Identifican biomarcadores que detectarían a mujeres con mayor riesgo de sufrir cáncer de mama

Un estudio liderado por el grupo de Investigación Biomédica con Células Madre de Cáncer del Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR) ha identificado un grupo de biomarcadores que en mujeres sanas ayudaría a detectar un riesgo más elevado de sufrir cáncer de mama. De esta forma, se podría llevar a cabo un seguimiento más exhaustivo de estas personas. Así, en caso de que apareciera un tumor en el futuro, este se podría detectar precozmente mejorando así el pronóstico de la enfermedad y su supervivencia. El trabajo ha contado con la participación del VHIR, el Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO), el CAP Vallcarca-Sant Gervasi de Barcelona, el Instituto Oncológico IOB, la Clínica Universitaria de Navarra (Madrid) y el CIBER de Cáncer (CIBERONC). Los resultados se han publicado en la revista Frontiers in Oncology.

Los investigadores han hallado un conjunto de cinco microRNAs capaces de diferenciar si una muestra de sangre corresponde a una paciente con cáncer de mama o a una mujer sana

En España, una de cada 8 mujeres desarrollará cáncer de mama invasivo a lo largo de su vida. Para mejorar la supervivencia de estas pacientes, los investigadores del estudio han hallado un conjunto de 5 biomarcadores en sangre, conocidos como microRNAs, que permiten conocer el riesgo personalizado de desarrollar cáncer de mama. Los microRNAs son un tipo de pequeñas moléculas que se encargan de inactivar algunos genes e impedir que se expresen algunas proteínas en las células. En estudios previos ya se ha demostrado su relación con el desarrollo de determinados tipos de cáncer, pero hasta ahora no existía un modelo de predicción de riesgo preciso de cáncer de mama.

El objetivo del estudio liderado por el VHIR era detectar el cáncer a nivel molecular en sangre antes de que aparezcan sus síntomas o antes de que se pueda detectar mediante las pruebas convencionales. La Dra. Matilde Lleonart, jefa del grupo de Investigación Biomédica con Células Madre de Cáncer del VHIR e investigadora del CIBERONC remarca que “encontrar estas alteraciones moleculares en la sangre de una paciente significa que hay algún cambio en alguna célula, pero no siempre tiene implicaciones clínicas. Es posible que nunca se desarrollen signos ni síntomas de la enfermedad, que es lo que tiene un impacto en la vida. Este hallazgo, por lo tanto, permite detectar un riesgo elevado de padecer cáncer de mama en el futuro, pero no supone un diagnóstico de la enfermedad”.

CINCO MICRORNAS CON CAPACIDAD DE PREDICCIÓN

Para llevar a cabo el estudio, los investigadores obtuvieron tejido tumoral y normal, así como suero de 96 pacientes con cáncer de mama y se comparó con el suero de 92 pacientes sanas. En todas ellas se analizaron hasta 30 microRNAs que en estudios previos se había observado que eran capaces de diferenciar tejido normal y tejido tumoral.

“De entre todos los microRNAs que estudiamos, identificamos cinco que, según sus niveles de expresión, nos permitían saber si una muestra de suero determinada pertenecía a una paciente control o a una con cáncer. Conforman así una firma molecular capaz de predecir el cáncer de mama”, explica la Dra. Lleonart. Concretamente, la firma molecular estaba basada en los microRNAs siguientes: miR-125b, miR-29c, miR-16, miR-1260 y miR-451. Así, en función de si los niveles de cada uno de estos microRNAs son más o menos elevados, hay más o menos riesgo de que la paciente desarrolle cáncer de mama. “Esta firma molecular podría predecir, por lo tanto, a qué pacientes se les debería realizar un seguimiento más exhaustivo que se podría llevar a cabo mediante ecografías, que son menos agresivas e implican menos riesgo a nivel de radiación que otras técnicas como las mamografías”, afirma la Dra. Lleonart.

Conocer qué personas tienen más riesgo de desarrollar cáncer de mama permitiría llevar a cabo un seguimiento más exhaustivo

Esta herramienta fue posteriormente validada por los mismos investigadores con muestras de otro grupo de 20 pacientes de cáncer de mama y 60 mujeres voluntarias sanas y comprobaron que esta firma molecular tiene una exactitud del 86%, una sensibilidad del 100% y una especificidad del 81%. “Lo más importante es que es una metodología que no tiene falsos negativos, es decir, todas las mujeres con cáncer obtienen el patrón de microRNAs que esperamos para pacientes con cáncer”, destaca la Dra. Lleonart. Entre las voluntarias sanas, 11 obtuvieron este patrón (un 18,3%) que correspondería a un mayor riesgo de desarrollar cáncer en el futuro.

CD44, UNA PROTEÍNA RELACIONADA CON EL CÁNCER DE MAMA

Entre los microRNAs de la firma molecular descrita por el estudio del VHIR se encuentra miR-16. Como sucede con todos los microRNAs, miR-16 se encarga de silenciar varios genes y, por lo tanto, impedir que se formen las proteínas correspondientes. En este caso, miR-16 controla la proteína CD44. Así, cuando los niveles de miR-16 son elevados, CD44 está muy poco expresada y, de la misma forma, si los niveles de miR-16 son bajos, los de CD44 se encuentran muy elevados.

Estudios previos habían descrito niveles elevados de CD44 en suero en un tipo de cáncer de mama muy agresivo, el triple negativo. Estos resultados dan fuerza a la idea de que CD44 podría ser un marcador de otros subtipos moleculares de cáncer de mama. “Es interesante que hemos encontrado este marcador también en los tumores luminales A y B los cuales, aunque son menos agresivos, pueden producir recidivas a largo plazo y reaparecer en forma de metástasis agresivas al cabo de los años”, concluye la Dra. Lleonart.

Desde Vall d’Hebron, el estudio ha sido liderado por el grupo de Investigación Biomédica en Células Madre de Cáncer del VHIR con la colaboración del grupo de investigación en Patología Molecular Traslacional del VHIR, la Unidad de Patología Mamaria y el Servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Universitario Vall d’Hebron y el grupo de Cáncer de Mama y Melanoma del VHIO. El trabajo también ha contado con la participación activa de la Unidad de Estadística y Bioinformática (UEB) del VHIR, el Laboratorio de Proteómica CSIC/UAB, el Centro de Hemoterapia y Hemodonación de Castilla y León y el Banco de Sangre y Tejidos de Cataluña.

SUEÑO DE COLORES

‘Sueño de colores’ es una campaña de Vall d’Hebron para la investigación contra el cáncer de la mujer y la mejora del bienestar de la salud de todas aquellas mujeres que lo sufren. Se trata de una iniciativa solidaria, símbolo de la lucha y el espíritu de superación de todas las mujeres que padecen cáncer. La iniciativa consta de la venta de un pañuelo solidario diseñado por la artista Claudia Valsells, con la colaboración de Judit Mascó. El pañuelo se puede comprar en las tiendas Natura o a través de si tienda online. Los beneficios obtenidos se destinan a financiar dos grandes programas de investigación: uno para estudiar cómo se puede mejorar el bienestar de las pacientes mediante un programa de apoyo psicológico en momentos clave después del diagnóstico de un cáncer de mama y otro de investigación biomédica en cáncer ginecológico.

Fuente: Consalud

Imagen: Equipo de investigadores de Vall d’Hebron y el CAP Vallcarca Sant Gervasi (Foto. Vall d´Hebron)

Tomosíntesi

La tomosíntesis con mamografía sintética mejora la detección del cáncer de mama

Los ensayos de cribado europeos han encontrado tasas de detección de cáncer significativamente mayores con tomosíntesis digital de mama, con tasas de recuperación más bajas o comparables a las de la mamografía

La tomosíntesis digital de mama (TDM) en combinación con la mamografía sintética mejora la detección del cáncer sobre la mamografía digital sola, según un estudio de investigadores italianos publicado en la revista ‘Radiology’. Los resultados del estudio añaden más apoyo al uso de TDM en programas de detección de cáncer de mama basados en el cribado poblacional.

Los programas de detección del cáncer de mama que utilizan mamografías han logrado reducir la mortalidad por la enfermedad al detectarla en sus etapas más tempranas y tratables. Sin embargo, la mamografía tiene algunas limitaciones, incluida una sensibilidad reducida para la detección del cáncer en mamas densas.

También produce una tasa de recuerdo más alta que la óptima, o la tasa a la que se llama a las mujeres para obtener imágenes adicionales basadas en resultados inciertos.

La TDM, también conocida como mamografía 3D, aborda algunas de estas limitaciones. Con ella se consigue una serie de imágenes de rayos X de un brazo móvil que forma un arco alrededor de la mama. Los ensayos de cribado europeos han encontrado tasas de detección de cáncer significativamente mayores con TDM, con tasas de recuperación más bajas o comparables a las de la mamografía.

La combinación de TDM con mamografía sintética, una técnica en la que se reconstruyen imágenes 2D a partir de los datos de TDM, reduce la exposición a la radiación, lo que hace que la combinación sea viable para los programas de detección.

A pesar de su promesa, hay pocos resultados disponibles sobre los resultados posteriores después de la detección con TDM, un déficit que los investigadores del Estudio Piloto de Verona, en Italia, han estado trabajando.

“Una organización necesita dos cosas para mejorar los resultados de un programa de detección –explica la autora principal del estudio, Francesca Caumo, del Departamento de Radiología de Senos del Instituto Veneto de Oncología, en Padua–. Se necesita una mejor prueba de primer nivel y una forma de superar el efecto de la densidad mamaria para definir el riesgo de una paciente. El Estudio Piloto quiere responder al primer punto, mostrando la validez de la TDM como prueba de detección, en lugar de mamografía tradicional”.

En el estudio, la doctora Caumo y sus colegas analizaron los resultados de más de 32.000 mujeres que fueron examinadas para detectar cáncer de mama y luego volvieron a examinar dos años después. Después de una primera ronda de imágenes por TDM con mamografía sintética, aproximadamente la mitad de los participantes del estudio fueron reexaminados por TDM y mamografía sintética y la otra mitad por mamografía.

Un total de 32.870 mujeres, con una edad promedio de 58 años, fueron reexaminadas, incluidas 16.198 con mamografía sintética TDM y 16.672 con mamografía.

La tomosíntesis digital de mama en la primera ronda y en el nuevo cribado detectó una mayor proporción de cánceres en estadio temprano que el cribado con mamografía digital.

La tasa de detección de cáncer fue de 8,1 por 1.000 para la nueva detección con TDM y mamografía sintética en comparación con el 4,5 por 1000 para la nueva detección con mamografía. No hubo diferencia en la tasa de recordatorios en la nueva detección con TDM y mamografía y mamografía sintética.

En el nuevo cribado, la proporción de tumores en estadio II o superior fue del 14,5% con TDM y mamografía sintética, considerablemente más alta que el 8,5% con mamografía.

“El menor número de cánceres en etapa II o superior con la prueba de detección de TDM más mamografía sintética demuestra que la TDM tiene la capacidad de anticipar la detección de cánceres que podrían avanzar en los próximos dos años –señala la doctora Caumo–. Esto brinda un mayor beneficio a nuestros pacientes”.

Para el siguiente paso en el Estudio Piloto de Verona, los investigadores planean completar un análisis de los cánceres de intervalo, o cánceres que aparecen en el período entre exámenes.

La doctora también está explorando el impacto de incorporar medidas volumétricas de densidad mamaria en el perfil de riesgo de la paciente a través de su proyecto de Detección de mamas basada en riesgos (RiBBS). Aproximadamente 10.000 mujeres se someterán a la prueba de detección de mamografía sintética más DTM. A todas las mujeres cuya densidad mamaria se encuentre por encima de un cierto valor umbral, se les pedirá que se les realicen imágenes mamarias adicionales con ultrasonido.

“El objetivo principal de esta investigación es demostrar que un modelo personalizado de detección es más eficiente que uno normal que me gusta llamar un programa de ‘talla única’, en el que cada mujer debe realizar una prueba de detección de mamografía anual sin ningún tipo de estratificación del riesgo –explica la doctora Caumo–. La categoría de riesgo determinará los intervalos del evento de detección posterior: bienal para mujeres de bajo riesgo y anual para mujeres de riesgo intermedio y alto”.

Fuente: El médico interactivo

Fundación Le Cadó 10 años

La Fundación Le Cadó celebra su décimo aniversario con 150.000 euros donados a la investigación contra el cáncer de mama

Esta semana hace 10 años que nació la Fundación Le Cadó, la primera Fundación no científica contra el cáncer de mama en el ámbito español. Durante estos diez años la Fundación Le Cadó se ha dedicado a organizar distintos eventos sociales, talleres e iniciativas con un único objetivo, recaudar fondos para la investigación contra el cáncer de mama.

A día de hoy, ha financiado con 115.000 euros la investigación del cáncer de mama en mujeres menores de 35 años, un estudio llevado a cabo desde el Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA de Valencia y con 45.000 euros el estudio de investigación genética “Descifrando el genoma del cáncer de mama hereditario”, llevado a cabo desde el Hospital Provincial de Castellón. En total, 150.000 euros donados íntegramente a la investigación.

Cabe destacar que tal y como asegura la prestigiosa oncóloga, la Dra. Ana Lluch, supervisora del estudio del cáncer de mama en mujeres jóvenes: “Ha sido uno de los proyectos que la Fundación Le Cadó ha subvencionado, prácticamente, ella sola”. “Nos ha permitido continuar durante todos estos años con el proyecto, sin parones mientras conseguíamos financiación estatal”, explica la Dra. Maite Martínez, actual directora del proyecto.

Una de las principales fuentes de financiación para la Fundación son las marchas solidarias que organiza por distintos municipios de la provincia de Castellón. Este año, en cambio, la actual crisis sanitaria en la que vivimos no les ha permitido celebrarla, así como tampoco los actos previstos para la conmemoración de su décimo aniversario.

Sin embargo, desde la organización quieren dar las gracias a todas las personas que año tras año participan en los distintos actos, aportando su granito de arena, ya sea como participantes, voluntarios o colaboradores. Y aseguran que solo de esta manera podemos seguir financiando la investigación contra el cáncer de mama. “La investigación para una mujer con cáncer de mama es ilusión, es saber que cuando tu no puedes luchar alguien lucha por ti”, explica Elvira Monferrer, presidenta de la Fundación y paciente de cáncer de mama.

Por ello, y para celebrar este año tan espacial, la Fundación Le Cadó ha publicado un vídeo dedicado a todas las personas que siguen luchando con ellos año tras año. Y les aplauden por su gran implicación y concienciación en este denominador común, la lucha contra el cáncer de mama.