Demuestran la importancia de las células inmunes en el tratamiento del cáncer de mama HER2+

La composición y la densidad de las células inmunes que componen el microambiente tumoral no es relevante a la hora de predecir una respuesta completa patológica del tumor al tratamiento con fármacos anti-HER2. La clave es conocer la localización y la actividad de estas células. En concreto saber si se encuentran en contacto con las células tumorales y si están o no exhaustas.

Esta es una de las conclusiones que se desprenden del estudio coordinado por el Dr. Paolo Nuciforo, investigador principal del Grupo de Oncología Molecular del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO), que forma parte de Campus Vall d’Hebron, y por el Dr. Aleix Prat, jefe del Servicio de Oncología Médica del Clínic, del grupo Genómica traslacional y terapias dirigidas en tumores sólidos del IDIBAPS y presidente de SOLTI, publicado recientemente en la revista npj Precision Oncology.

Este estudio se ha realizado a partir de las muestras de tumor obtenidas durante el ensayo clínico PAMELA, promovido por el grupo académico de investigación SOLTI, del que el Dr. Aleix Prat fue coinvestigador principal. “El estudio PAMELA fue el primer trabajo que demostró, en 2017, la utilidad de un predictor genómico en cáncer de mama HER2+. Recogimos muestras antes, durante y después del tratamiento en pacientes con cáncer de mama HER2+, para evaluar la respuesta al tratamiento combinado de lapatinib-trastuzumab sin quimioterapia”, explica el Dr. Aleix Prat. “Ahora, junto al equipo del VHIO hemos avanzado hacia un mayor conocimiento del microambiente tumoral. Hemos visto que caracterizar la población de células inmunitarias, que tienen un papel relevante en el desarrollo del tumor, nos puede ayudar a predecir la respuesta a los diferentes tratamientos en desarrollo actualmente”, añade.

UNA NUEVA TÉCNICA PARA ANALIZAR EL MICROAMBIENTE TUMORAL

Este trabajo ha sido posible gracias al uso de una nueva metodología desarrollada en el VHIO, la inmunohistoquímica de nueva generación, que ha permitido estudiar el microambiente de una forma innovadora, multiplexando diferentes biomarcadores en una misma muestra intacta de tejido tumoral para su análisis in situ. De esta forma, gracias a esta tecnología –que ha sido validada en el estudio que ahora se publica– es posible conocer tres importantes datos: en primer lugar, tanto la densidad como la composición de los diferentes subtipos de células inmunes dentro del tumor; en segundo lugar, la localización de estas células, conociendo si están en contacto con las células tumorales o se encuentran lejos de ellas, y por último, su actividad, es decir, si resultan más o menos funcionales teniendo en cuenta su capacidad proliferativa.

“Los datos que hemos obtenido nos permiten llegar a la conclusión de que la comprensión de la biología del tumor y las características del microambiente resultante tienen implicaciones cruciales para el diseño de nuevas estrategias para reducir o intensificar la terapia sistémica en la etapa inicial del cáncer de mama HER2+”, añade el Dr. Nuciforo.

A pesar de tener un papel reconocido en el cáncer de mama HER2+, la composición, la localización y la orientación funcional de las células inmunes dentro del microambiente tumoral, así como su dinámica durante el tratamiento anti-HER2, es en gran parte desconocida. “Nosotros hemos aprovechado la cohorte del ensayo PAMELA, en la que se trataba a este tipo de pacientes sin usar quimioterapia, para conocer cómo estos tratamientos anti-HER2 modulaban este microambiente en función de la biología del tumor”, explica el Dr. Paolo Nuciforo.

LA IMPORTANCIA DE LA LOCALIZACIÓN DE LAS CÉLULAS TUMORALES

La principal conclusión fue que la densidad y la composición de las células inmunes no aportan una información adicional respecto a la determinación de linfocitos estromales intratumorales, también llamados TILS, en predecir una respuesta patológica completa tras el tratamiento. Gracias al análisis composicional se pudo descubrir que los tratamientos que bloquean HER2 tienen como resultado un incremento harmónico de todos los tipos de linfocitos T.

Sin embargo, gracias a la nueva metodología desarrollada por el equipo del Dr. Nuciforo, que permite determinar la localización de estas células T, se pudo comprobar que para conseguir una respuesta las células inmunes tenían que estar muy cerca o en contacto con las células tumorales. “Así pudimos ver que lo realmente importante era la localización, no solo que se produjera un incremento en las diferentes subpoblaciones de células inmunes”, concreta el Dr. Nuciforo.

DIFERENTES RESPUESTAS INMUNOLÓGICAS SEGÚN LA BIOLOGÍA DEL TUMOR

Este trabajo de investigación también ha servido para estudiar cómo la biología del tumor determina la composición de su microambiente inmune. “Nuestros resultados muestran que no todos los cánceres de mama HER2+ son inmunogénicamente iguales, es decir, no tienen la misma capacidad de activar el sistema inmune”. Aunque en general no se encontró una diferencia significativa en la cantidad de células inmunes según el subtipo de tumor, sí que se vio que había una mayor proporción de células inmunes activadas en tumores de tipo basal y HER2+ en comparación con los tumores luminales.

“Estos resultados apuntan a la importancia de la biología tumoral en la activación del sistema inmunológico y podrían explicar, al menos en parte, por qué los cánceres de mama triple negativo y HER2+ son más inmunogénicos que los luminales, y por tanto potencialmente más sensibles a los inhibidores de los puntos de control inmunitario, una de las tipologías de inmunoterapia que existen actualmente”, explica el Dr. Paolo Nuciforo. En concreto el estado de los receptores hormonales parece estar asociado con la capacidad de los tumores de mama HER2+ de inflamarse menos tras la aplicación de los tratamientos de bloqueo de HER2.

TILS EN EL PUNTO DE MIRA: REACTIVAR LOS LINFOCITOS T EXHAUSTOS

Así mismo, el trabajo realizado por investigadores del VHIO, del Hospital Clinic-IDIBAPS y SOLTI ha servido para observar cómo los TILS disminuyen en aquellas pacientes que lograron una respuesta completa tras la cirugía. Sin embargo, en aquellas pacientes que todavía presentaban un tumor residual seguía produciéndose una infiltración de células inmunes, pero que no resultaba eficaz. “Creemos que esto puede ser debido a que las células inmunes quedan exhaustas y ya no son capaces de seguir luchando contra las células tumorales”, añade el Dr. Aleix Prat, que concluye explicando que “todos estos hallazgos tienen implicaciones cruciales para el éxito del bloqueo de puntos de control y terapias CAR-T y apunta a que las pacientes con TILS altos y enfermedad residual podrían ser buenas candidatas para ensayos clínicos que evalúen la inhibición del punto de control inmunológico adyuvante”.

Todo el conocimiento generado en este trabajo de gran complejidad abre la puerta en un futuro a nuevas estrategias combinadas de inmunoterapia y tratamientos en cáncer de mama HER2+.

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La empresa Clasol de Burriana entrega un cheque por valor de 500€ a la Fundación Le Cadó

Clasol entregó a la Fundación Le Cadó un cheque por valor de 500€ gracias a la venta de su aceite de oliva “Oli de Vida“. La empresa colabora con la Fundación por cuarto año consecutivo donando los beneficios de su aceite de oliva para la lucha contra el cáncer de mama. La entrega tuvo lugar el pasado miércoles 14 de abril en la nueva sede de Clasol en Burriana con la presencia de Susana Pérez y Pepe Cidoncha, patronos de la Fundación, y César Claramonte, CEO de Clasol.

“Desde los comienzos de la Fundación siempre he intentado participar en todas las actividades para ayudar a quien lo necesite”

La apertura de Clasol al mercado del aceite y las vivencias de César Claramonte dieron lugar a esta colaboración. El objetivo nos lo dice César Claramonte, director de Clasol: “No solo queríamos donar dinero, sino transmitir el mensaje de manera más sencilla a la gente”. Además, César Claramonte reconoce que desde los comienzos de la Fundación siempre ha intentado participar en todas las actividades, como eventos o nuevos productos.

La Fundación Le Cadó fue un apoyo en las vivencias familiares de César Claramonte con el cáncer de mama. Así, el líder de Clasol agradece a la Fundación que siempre estuvieran dispuestos a ayudar, ofrecer lo mejor de ellos y el cuidado a nivel psicológico. Por ello, Claramonte destaca: “La razón principal por la que trabajo con ellos es por como son y lo que hacen para ayudar siempre a los demás”.

“La Fundación fue un apoyo importante, siempre estaban dispuestos a ayudar y ofrecer lo mejor de ellos”

Para el representante de Clasol, el aceite de oliva virgen extra es un buen producto para este tipo de colaboraciones porque es fácil de vender, manejar y distribuir. El aceite de oliva exclusivo para la Fundación se puede conseguir en la página web y sedes de Flor de Vida. Por su parte, Clasol trata de incluirlo en campañas realizadas por su empresa. César Claramonte muestra sus ganas de continuar colaborando con la Fundación y trabajar en iniciativas para ayudar en la lucha contra el cáncer de mama.

Obtienen una molécula para fabricar fármacos contra el cáncer de mama

Valencia, 16 abr (EFE)- Un equipo del Instituto de Tecnología Química, centro mixto del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universitat Politècnica (UPV), ha logrado obtener una nueva molécula a partir de la reacción de Mizoroki-Heck mediante un sistema que facilita su aplicación industrial para fabricar fármacos contra el cáncer de mama, así como en cosmética y para fabricar nuevos materiales.

El equipo de investigación, en colaboración con el departamento de Química de la UPV y el de Ciencia de los Materiales de la Universidad de Cádiz, ha publicado en “Nature Catalysis” un método para obtener el producto hasta ahora “prohibido” de la reacción de Mizoroki-Heck, un proceso esencial en la química orgánica moderna reconocido con el Premio Nobel en 2010.

Los investigadores han obtenido un nuevo alqueno, una molécula similar a la del ácido oleico del aceite de oliva, utilizando un catalizador distinto al empleado hasta ahora en esta reacción, lo que reduce hasta 100 veces el precio de obtención y abre un nuevo abanico de posibilidades para su utilización por parte de la industria.

La reacción de Mizoroki-Heck fue descrita en los años 70 para crear compuestos orgánicos complejos que enlazasen átomos de carbono, el elemento químico en el que se basa la vida en la Tierra. Se trata de una serie de reacciones de acoplamiento cruzado catalizadas por paladio mediante las cuales se obtienen moléculas orgánicas complejas con átomos de carbono, informan fuentes de la Universitat Politècnica.

Estas reacciones se emplean hoy en todo el mundo, tanto en investigación como para producir fármacos y en la industria electrónica, por ejemplo para fabricar los LED orgánicos.

Sin embargo, esta reacción química tiene una limitación fundamental: produce sistemáticamente un único producto, un alqueno también conocido como “producto beta”, que son hidrocarburos insaturados que tienen un doble enlace entre átomos de carbono que les confieren determinadas propiedades (por ejemplo, las grasas insaturadas que ayudan al colesterol bueno son alquenos).

Así, la reacción de Mizoroki-Heck hasta ahora producía sólo un tipo de alqueno, y, aunque teóricamente era posible, “prohibía” la producción de otro alqueno denominado “producto alfa”, explican las fuentes.

Ahora, el grupo de investigación liderado por Antonio Leyva Pérez en el ITQ utiliza un nuevo catalizador de paladio, que además puede ser líquido o sólido y no se consume en la reacción, una zeolita, mineral muy usado como catalizador en la industria petroquímica.

Según el investigador del CSIC, “obtener este producto alfa mediante un nuevo catalizador agiliza mucho el proceso y el descubrimiento abre nuevas posibilidades industriales para esta reacción”.

Obtenerlo mediante un catalizador más económico hace que el precio de obtener un kilogramo de esta molécula se reduzca hasta 100 veces de la forma en la que hasta ahora se ha podido obtener el “producto alfa”.

Entre sus aplicaciones, el tamoxifeno, el fármaco empleado contra el cáncer de mama tras la cirugía y la quimioterapia, se podría elaborar con la molécula que han obtenido, y además se podría utilizar en cosmética o para obtener nuevos polímeros.

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El fármaco MZ-1 aumenta la eficacia de algunos tratamientos en cáncer de mama HER2 positivo

El uso combinado del fármaco MZ-1, perteneciente a una nueva familia de medicamentos que actúan contra proteínas implicadas en el crecimiento tumoral, aumenta la eficacia del tratamiento con trastuzumab en los tumores de mama HER2 positivo (HER2+). Así lo demuestra un estudio liderado por investigadores del CIBER de Cáncer (CIBERONC) en el Centro de Investigación del Cáncer (CIC-IBMCC, Universidad de Salamanca-CSIC) y en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid, que ha publicado la revista Journal of Experimental and Clinical Cancer Research.

El cáncer de mama HER2+ es una subclase de tumor mamario caracterizado por la presencia de la proteína HER2 que afecta a una de cada cinco pacientes diagnosticadas con este tipo de neoplasias. El tratamiento de elección para estos tumores HER2+ consiste en la administración de un anticuerpo, denominado trastuzumab, dirigido contra dicha proteína HER2. Sin embargo, a pesar de que trastuzumab es muy eficaz, algunos casos no responden a dicho tratamiento.

Por esta razón, es importante desarrollar nuevas estrategias que permitan aumentar la eficacia de esta terapia. En este camino, la identificación de fármacos que puedan actuar de manera sinérgica con trastuzumab para mejorar el efecto antitumoral es un foco de gran interés para la investigación oncológica. “Algunas combinaciones que utilizan trastuzumab como columna vertebral ya han conseguido aumentar la supervivencia de las pacientes”, señalan los investigadores.

La búsqueda de otras combinaciones nuevas y eficaces ha sido el objetivo de este estudio desarrollado por los grupos de investigación del CIBERONC dirigidos por Alberto Ocaña y Atanasio Pandiella, que se ha centrado en analizar la posible acción sinérgica entre trastuzumab y MZ1, partiendo de la hipótesis de que la acción antitumoral de ambos compuestos podría ser superior a la de los tratamientos individuales.

MZ1 pertenece a un nuevo tipo de fármacos denominados PROTACs que actúan sobre ciertas proteínas celulares y provocan su eliminación. Si la proteína es importante para el desarrollo del tumor, su eliminación puede tener un efecto beneficioso. En el caso de MZ1, el objetivo de este fármaco es atacar a proteínas BET, que controlan la producción de otras proteínas que participan en el crecimiento de los tumores, inhibiendo dichas proteínas y promoviendo su eliminación.

UTILIDAD DE MZ1 EN TUMORES HER2+ Y MAYOR EFICACIA CON TRASTUZUMAB

Los resultados de esta investigación confirmaron, en primer lugar, una clara actividad antiproliferativa de MZ1 en las células que sobreexpresan HER2, lo que sugiere que este fármaco es un agente activo en este subtipo de cáncer de mama.

Además, este efecto aumentó cuando se administró en combinación con trastuzumab, reforzando su acción antitumoral. “La combinación pudo disminuir el tamaño de tumores mamarios HER2 positivos generados en modelos de laboratorio, y de una manera más eficaz que cada uno de los fármacos por separado”, explica Atanasio Pandiella, uno de los coordinadores de este trabajo.

Por un lado, la combinación de ambos agentes consiguió inducir la apoptosis (muerte celular) de las células cancerígenas de manera más eficaz que su administración por separado. Además, la reducción del crecimiento tumoral fue mayor también con la terapia combinada.

“Estos estudios abren la posibilidad de acercar estas estrategias a la práctica clínica para mejorar el tratamiento de tumores HER2 positivos”, concluyen los investigadores.

Este trabajo, realizado por los grupos de investigación de Alberto Ocaña (Hospital Clínico San Carlos de Madrid) y Atanasio Pandiella (Centro de Investigación del Cáncer del CSIC en Salamanca), ha recibido apoyo económico del consorcio CIBERONC del Instituto de Salud Carlos III, así como de varias entidades privadas como la Fundación CRIS.

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Abre el primer centro hiperespecializado en cáncer de mama en España

El International Breast Cancer Center (IBCC) es el primer centro de España hiperespecializado en cáncer de mama. El proyecto ha sido ideado e impulsado por Javier Cortés con su equipo. En este sentido destacan sus 20 años de dedicación a la investigación y el tratamiento de estos tumores.

El IBCC nace para ofrecer una respuesta global a esta enfermedad. Se trata de un centro monográfico que cubre todos los aspectos relacionados con el cáncer de mama. Esto incluye la investigación, la prevención, el diagnóstico precoz y el tratamiento personalizado. También otras cuestiones como la segunda opinión y el manejo y soporte integral de los pacientes. Este comprende tanto el acompañamiento personalizado al paciente como a su entorno familiar y afectivo. Otro de sus objetivos es realizar de forma coordinada todas las pruebas diagnósticas necesarias con la máxima rapidez y eficiencia.

Todos los profesionales están formados y se dedican exclusivamente al cáncer de mama,  abarcando todas las disciplinas relacionadas con el mismo. Es la primera vez que estamos consiguiendo aunarlas todas a través de este proyecto”, señala Cortés.

Novedades del IBCC

La reciente alianza establecida entre el IBCC y Pangaea Oncology permitirá incrementar la precisión en el diagnóstico y optimizar el tratamiento del cáncer de mama. Así podrá incorporar las técnicas diagnósticas más innovadoras. Ejemplo de ello son los análisis genéticos y los estudios moleculares amplios a nivel de tejido tumoral y mediante biopsia líquida. Dos equipos profesionales de reconocido prestigio científico-técnico, con una participación activa en ensayos clínicos internacionales, trabajarán para conseguir incrementar el porcentaje de supervivencia.

Por otra parte, el modelo IBCC tiene una clara vocación internacional.  A este respecto, lidera la investigación en ensayos clínicos internacionales de cáncer de mama para poder ofrecer los tratamientos más innovadores. Incluso en casos avanzados y refractarios.

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Presidente GEICAM: Estratificar subgrupos de cáncer de mama permite actuar ante las recaídas

La estratificación de las pacientes con cáncer de mama en subgrupos más pequeños en función de nuevas alteraciones genéticas puede ayudar a predecir su respuesta al tratamiento y por tanto incidir ante posibles recaídas o procesos metastásicos.

En una entrevista con EFEsalud, el presidente del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM), el oncólogo Miguel Martín, analiza los retos en el manejo y la investigación de este tumor, el más frecuente en la mujer.

GEICAM celebra este jueves y el viernes su 13 Simposio Internacional donde diferentes expertos abordan, en sesiones virtuales, el desarrollo de nuevos fármacos, la investigación clínica o los tumores localizados y metastásicos.

“Se trata de un foro de discusión y de formación”, afirma el doctor, donde se actualizan los últimos datos disponibles en cáncer de mama y donde se escucha también las experiencias de algunas pacientes.

Medicinas de precisión, estratificada e individualizada

En el centro de los debates esta la medicina de precisión, aquella que identifica una diana molecular a la que dirigir un fármaco, pero también el siguiente gran paso, la medicina estratificada.

Esta medicina divide o estratifica en subgrupos a pacientes con nuevas alteraciones moleculares más allá de los tres grandes tipos de cáncer de mama: el luminal u hormonal; el que expresa el oncogen HER2 y el triple negativo.

“Dentro del mismo subgrupo, hay pacientes que se curan y otras que no con el mismo tratamiento. Hay diferencias genéticas y estamos empezando a identificarlas”, explica el también jefe del Servicio de Oncología del Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid.

Pero es un camino de largo recorrido cuyo fin es llegar a la medicina individualizada, aquella que abarca todo, conocer las características moleculares de cada tumor y de cada paciente, así como la disposición de medicamentos específicos.

Tres conceptos de medicina contra el cáncer (de precisión, estratificada e individualizada) que en muchas ocasiones se superponen y cuya distinción no resulta en ocasiones tan nítida.

Las plataformas genómicas

Para el oncólogo, lo ideal sería poder hacer una secuenciación genética masiva tanto del tumor como del paciente y utilizar esa información para conocer el pronóstico y la respuesta terapéutica ya que “probablemente no hay dos tumores iguales”.

“Es el futuro, sin duda, pero también el presente, en algunos hospitales norteamericanos se secuencian los cánceres de mama metastásicos”, indica.

En la práctica clínica actual se utilizan unas plataformas que analizan un número determinado de genes que pueden estar alterados en cáncer de mama.

“Estas plataformas, aunque limitadas, suponen un enorme avance en el manejo del cáncer”, señala el doctor, ya que antes los tipos luminales se trataban todos con quimioterapia y ahora sabemos que solo es beneficiosa para una tercera parte de ellos.

En el futuro habrá tecnologías más sofisticadas y, sobre todo, herramientas que permitan interpretar la enorme cantidad de información que proporcionen los estudios genómicos, unos datos que compartirá la comunidad de investigadores y médicos.

También los ensayos clínicos deben rediseñarse “partiendo de la base de las alteraciones moleculares” y hay que trabajar en la búsqueda de nuevas dianas terapéuticas ya que hasta ahora solo conocemos 30 ó 40 en los diferentes cánceres, concluye el presidente de GEICAM.

Como entidad sin ánimo de lucro, GEICAM es el grupo referente en España en investigación en cáncer de mama con más de ochocientos asociados presentes en más de doscientos centros hospitalarios e instituciones de toda la geografía.

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La perspectiva de las pacientes de cáncer de mama gana peso en ensayos que busquen calidad vida

Aunque siempre se ha contado con las pacientes de cáncer de mama que participan en los ensayos clínicos, cada vez se tiende más a estructurarlas en grupos para que, desde su perspectiva, se diseñen estudios que busquen mejorar la calidad de vida y reducir toxicidades fruto de los tratamientos.

“La novedad es el interés por ir estructurando esa voz de las pacientes de cáncer de mama en el diseño de los ensayos clínicos e incluso diseñarlos con el objetivo final de la calidad de vida”, ha indicado el doctor Ander Urruticoechea.

Este ha sido uno de los asuntos que se han abordado en el 13 Simposio virtual del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM), celebrado el 8 y 9 de abril, en el que también se ha hablado de la biopsia líquida, la genómica del cáncer o los avances en tumores localizados y metastásicos.

Los coordinadores de esta cita científica y miembros de la Junta Directiva de GEICAM, los oncólogos Ander Urruticoechea e Isabel Álvarez, en declaraciones a EFEsalud, han analizado el devenir en la investigación del cáncer más frecuente en la mujer.

La perspectiva que ofrece la paciente cobra especial relevancia en los estudios de desescalada “donde se da menos tratamiento para tener las mismas tasas de eficacia pero con menos toxicidad”, ha manifestado el especialista.

En la jornada, la directora científica de GEICAM, Eva Carrasco, ha precisado que estos estudios de desescalada se realizan en poblaciones muy seleccionadas en las que el tratamiento estándar funciona bien, aunque con inconvenientes que afectan al día a día como son los efectos secundarios o los traslados al hospital para recibirlo.

El futuro de la biopsia líquida

La biopsia líquida, que facilita el diagnóstico sin recurrir a la extirpación de tejidos, ha sido otro de los temas ya que, aunque todavía sigue siendo un procedimiento experimental, los especialistas confían en un papel relevante en un futuro.

“Nos permite conocer las alteraciones moleculares del tumor de forma no invasiva, además de determinar qué pacientes de cáncer de mama con enfermedad localizada pueden tener más o menos riesgo de recaída en función de las alteraciones circulantes en sangre periférica”, ha señalado la doctora Isabel Álvarez.

El cáncer de mama metastásico

Respecto al cáncer de mama metastásico, uno de los caballos de batalla de la investigación, requiere no solo nuevos fármacos, sino aquellos que puedan ser tolerados en tratamientos de larga duración.

“En algunos subtipos de cáncer de mama (luminal y HER2) hemos conseguido supervivencias muy prolongadas, casi una cronificación, aunque hay que ir cambiando de tratamientos y son más o menos tóxicos”, ha apuntado la oncóloga.

La inmunoterapia en cáncer de mama

Uno de los tratamientos punteros, la inmunoterapia, solo ha demostrado eficacia por el momento en el subtipo de cáncer de mama más agresivo, el triple negativo, en especial en enfermedad avanzada.

“Para este subtipo la inmunoterapia ha sido una revolución porque no había muchos más tratamientos, pero la mama no parece el tumor perfecto para este tipo de terapia, sigue siendo una asignatura pendiente”, ha matizado el doctor Urruticoechea.

Ambos especialistas, de la Unidad de Gestión del Cáncer de Guipúzcoa, han destacado que el cáncer de mama vive una “etapa de transición” hacia un enfoque cada vez más individualizado y que la multidisciplinaridad de especialidades, en la que se incluye a la investigación como parte del abordaje, ha sido uno de los grandes pasos.

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Una herramienta predice la toxicidad grave de la quimioterapia en el cáncer de mama

Investigadores de City of Hope, un centro de tratamiento e investigación independiente para el cáncer, la diabetes y otras enfermedades potencialmente mortales, han desarrollado una herramienta que podría predecir si las mujeres mayores con cáncer de mama en etapa temprana desarrollarán una reacción grave o mortal a la quimioterapia.

Esta herramienta de evaluación de riesgos, la primera en su tipo, denominada Cancer and Aging Research Group-Breast Cancer Score (CARG-BC), ayuda a los oncólogos a realizar recomendaciones de tratamiento personalizadas. Los oncólogos pueden analizar la puntuación y su importancia con pacientes con cáncer de mama en etapa temprana de 65 años o más. 

Además, juntos, se puede tomar una decisión informada sobre la quimioterapia ya que el beneficio del tratamiento se compara con las preocupaciones sobre la calidad de vida, según Mina Sedrak, coautora principal del nuevo estudio.

“A pesar de los notables avances en el tratamiento del cáncer, las herramientas para caracterizar la toxicidad de las terapias contra el cáncer se han mantenido prácticamente sin cambios durante los últimos 20 años”, ha subrayado Sedrak.

“Esta es una nueva herramienta de medicina de precisión. En lugar de basar las decisiones de tratamiento y la atención en los datos demográficos de una enfermedad, ahora podemos ofrecer a cada paciente con cáncer de mama en etapa inicial información individualizada sobre toxicidad que podría ayudar a alinear el tratamiento con sus objetivos de estilo de vida, calidad de vida, longevidad y otras prioridades”, ha añadido.

Más del 72% de pacientes mayores con cáncer informaron que no elegirían un tratamiento contra el cáncer que provoque un deterioro funcional incluso si mejora la supervivencia, ha comentado Mina Sedrak.

Si se conoce de antemano el riesgo de toxicidad de la quimioterapia, los oncólogos y pacientes podrían trabajar juntos para decidir si la quimioterapia es la opción correcta. Se podrían recomendar modificaciones del tratamiento, como reducciones de dosis y períodos más prolongados entre la administración de quimioterapia.

El estudio abarcó 16 instituciones de todo el país, siendo City of Hope la institución principal. Incluyó a 473 pacientes de 65 años o más con cáncer de mama en estadio 1-3 (283 en la cohorte de desarrollo; 190 en la cohorte de validación). Todas fueron tratados con quimioterapia antes o después de la cirugía y se evaluaron los síntomas geriátricos y clínicos predictivos de efectos secundarios graves (grado 3), debilitantes (grado 4) o mortales (grado 5) debido a la quimioterapia.

“Aunque la quimioterapia es una forma eficaz de tratar el cáncer de mama en etapa inicial, también conlleva un riesgo de efectos secundarios. Existe un delicado equilibrio entre los beneficios de la quimioterapia y el daño de los posibles efectos secundarios”, ha señalado Canlan Sun, autor principal del estudio.

“El desarrollo de toxicidad severa por quimioterapia no solo puede dañar a la paciente, sino que también puede comprometer la capacidad de un adulto mayor para completar el ciclo completo de quimioterapia, posiblemente reduciendo el beneficio potencial del tratamiento del cáncer”, ha agregado.

Mina Sedrak ha manifestado que la mayoría de las mujeres con cáncer de mama en etapa inicial tienen una enfermedad potencialmente curable y algunas se beneficiarían de la quimioterapia después de la cirugía. “Desafortunadamente, las mujeres mayores de 65 años o más, que representan aproximadamente la mitad de todos los diagnósticos de cáncer de mama, tienen menos probabilidades de recibir quimioterapia en comparación con las pacientes más jóvenes, a veces porque sus médicos temen que no podrán tolerarla”, ha apostillado.

La puntuación CARG-BC se obtiene combinando ocho predictores de enfermedad y notificados por el paciente: uso de quimioterapia con antraciclinas, cáncer de mama en estadio 2 o 3, duración del tratamiento planificada más prolongada, función hepática anormal, hemoglobina baja, caídas, capacidad para caminar limitada y falta de apoyo social.

Como siguiente paso, los investigadores buscarán mejorar la herramienta de evaluación del riesgo de toxicidad de la quimioterapia con más marcadores biológicos. Intentarán identificar biomarcadores que puedan predecir efectos secundarios graves o mortales de la quimioterapia. Están trabajando para identificar intervenciones para ayudar a las pacientes mayores con cáncer de mama para que obtengan el mayor beneficio y la menor toxicidad de la quimioterapia.

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Ibrance, en combinación con letrozol, es efectivo para el cáncer de mama metastásico HR+ y HER2-

La revista online Breast Cancer Research ha publicado un análisis revisado por pares de un estudio de datos de vida real (RWE) que muestra que el tratamiento de primera línea con Ibrance (palbociclib), de la compañía biofarmacéutica Pfizer, en combinación con letrozol, se asocia con una mejor supervivencia libre de progresión según datos de uso en vida real (rwPFS) y supervivencia global (SG) en mujeres con cáncer de mama metastásico (CMm) con receptor hormonal positivo (HR+), factor de crecimiento epidérmico humano 2 negativo (HER2-), en comparación con letrozol solo.

Estos resultados representan el primer análisis comparativo de efectividad respecto a los resultados de supervivencia de un inhibidor de CDK 4/6 en la práctica clínica diaria. Con una mediana de seguimiento de, aproximadamente, dos años, y después de igualar las características demográficas y clínicas basales, la mediana de la supervivencia libre de progresión según datos de uso en vida real fue de 20 meses con palbociclib más letrozol frente a 11,9 meses con letrozol solo.

La mediana de supervivencia global no se alcanzó entre los pacientes del grupo de palbociclib y fue de 43,1 meses en los del grupo de letrozol. Estos hallazgos representan una reducción del 42 por ciento en el riesgo de progresión y una reducción del 34 por ciento en el riesgo de muerte.

“Los estudios de vida real se usan cada vez más para complementar los datos de los ensayos clínicos aleatorizados tradicionales, con el objetivo de entender mejor la efectividad de una terapia en la práctica clínica diaria y tomar decisiones sobre el tratamiento”, explica el miembro de Oncología Médica del Hospital Regional y Universitario Virgen de la Victoria de Málaga, el doctor Emilio Alba, que añade que “los resultados de este estudio histórico están en línea con el impacto positivo que los oncólogos hemos observado en nuestras consultas con las pacientes tratadas con palbociclib en combinación”.

Datos de vida real

Este estudio también refleja que la tasa de supervivencia global a dos años es del 78,3 por ciento en el grupo de palbociclib más letrozol y del 68 por ciento en el de letrozol solo. Los beneficios de la supervivencia libre de progresión en el mundo real y de la supervivencia global son, en líneas generales, consistentes en todos los subgrupos, incluidas las pacientes más jóvenes (18-50 años) e independiente del lugar o la extensión de las metástasis.

“La evidencia de datos de vida real es clave en nuestro proceso de innovación y desarrollo en la atención para pacientes con cáncer de mama, que, además, respaldan nuestros ensayos clínicos aleatorizados”, afirma la directora médica de la Unidad de Oncología de Pfizer España, la doctora Cecilia Guzmán.

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Es validado el primer biomarcador que predice la supervivencia en cáncer de mama metastásico

Investigadores del Clínic-IDIBAPS, la UB y SOLTI han identificado y validado una clasificación molecular en el cáncer de mama hormonosensible avanzado que ya ha resultado ser muy útil para el tratamiento de los pacientes con esta patología. El estudio ha determinado cuatro subtipos (Luminal A, Luminal B, HER2-enriquecido y Basal-like) que ayudarán a afinar mucho más los tratamientos y maximizar su efectividad.

Se trata del mayor estudio en demostrar el valor del biomarcador y el primero en hacerlo en el contexto de los inhibidores de la proteína CDK4/6, como el ribociclib. La investigación, publicada en la prestigiosa revista Journal of Clinical Oncology, la ha coordinado el doctor Aleix Prat, jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínic y presidente de SOLTI.

“Observamos que había pacientes en los que la enfermedad estaba muy controlada con la terapia hormonal y el ribociclib, pero otros a los que el tratamiento no les hacía efecto. Y esto que veíamos en la consulta en parte se explica gracias a estos cuatro grupos moleculares que hemos identificado”, explica Prat a La Vanguardia.

Para llevar a cabo su estudio, los investigadores analizaron la expresión de 152 genes en 1.160 pacientes con cáncer de mama hormonosensible avanzado (el mayoritario, supone un 70% de los casos) tratados en tres ensayos clínicos fase III del programa MONALEESA, que llevó a la aprobación del ribociclib por las autoridades sanitarias.

Un total de 488 pacientes recibieron la terapia hormonal sola y 672 en combinación con el ribociclib. El subtipo molecular Luminal A fue el más frecuente (47%), seguido por el Luminal B (24%), HER2-enriquecido (13%) y Basal-like (3%).

Comparado con el Luminal A, el riesgo de progresión de la enfermedad fue superior en el resto de subtipos moleculares. Por ejemplo, en los subtipos HER2-enriquecido y Basal-like fue 2 y 4 veces superior comparado con el Luminal A. Los investigadores también observaron que todos los subtipos moleculares se beneficiaron del ribociclib, excepto el Basal-like.

“Por un lado, nuestro estudio valida definitivamente observaciones previas sobre el valor pronóstico de la clasificación molecular. Por otro, demostramos por primera vez el alto valor clínico de ribociclib en el subtipo HER2-enriquecido, un grupo de tumores muy agresivo cuando se trata con terapia hormonal solamente”, apunta Prat.

Rosa Olmos, de 52 años, padece el subtipo HER2-enriquecido y ya se está beneficiando de este tratamiento hormonal combinado con ribociclib. “Me ha ido muy bien, tengo muy buena calidad de vida”, explica.

Fue con la aparición de la segunda metástasis (la primera la tuvo en la cadera y la segunda en las vértebras) cuando el doctor Prat, conocedor de los potenciales beneficios de combinar la terapia hormonal con el ribociclib, le propuso incluir el fármaco en el tratamiento.

Y todo cambió. “Mi situación ahora es mejor que cuando sólo tenía una metástasis. Casi no tengo efectos secundarios. Ha sido un acierto”. Madre de cuatro hijos, cuenta que hace “vida normal”, trabajando entre “ocho y diez horas diarias”.

“Al cáncer hay que ponerle nombre, primer apellido y segundo”, subraya. “Yo ya tengo este segundo apellido, y para mí no tiene precio. El diagnóstico molecular evita que mi organismo esté recibiendo algo que le puede hacer daño y que además puede que no le funcione”, agrega.

A diferencia de Rosa, esta combinación del tratamiento hormonal con un inhibidor de la proteína CDK4/6 no ha surgido efecto en el caso de Ester Ventoso (66 años), que padece el subtipo Basal-like.

La estuvieron tratando durante cuatro meses con dicha combinación sin ningún resultado. “Mi doctora me dijo que gracias al descubrimiento que han hecho [la clasificación molecular] habrían sabido de antemano que el tratamiento hormonal con el fármaco no me iba a funcionar”.

En noviembre entró en un ensayo clínico y por el momento le está funcionando. Cada dos meses la someten a un tac para comprobar que no le surjan metástasis en los huesos (ella la tiene en el pulmón).

El cáncer de mama afecta a 2,3 millones de personas y causa la muerte de 571.000 cada año. Entre los diferentes tipos de cáncer de mama, el hormonosensible representa el 70% de todos los casos. Cuando la enfermedad está en una fase precoz, el tratamiento local, la quimioterapia y el tratamiento hormonal durante 5 o 10 años han demostrado grandes beneficios a largo plazo en cuanto a la supervivencia.

Aun así, un 20-30% de las pacientes acaba presentando enfermedad avanzada durante el seguimiento. En este contexto, la supervivencia está comprometida y hacen falta biomarcadores y tratamientos específicos.

Actualmente, todos los pacientes con cáncer de mama hormonosensible reciben tratamiento hormonal (combinado, en algunos casos, con ribociclib). Pero gracias a la validación de esta clasificación molecular, esta realidad podría cambiar, como ya ocurre en el Clínic.

Hace tiempo que el equipo del doctor Prat conoce los buenos resultados que ofrece esta clasificación, y es por eso que ya tienen en marcha estudios clínicos multicéntricos donde seleccionan a los pacientes en base a este perfil molecular.

“Estamos testando nuevas terapias en estos grupos que nos preocupan más, como el Basal-like, para encontrar un tratamiento que funcione. Ahora estamos probando la inmunoterapia en este grupo”, esgrime.

Esta clasificación molecular todavía no se usa a nivel clínico. Falta ver cuál será la reacción de la comunidad científica a la publicación de su validación por parte del laboratorio que dirige el doctor Prat.

“Pero ya existen tests moleculares que identifican esta biología, y nosotros hemos demostrado su potencial utilidad clínica. Falta que estos tests se implementen en este contexto”, destaca el jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínic.

A su juicio, la clave de la investigación ha sido poder “acceder a unas muestras muy preciadas que son de estudios en fase III”. “Son tres estudios internacionales muy grandes, bien diseñados, muy homogéneos y donde todo está muy bien controlado. Hemos podido hacer algo que muy pocos biomarcadores consiguen”, relata Prat.

Desde hace cinco años, la línea de investigación de su laboratorio ha permitido describir la heterogeneidad biológica de la enfermedad hormonosensible e identificar los cuatro grupos moleculares con diferentes pronósticos y sensibilidades a los tratamientos. “Por eso ahora hemos tenido la capacidad de convencer a Novartis de que nos dieran acceso a estas muestras para realizar nuestro estudio”.

Según Prat, lo “novedoso” de su investigación es que han conseguido “validar” los biomarcadores, cuando “la mayoría se quedan en la fase de ser prometedores”. “No hay muchos biomarcadores que hayan dado el salto a ser validados”, concluye.

Este estudio ha sido financiado por Novartis, el Instituto de Salud Carlos III, la Breast Cancer Research Foundation, la Fundación Breast Cancer Now, la Generalitat de Catalunya dentro del programa Peris, la Fundació La Marató TV3, fondos europeos Horizon 2020 (proyecto RESCUER), la Fundación Científica de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), y las asociaciones Save the Mama, Pas a Pas y Cáncer de Mama Metastásico.

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