantificación de linfocitos NK en sangre que expresan la molécula CD57.
Los resultados muestran que las pacientes que presentan un número elevado en sangre en el momento del diagnóstico tienen una mayor posibilidad de ser resistentes al tratamiento con quimioterapia y anticuerpos anti-HER2.
Estas observaciones se complementan con estudios in vitro que muestran que los linfocitos NK CD57+ tienen una menor capacidad de división y, posiblemente, una menor capacidad de llegar hasta el tumor.
La doctora Aura Muntasell, primera firmante del trabajo e investigadora del Grupo de investigación en Inmunidad e Infección del IMIM, ha explicado que “hasta ahora, los fármacos en desarrollo se han centrado en potenciar la capacidad citotóxica de las células NK”.
“Nuestros resultados indican que también hay que tener en cuenta el envejecimiento a la hora de buscar vías para potenciar su capacidad antitumoral”, ha añadido.
Por su parte, el doctor Miguel López-Botet, jefe del Servicio de Inmunología del Hospital del Mar, coordinador del Grupo en el IMIM y catedrático de la Universidad Pompeu Fabra, ha indicado que “la consideración del envejecimiento de los linfocitos NK como un factor relevante se podría extender a otras situaciones, como por ejemplo la aplicación de terapias basadas en la administración de células NK”.
Diagnosticado cada año a cerca de 28.000 mujeres
El cáncer de mama HER2 es diagnosticado cada año a cerca de 28.000 mujeres en España, según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).
Entre un 15% y un 20% son del tipo HER2 positivo, un subtipo que se caracteriza por la presencia del oncogen HER2 en las células tumorales, asociada a un curso clínico agresivo.
Gracias al desarrollo de tratamientos específicos, se ha conseguido revertir este mal pronóstico en todas las fases de la enfermedad.
“Quedan, sin embargo, retos importantes relacionados con la mejora de la personalización del tratamiento, conocer mecanismos de resistencia ‘de novo’ y adquirida, y desarrollar nuevas estrategias para seguir avanzando hacia la curación”, ha considerado la doctora Sònia Servitja, firmante del estudio y doctora adjunta del Servicio de Oncología Médica del Hospital del Mar.
La detección del número de linfocitos NK CD57+ se puede hacer con una pequeña muestra de sangre en el momento del diagnóstico y se podría usar para identificar a las pacientes que presentan una baja probabilidad de respuesta al tratamiento neoadyuvante, que combina la quimioterapia y los anticuerpos monoclonales.
Este trabajo ha contado con financiación facilitada por la Asociación Española contra el Cáncer.
Cada año en Catalunya se diagnostican unos 4.500 cánceres de mama. El 90% de sus tumores (la masa de células que evolucionan incorrectamente) se descubren en estadio localizado, es decir sin metástasis, sin que el foco canceroso se haya propagado. «Como máximo afecta al pecho y a los ganglios de la axila o, en algunos casos, menos, a la mamaria interna, que es una zona que queda detrás del esternón», detalla la oncóloga que coordina la Unidad de Mama del Hospital Clínic de Barcelona, Montse Muñoz.
Gracias a la tecnología genómica, hoy se puede saber a qué tumores les hará falta aplicar más o menos quimioterapia o, incluso, los casos en que no será necesaria. “En la última década, ese cribaje de tumores menos agresivos ha conseguido reducir al menos en un 30% las quimioterapias. Y la selección que se perfecciona día tras día”, apunta Muñoz.
Individualizar así los tratamientos ha mejorado la calidad de vida de las pacientes de esta enfermedad que afectará a una de cada nueve mujeres en algún momento de su vida. “Ha sido posible personalizando el estudio de los genes, en función de sus mutaciones”, precisa el oncólogo e investigador del Institut Oncològic Dr. Rosell – Hospital General de Catalunya, Xavier González. Según dice, hace 35 o 40 años el cáncer de mama se contemplaba como uno. Poco a poco se fueron distinguiendo tumores sensibles a los tratamientos hormonales, bautizados más tarde como Luminales al descubrir los principales genes hiperactivados y desactivados en ellos.
A principios de los 90, se detectó como marcador genético de tumores especialmente agresivos la proteína HER2, que favorece el crecimiento de las células cancerosas. Esa ha sido una de las principales dianas de la investigación sobre cáncer en los últimos años, que ha hecho que los tumores Her2 positivos pasaran de ser los de peor a mejor pronóstico. Ahora se estudia qué es lo que hace que nuestro sistema inmunitario reconozca o no un tumor y, por lo tanto, pueda luchar contra él de manera natural. “Agrupar los tumores según su expresión genética ha sido una ventana abierta a la inmunoterapia”, apunta González.
Tipos de cáncer de mama
Hoy se distinguen cuatro tipos de cáncer de mama: “los triple negativos (15% de los tumores localizados, con un 70% de curación); los HER2+ (entre un 15 y un 20% de los tumores localizados, 85% de ellos curables; y los Luminales, entre el 65 y el 70% de los restantes. Pueden ser de tipo A (la mitad aproximadamente), los más benignos, con menos crecimiento, el 90% de los cuales se curan, y los Luminales B, que se curan en el 75 o 80% de los casos”, explica la oncóloga del Hospital Clínic, Montse Muñoz. “Los cánceres de mama de mejor pronóstico son los Luminales A, que equivalen a entre el 30 y el 40% de todos los detectados. Aunque los demás también tienen buen pronóstico, sobre todo en comparación con cánceres localizados en otros órganos”, añade Muñoz. Aunque hay cierta evidencia de cánceres de mama más agresivos en mujeres menores de 40 años, la oncóloga afirma que “la agresividad del tumor depende de la biología de las células que lo componen y no de la edad”.
Cánceres propagados
Incluso los cánceres de mama en estado de metástasis han mejorado mucho su pronóstico. Según datos de pacientes tratadas en el Institut Català d’Oncologia (ICO), a los 5 años del diagnóstico de metástasis, casi un 38% de ellas aún vive, mientras que hace 20 años, la supervivencia era del 20%. Hoy, solo entre un 5 y un 10% de las pacientes son diagnosticadas desde un inicio con un cáncer de mama avanzado o metastásico. Pero un 25% de las que tenían la enfermedad localizada en el diagnóstico acabarán desarrollando metástasis con los años.
Se calcula que las pacientes de cáncer de mama pueden recaer a los 10, 15 o incluso 20 años después de la primera detección. El seguimiento en el hospital suele oscilar entre los 5 y los 10 años y después se prosigue en el CAP. En el Hospital Clínic se ha implementado un programa de seguimiento compartido (ACMA) entre los profesionales hospitalarios y los de asistencia primaria.
Factores de riesgo
Sedentarismo, retardar el embarazo -una tendencia al alza-, y el aumento de la obesidad son factores de riesgo del cáncer de mama, es decir, contribuyen a desarrollarlo cuando ya existe predisposición genética en un organismo para que suceda. Tal como explica la doctora Muñoz, “debido a la pérdida de hábitos saludables, (desequilibrio alimentario y falta de ejercicio físico) crece la grasa en el cuerpo, que es donde se fabrican las hormonas, con lo que se aumenta la resistencia a la insulina, y el nivel de azúcar en la sangre, la diabetes, pero en general causa también inflamaciones y alteraciones metabólicas relacionadas con el cáncer”.
Secuelas del cáncer de mama
La mastectomía (extirpación de la mama) es el rastro más visible del tratamiento para la curación del cáncer de mama. Y esta alteración de la autoimagen conlleva un impacto emocional en la vida de las pacientes. La aceptación, propia y de la pareja o el entorno más próximo es uno de los aspectos que conviene trabajar, a ser posible de la mano de la psicooncología. «El miedo, durante y después del tratamiento, además de esa aceptación, son otras de las secuelas psicológicas de la enfermedad», indica Meritxell Rovira, presidenta de gAmis (Grup d’Ajuda Mama i Salut). En el terreno físico, añade Rovira, «hay dolores, en los huesos, por ejemplo, que quizás ya no desaparecerán, también cansancio y linfedemas, y un importante descenso de la libido, que dificulta las relaciones sexuales». Además, las relaciones familiares y laborales se pueden ver afectadas, pues el rendimiento puede disminuir debido al cansancio derivado del proceso de cáncer, con sus consecuencias económicas. La entidad Mujeres por la Justicia Laboral, nació hace un año para reclamar cambios legales que protejan a las trabajadoras con la enfermedad.
La preservación de la fertilidad
Ser madre después de haber vivido un cáncer, además de ser ya una realidad factible, es una esperanza que se añade a la propia recuperación de la normalidad en la vida de una paciente. El 13 de junio pasado, profesionales implicados en su día a día en el estudio y tratamiento del cáncer de mama y las técnicas de reproducción asistida para la preservación de la fertilidad en pacientes en situación de riesgo compartieron experiencias y avances en una jornada dedicada a ello. «Las mujeres están dispuestas a interrumpir su tratamiento hormonal para cumplir su deseo de ser madres», puntualiza la oncóloga Montse Muñoz, del Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínic, organizador de la celebración, junto al Institut Clínic de Ginecologia, Obstetrícia i Neonatologia (ICGON) y la Fundación Medicina Fetal Barcelona. La congelación de óvulos, embriones y tejido ovárico son los principales puentes desde la medicina que en la actualidad ya se están implementando para poder alcanzar el sueño de ser madre después de un tratamiento de cáncer. El embarazo natural también es posible.
I+D para curar y mejorar la vida
La caída del cabello por el efecto de la quimioterapia es una de las principales afectaciones psicológicas de las pacientes de cáncer. Por ello también los investigadores tienen en cuenta este aspecto como diana de estudio. «Existe un método que ya implementan algunos hospitales, que, mediante la aplicación de frío sobre la cabeza mientras se recibe la quimio, reduce la caída del cabello», explica Xavier González, miembro de SOLTI, grupo cooperativo de investigación clínica especializado en el cáncer de mama. La reducción de los efectos secundarios, con medicamentos para evitar los vómitos o fármacos para evitar la bajada de defensas son otros ejemplos de estudio en paralelo a los de la propia curación. Otro tipo de investigación, en este caso, alimentaria, se ha realizado desde el ICO con la Fundació Alícia. «Hemos creado una colección de menús para pacientes en tratamiento según el tipo de cáncer, por ejemplo, el de mama, pues existen muchos mitos sobre alimentación y cáncer, y especialmente en el cáncer de mama», explica la responsable de la Unidad de Cuidados del ICO, Társila Ferro.
Sexualidad después del cáncer
Curar el cáncer y garantizar la vida de las pacientes es el primer y más grande reto médico ante esta enfermedad. Pero garantizar la mejor calidad de vida posible también es un objetivo. De ahí las orientaciones sobre nutrición y ejercicio físico. Este último, «es un buen aliado para las pacientes con tratamiento activo. Ayuda a reducir el cansancio físico que las terapias generan, mejora el estado emocional y el manejo del peso, siempre ajustando la intensidad a la capacidad posible en cada momento. Algunos estudios relacionan el ejercicio físico y el normopeso con un mejor pronóstico”, explica la doctora en Enfermería Társila Ferro del ICO. Sobre la gran olvidada, la sexualidad de las pacientes, Ferro afirma que «es una afectación frecuente que hasta hace pocos años las pacientes planteaban escasamente y los profesionales preguntábamos poco, pero ahora las enfermeras de las unidades de cáncer de mama ya sistematizan la atención a la sexualidad”. Disminución de la libido, sequedad vaginal, alteración de la autoimagen y estado emocional requieren en algunos casos la intervención de ginecólogos y psicooncólogos.
La Comisión Europea (CE) ha anunciado la aprobación de talazoparib (Talzenna, Pfizer), uninhibidor oral de la poli ADP-ribosa polimerasa (PARP), indicado en pacientes adultos con cáncer de mama metastásico (CMm) o localmente avanzado con receptor 2 del factor de crecimiento epidérmico humano negativo (HER2-) y con mutaciones germinales en los genes de alta susceptibilidad de cáncer de mama BRCA 1/2 talazoparib. Información de producto. New York. NY: Pfizer Inc: 2018.. Gracias a esta aprobación, las pacientes europeas con CMm triple negativo con mutaciones germinales de BRCA 1/2 cuentan con una nueva opción terapéutica. La decisión también incluye la indicación de esta terapia para pacientes con cáncer de mama (CM) con receptores hormonales positivos (RH+) y mutación germinal en BRCA 1/2 tratadas anteriormente con una terapia endocrina.
“La aprobación de talazoparib responde a la necesidad de poner a disposición de las personas que viven con este tipo de cáncer tratamientos innovadores que se ajusten a las características de su enfermedad”, indica Cecilia Guzmán, directora médica de la Unidad de Oncología de Pfizer España. “Desde Pfizer nos enorgullece poner a disposición de las pacientes en Europa, que cada vez son diagnosticadas a una edad más temprana y tienen opciones de tratamiento limitadas, un tratamiento eficaz administrado una vez al día alternativo a la quimioterapia”, añade.
La decisión de la CE se ha basado en los resultados del ensayo clínico de fase III EMBRACA abierto y aleatorizado. Este programa clínico es el más extenso realizado hasta la fecha con un inhibidor de PARP en pacientes con CMm o CM localmente avanzado que presentan mutación germinal en BRCA. En concreto, el estudio EMBRACA comparó la administración detalazoparib en una dosis diaria frente a la quimioterapia seleccionada por los oncólogos (capecitabina, eribulina, gemcitabina o vinorelbina) en pacientes de CMm o CM localmente avanzado triple negativo o RH+/HER2- con mutación germinal BRCA 1/2 que hubieran recibido hasta tres líneas de tratamiento citotóxico previo para enfermedad avanzada.
Los resultados del EMBRACA demostraron que talazoparib mejora la supervivencia libre de progresión (SLP) hasta 8,6 meses frente a los 5,6 meses observados en el brazo de quimioterapia en pacientes con cáncer de mama triple negativo y/o RH+/ HER2-, con o sin metástasis en el sistema nervioso central, y que recibieron previamente tratamientos de quimioterapia. Los objetivos secundarios del estudio incluían tasas de respuesta, supervivencia global y seguridad.
“Estamos muy ilusionados con los datos que muestran que talazoparibreduce el riesgo de progresión de la enfermedad en un 46%, y demuestra una tasa de respuesta del 62,6%, más del doble que en el brazo de quimioterapia estándar, que es un 27.2%1”, explica Guzmán. “Esta mejora en los resultados de las pacientes tratados con talazoparib pone de manifiesto la importancia de las pruebas genéticas en la toma de decisiones para el correcto tratamiento de las pacientes con CM localmente avanzado o metastásico”, concluye.
La aprobación europea de talazoparib llega tras la opinión positiva del CHMP en mayo de 2019 y su validación por la Agencia del Medicamento (FDA, por sus siglas en inglés) en Estados Unidos en octubre de 2018. De esta manera, Pfizer refuerza su portfolio en Oncología y reafirma su compromiso de poner a disposición de las pacientes terapias innovadoras que permitan abordar la enfermedad de manera más personalizada.
“No me voy a rendir y si hay algún tratamiento que se adapte a mí, quiero que experimenten conmigo”. Con estas duras palabras se manifestaba la malagueña Carolina Cerezo en distintos medios en busca de alguna vía para tratar el cáncer que le habían diagnosticado con 24 años. En redes sociales y en una carta dirigida a El País, la joven expresaba una desesperación por la que pasan cada año cientos de pacientes y sus familiares cuando se les diagnostica una enfermedad grave para la que los tratamientos aún no son efectivos. El caso de Carolina, que falleció a finales de mayo, se convirtió en un símbolo y un ejemplo más de la necesidad de informar a los pacientes de las vías que tienen a su disposición para acceder a estos tratamientos.
“Lo primero que hay que saber es que, efectivamente, un ensayo clínico es una posibilidad de optar a un tratamiento y que te puede llegar en un momento en que todavía puedas tener una oportunidad, pero también implica incertidumbre, ya que el efecto del tratamiento puede ser neutro o incluso negativo”, explica César Hernández García, jefe del Departamento de Medicamentos de Uso Humano de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). “Por otro lado, desgraciadamente, pedir que experimenten con uno no es tan fácil; o bien existe una línea de investigación sobre esa enfermedad a la que incorporarse o no se abre una línea para probar con un solo paciente”.
La decisión de participar en un ensayo clínico conviene hacerla apoyada por un médico
Eso no quiere decir que no haya otras alternativas, como el solicitar el tratamiento de uso compasivo si existe algo que se ha mostrado útil contra la enfermedad pero aún no ha sido aprobado. En cualquier caso, la decisión de participar en un ensayo clínico, insiste Hernández, conviene hacerla apoyada por un médico, que suelen estar al día de cuáles son las últimas investigaciones en marcha y disponen de los recursos necesarios. En caso de no estar de acuerdo con el diagnóstico y tratamiento, en España está garantizado el derecho a una segunda opinión médica por otro especialista y en otro centro, si así se requiere.
Para conocer si existen ensayos clínicos en marcha sobre la enfermedad que padecemos, existen varios recursos oficiales. El más útil y actualizado es el de la propia AEMPS, el Registro Español de Estudios Clínicos. Desde 2013 se han incorporado a este registro 5.056 ensayos realizados en centros españoles. Basta con introducir el nombre de la enfermedad para encontrar toda la información. Si uno busca “cáncer de mama”, por ejemplo, encontrará varios ensayos que están en fase de reclutamiento y otros que aún no se han iniciado, y en cada uno de ellos los criterios de inclusión y exclusión, así como los datos de contacto del promotor, que no siempre está en España. Entre los resultados encontramos un ensayo sobre el “cáncer de mama en etapa avanzada” que probará en 540 sujetos la eficacia de un fármaco contra un tipo concreto de este cáncer (HER2 positivo) y lo comparará con otros tratamientos. Todos los datos se pueden descargar en PDF y están escritos con un esfuerzo por hacerlos inteligibles.
El Registro Español de Estudios Clínicos permite buscar de manera sencilla qué ensayos están en marcha y en qué centros
“El registro está pensado para que sea accesible para todo el mundo”, explica Hernández. “Nosotros incluimos una cosa que no tienen otros registros, un resumen de 100 palabras en un lenguaje lego sobre cuál es el objetivo del ensayo clínico”. Este registro se puso en marcha tras el Real Decreto Legislativo 1/2015, en el que se hizo un gran esfuerzo para facilitar los procedimientos para aprobar ensayos clínicos y que ha supuesto un gran paso adelante. “Se trata de que los pacientes puedan acceder y preguntar a sus médicos, algo que ya ocurre de manera natural, no podemos poner puertas al campo”, explica el responsable de AEMPS.
El segundo nivel de consulta sobre ensayos clínicos disponibles es a una escala más amplia. Se trata del Registro de Ensayos Clínicos de la Unión Europea (EU clinical trials register), que depende de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA). La desventaja es que está en inglés y la información parece de forma mucho menos clara, pero permite localizar todos los ensayos clínicos que se hayan realizado o se estén realizando en los países de la Unión Europea.
A un nivel global se encuentra el registro de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH). En Clinicaltrials.gov se pueden encontrar los ensayos clínicos que se están realizando en más de 190 países. Durante mucho tiempo, para cualquier investigador era requisito indispensable incluir su estudio en este registro si quería publicar los resultados en una revista científica, de modo que se ha convertido en la mayor base de datos del mundo de este tipo de estudios. Aquí también podemos ver el objetivo del ensayo, los datos de contacto de los coordinadores y participantes y su estado actual. Aunque no es habitual, en casos de enfermedades muy poco frecuentes las empresas están dispuestas a pagar el traslado y los gastos del paciente en el país donde se realiza el ensayo.
Las farmacéuticas también ponen las bases de datos con sus ensayos a disposición de los pacientes
Otra pata importante del sistema de información pública es la que aportan las propias compañías farmacéuticas, que ponen las bases de datos con los ensayos que están realizando a disposición de los pacientes. Es el caso de la compañía Lilly, que a través de la web Lillytrialguide y de la aplicación Trials4Me nos permite incluir el código postal junto con la enfermedad sobre la que estamos buscando ensayos y obtener una ubicación de los centros en un mapa de Google. Si uno busca información sobre tratamientos para el cáncer de páncreas metastásico, por ejemplo, puede llegar hasta un ensayo en marcha y leer los requisitos que se piden como paciente, los objetivos del trabajo y un botón para contactar directamente con cada centro.
Mapa con los centros que participan en un s¡ensayo sobre cáncer de páncreasLillytrialguide
“La web está enfocada a los pacientes, de forma que tú pones la enfermedad que tienes y pones dónde vives y te sale el mapa de Google con todos los centros marcados de qué hospitales están investigando y la distancia”, explica José Antonio Sacristán, director médico de Lilly España. Él y su equipo llevan años haciendo un esfuerzo por llegar a las asociaciones de pacientes y poner a su disposición este conocimiento y estas herramientas, para desmitificar muchos aspectos sobre los ensayos clínicos. “Existen muchos prejuicios; que la investigación es peligrosa, que los pacientes son conejillos de indias… Hay que desmitificar esas ideas”, explica. “Y sobre todo tener claro que los pacientes se pueden beneficiar ahora de tratamientos gracias a que, en su día, otros pacientes participaron en ensayos clínicos. Es un poco por altruismo, y dicen los expertos en bioética que esa debe ser la principal motivación para participar”.
Registros de pacientes
Otra posible vía para participar en un ensayo clínico es la que acaba de iniciar la Junta de Andalucía con el Registro Voluntario de Personas Interesadas en Participar en Ensayos Clínicos en Andalucía (ReVECA) que permite crear una especie de “bolsa” de pacientes para los ensayos que vayan aprobándose. Se trata, según la propia Junta, de “una base de datos de gran utilidad para los equipos de investigación que necesiten a personas voluntarias” y un medio para que los pacientes puedan manifestar su voluntad de participar y les puedan contactar en caso de que haya un ensayo sobre su enfermedad.
Durante el año 2017 se autorizaron 780 ensayos, se denegaron 13 y hubo 30 desistimientos
España cuenta además con organismos intermedios como la Plataforma Española de Unidades de Investigación Clínica y Ensayos Clínicos (SCReN) cuyo objetivo es “ayudar a los investigadores del sistema nacional de salud a llevar adelante ensayos”, según explica su coordinador, Emilio Vargas Castrillón. “Sabemos que hay una serie de cosas que a los investigadores les resultan difíciles, como la interacción con la AEMPS, los comités éticos, la documentación o los plazos, y les echamos una mano e intentamos que sea lo más sencillo para ellos”. Por todo esto, nuestro país está entre los que más ensayos clínicos tienen en marcha en Europa. Durante el año 2017 se autorizaron 780 ensayos, se denegaron 13 y hubo 30 desistimientos, según los últimos datos oficiales disponibles.
Solo el 5% de los pacientes cuyo médico es a la vez investigador tiene acceso a los ensayos
“España es un país atractivo porque tiene un sistema de salud muy potente, sus profesionales son muy buenos y ofrece la posibilidad de reclutar pacientes muy rápido”, indica César Hernández desde la AEMPS. “Sí que es verdad que han mejorado los trámites y con la nueva legislación los procesos son más ágiles”, confirma Sacristán desde el sector privado. “España ha hecho un esfuerzo, y también los hospitales, que se han dado cuenta del gran beneficio que supone para el sistema sanitario participar en ensayos clínicos”. ¿Significa esto que nuestro médico estará al día de qué tratamientos se están probando para nuestra enfermedad?
Evolución del número de ensayos clínicos en España AEMPS
“El gran problema es que solo el 5% de los pacientes cuyo médico es a la vez investigador tiene acceso a los ensayos”, señala el director médico de Lilly. “Si tienes la suerte de que tu médico es investigador puedes participar. Con el otro 95% hay que buscar formas de que tengan información de que existen estas opciones. Pero cada vez existen más grupos de investigación dentro de las sociedades científicas, agrupaciones de pacientes… En general es más fácil acceder a la información”. En Estados Unidos, donde solo el 3% de los pacientes participan en ensayos clínicos sobre cáncer, el debate está también en la forma en que las personas acceden a la información y el papel de las redes sociales en esta búsqueda, ya que no siempre circulan datos fiables.
Tratamientos de uso compasivo
Otra posibilidad de los pacientes es recibir un tratamiento de uso compasivo, siempre que se trate de personas “que padecen una enfermedad crónica o gravemente debilitante o que se considera pone en peligro su vida y que no pueden ser tratados satisfactoriamente con un medicamento autorizado”. También se puede autorizar el tratamiento con un medicamento que se está probando con éxito en un ensayo clínico pero en el que el paciente no ha podido participar.
Ante una enfermedad grave, el médico puede pedir que se autorice a su paciente a tomar un fármaco
En todo caso, el propio fabricante del medicamento debe autorizar su uso compasivo y el médico tiene que hacer la solicitud a través del formulario correspondiente para que la AEMPS lo apruebe, tal y como se establece en el RD 1015/2009 sobre disponibilidad de medicamentos en situaciones especiales. Además, el facultativo está obligado a justificar el motivo por el que ese paciente no puede tratarse de forma satisfactoria con las alternativas terapéuticas autorizadas, aportar los datos que apoyan el uso del medicamento para el paciente y las razones por las cuales el paciente no puede ser incluido en un ensayo clínico.
“Son medicamentos que están en investigación y aún no han sido autorizados, pero existen indicios de que pueden tener una eficacia”, indica Sacristán. “También se le aplica a pacientes que han participado en un ensayo clínico que ha tenido buen resultado. Cuando termina, pasa un tiempo hasta que se aprueba el medicamento, y ahí el uso compasivo consiste en continuar el tratamiento de esos pacientes hasta que el tratamiento se apruebe”. A menudo, es la propia compañía la que suministra ese fármaco sin coste alguno.
Evolución del número de autorizaciones de uso compasivo en los últimos años AEMPS
Como se recoge en la memoria anual de la agencia, cada año se reciben entre 30.000 y 35.000 solicitudes para pacientes y la inmensa mayoría son aprobadas. En la práctica clínica, hay decenas de ejemplos de medicamentos que se usan así, sobre todo en oncología, como el Everólimus para cáncer de riñón metastásico, el acetato de abiratenona para el cáncer de próstata o el Ipilimumab para el melanoma metastásico. Asimismo, como señala la profesora de farmacología de la Universidad de Málaga Encarnación Blanco-Reina en una revisión sobre el tema, “la práctica de prescribir medicamentos fuera de las condiciones de uso autorizadas puede entrañar beneficios, pero también riesgos, a veces muy importantes para el paciente”, y en una parte de los casos la eficacia terapéutica no tiene suficiente respaldo científico, de modo que conviene ser cautelosos.
Investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL), con la participación del Baylor College of Medicine de Houston (Estados Unidos) y el Instituto Universitario de Oncología del Principado de Asturias (IUOPA), han relacionado el alto número de copias de una región cromosómica con la aparición de la resistencia al docetaxel, un medicamento quimioterapéutico usado en cáncer de mama.
Este proyecto de investigación, publicado en la revista ‘Cancer Research’, se ha centrado en el subtipo de cáncer de mama más agresivo: el triple negativo. Este subgrupo se caracteriza por ser muy heterogéneo (motivo por el cual no existen terapias dirigidas para combatirlo) y suele estar asociado a mal pronóstico.
A pesar de que la respuesta inicial a quimioterapia sea positiva es frecuente que durante el tratamiento se desarrolle resistencia al fármaco. “Uno de los retos a los que frecuentemente se enfrentan los oncólogos es la selección del fármaco de quimioterapia que más beneficie a los pacientes con cáncer de mama triple negativo. Esta selección se hace en la mayor parte de los casos de forma arbitraria”, explican los investigadores, liderados por la jefa del grupo de Transformación y Metástasis del IDIBELLE, Eva González-Suárez.
Para este trabajo, los científicos españoles han trabajado con modelos xenógrafos derivados de pacientes (PDX), que son modelos animales (ratones) a los que han implantado células tumorales del paciente, de manera que la muestra tumoral es mucho más representativa que no un cultivo celular convencional. En estos modelos se pueden testar distintos fármacos para ver si son efectivos, así como hacer estudios de resistencia, es decir, detectar si hay células que no responden al tratamiento.
Analizando el efecto del docetaxel en cancer de mama triple negativo en PDX, los investigadores han observado que al igual que sucede en los pacientes, la resistencia a docetaxel emerge durante el tratamiento, y han comparado el genoma de tumores sensibles al docetaxel y tumores apareados que derivan de ellos una vez ha surgido la resistencia tras el tratamiento continuado con docetaxel.
Así, han identificado un aumento en el número de copias de una región del cromosoma 12, llamada ‘chr12p’, en tumores resistentes al docetaxel e incluso tras tratamientos cortos con el fármaco. Estos resultados implican que una subpoblación de células tumorales resistentes al docetaxel está presente en el tumor y sobreviven al fármaco, a diferencia de las demás que mueren durante el tratamiento.
Además, los investigadores han descubierto que está subpoblación con muchas copias de ‘chr12p’ resistente a docetaxel es muy vulnerable al tratamiento con otro fármaco de quimioterapia, el carboplatino, razón por la cual la doctora González-Suárez propone “aplicar un tratamiento secuencial que combine primero docetaxel y luego carboplatino, en vez de usar ambos fármacos individualmente o de manera simultánea como se hace actualmente”.
“Hemos asociado la presencia de esta región cromosómica a la resistencia a docetaxel y la vulnerabilidad al carboplatino. Proponemos que el número de copias de chr12p se tenga presente como biomarcador para predecir si los tumores de los pacientes desarrollarán, o no, resistencia al docetaxel; y lo que es aún más importante, una vez emerja la resistencia a docetaxel, contar con un fármaco alternativo, el carboplatino”, concluye González-Suárez.
La Unidad de Cirugía Endocrina, Bariátrica y Mama del Servicio de Cirugía General del Miguel Servet de Zaragoza (HUMS) ha recibido el premio a la Mejor Comunicación oral por el trabajo Cirugía oncoplástica y RIO en cáncer de mama precoz. La experiencia ha sido muy valorada en el Congreso de la Asociación Española de Cirujanos de la Mama (Aecima), celebrado en Valencia en mayo.
El desarrollo de la radioterapia intraoperatoria (RIO) en cáncer de mama en el Miguel Servet ha sido ampliamente reconocido en otros centros sanitarios del país, ya que en numerosas ocasiones han venido colegas a conocer la experiencia llevada a cabo en Zaragoza para exportarla a sus comunidades.
La RIO implica que en la misma sesión quirúrgica en la que a la mujer se le extrae el tumor de mama se le administra la radioterapia en el lecho del mismo, evitando que la paciente tenga que regresar después a someterse a sesiones en el acelerador de electrones en un porcentaje muy elevado de casos. “La RIO ya es algo bastante novedoso porque no todos los centros donde se hace cirugía de cáncer de mama tienen la posibilidad de aplicar la radioterapia intraoperatoria, pero lo que hemos hecho ahora es sumarla al grupo de pacientes que se pueden beneficiar de cirugía oncoplástica, que es aquella que aúna dos fines: el oncológico -resección de tejido mamario con margen libre de tumor-, y fin estético”, explica la doctora Ana Palomares.
INDICACIONES
La cirugía oncoplástica no está indicada en todas las pacientes que necesiten ser operadas de cáncer de mama, sino solo en aquellas que, o bien requieren una resección importante de tejido mamario, o bien presentan una situación estética previa a la intervención que pueda afectar notablemente en el resultado posterior. De esta forma, se aplica la cirugía oncoplástica cuando hay que extirpar más del 40% del tejido mamario, cuando se tienen que operar mamas muy grandes o asimétricas o cuando se trata de casos de ptosis mamaria (caída del pecho).
De momento, en el Servet llevan ya una serie de 26 casos de Cirugía Oncoplástica con RIO, experiencia que se mostró en la Comunicación oral premiada. Los doctores Ana Palomares y Ernesto Hernando presentaron dicha comunicación y recogieron este reconocimiento en Valencia y destacaron que el avance en estas técnicas ha sido posible gracias al trabajo de todos los Servicios Quirúrgicos, Centrales y Médicos implicados en el Proceso de Cáncer de Mama.
Los expertos afirman que los tumores pueden variar genéticamente en su evolución, por lo que conocer dicha variación podría favorecer la elección del tratamiento idóneo. En el caso del cáncer de mama, el segundo tumor más frecuente en las mujeres, lograr la secuenciación completa del ADN del cáncer de mama metastásico permitiría avanzar en esos tratamientos más personalizados y efectivos.
Precismante la genómica y el sistema inmune son las áreas que centrarán parte de la duodécima Revisión Anual GEICAM de Avances en Cáncer de Mama (RAGMA19), que se celebró en Madrid, con la asistencia de más de 300 especialistas para conocer las novedades más relevantes en el manejo de esta enfermedad.
En la secuenciación completa del ADN del tumor se basan ahora las nuevas investigaciones y dianas terapéuticas, que se revelan como esenciales para el desarrollo y control del cáncer de mama. Una de las aportaciones más destacadas en la presente edición de RAGMA19 viene de la mano de la doctora Lindsay Angus, del Hospital Erasmus MC, en Rotterdam (Holanda), que presenta los resultados del estudio CPCT-02, puesto en marcha por el Centro para el Tratamiento Personalizado del Cáncer (CPCT) en colaboración con la Hartwig Medical Foundation.
Basado en la realización de biopsias de pacientes metastásicas para obtener la secuenciación completa del ADN del tumor, el proyecto tiene como objetivo principal analizar este material genético de cada paciente con el fin de elegir el mejor tratamiento posible y predecir su respuesta. “Las pacientes con enfermedad avanzada son tratadas en la actualidad teniendo en cuenta las características del tumor primario, cuando se sabe que éstas pueden variar sustancialmente entre el tumor primario y las lesiones metastásicas, donde suele haber una mayor carga mutacional. Sin embargo, apenas se utilizan los perfiles genéticos a la hora de elegir la terapia en esta fase de la enfermedad” alega la doctora Angus.
El experto de GEICAM y miembro del comité organizador, José Enrique Alés, destacó “el valor de conectar conocimiento” de estas jornadas, frase que además se ha convertido en el lema de esta edición. Por eso toma especial relevancia el concepto de “investigación traslacional” que, como explicó Federico Rojo, responsable de patología molecular de la Fundación Jiménez Díaz, supone trasladar el conocimiento científico que se genera en los laboratorios a la práctica clínica con el objetivo de “mejorar la calidad de vida de los pacientes”.
Otro de los asuntos destacados en RAGMA19 es el papel que juegan los linfocitos infiltrantes de tumor (TIL, por sus siglas en inglés) para la potenciación del sistema inmune para luchar contra el cáncer de mama. La reactivación de estas células inmunitarias presentes en el organismo, con una importante función de defensa, mejora la respuesta del sistema inmune frente al tumor, tal y como apunta el doctor Roberto Salgado, del Peter Mac Callum Cancer Center de Melbourne (Australia). “Hay numerosas evidencias de que mujeres con estas variantes y elevados niveles de TILs han tenido una excelente supervivencia, siendo cercana al 100 por 100 a los cinco años”, según los datos de este experto.
Investigación y control
La presentación de RAGMA19 se convirtió en todo un alegato por la investigación científica, sin la que no podremos experimentar los avances necesario en el tratamiento de los tumores. Una investigación sin la que, por ejemplo, podríamos reducir el tiempo que se tarda entre el diagnóstico y el tratamiento. “Cuanto menor sea se mejorarán los datos de supervivencia y se mejorará la calidad de vida de las personas” refirió el director de la Escuela Andaluza de Salud Pública, Joan Carles March, que incidió en la necesidad de la implicación de las administraciones públicas.
“Sabemos que el futuro de la enfermedad se asienta en dos pilares: investigación y tratamiento” subrayó Olga Cantera, representante de la Federación Española de Cáncer de mama (FECMA), que llamó a no perder ese tren porque “de la investigación nos beneficiaremos todos”.
En este sentido, Federico Rojo lamentó que en nuestro país no haya en marcha ninguna iniciativa de medicina de precisión en este momento, y como sí que están desarrollando en países de nuestro entorno. Por eso insistió en que las autoridades deben adoptar esas iniciativas para mejorar el conocimiento científico. “Nuestros esfuerzos hasta ahora han conseguido solo una ponencia en el Senado”, lamentó, ante lo que agregó que “las administraciones tienen que tomar la iniciativa y asumir las responsabilidades”.
El propio Roberto Salgado propuso la creación de un registro nacional de la alteración genómica de la población con cáncer de mama. Una información que no tenemos y que consideró “crucial” para la atracción y realización de ensayos clínicos, y una información “que la industria necesita”.