recaída cáncer de mama

Llega a España un nuevo tratamiento contra el cáncer de mama que ayuda a combatir la recaída en los estados iniciales

Cada año se realizan unos 35 mil nuevos diagnósticos de cáncer de mama en España. El 93% se encuentra en estadios iniciales, pero aproximadamente una de cada cinco de estas pacientes sufrirá una recaída a lo largo de su vida. La farmacéutica Lilly ha presentado el nuevo fármaco ‘Verzenios’ (abemaciclib), que ya está disponible en España tras ser aprobado por la Agencia Europa del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) y que supone un hito para el tratamiento de los tipos de cáncer de mama HR+ y HER2- en estadios iniciales de alto riesgo, ya que reduce el riesgo de recaída en este tipo de cáncer un 33,6 por ciento a los cuatro años con tan solo dos primeros años de tratamiento.

Este fármaco, que se presenta como primer y único inhibidor de ciclinas para el tratamiento adyuvante del cáncer de mama HR+ y HER2-, también puede reducir el riesgo de metástasis en un 34,1 por ciento en el mismo periodo y mejorar la supervivencia libre de enfermedad invasiva, es decir, el tiempo que transcurre desde que una persona inicia el tratamiento y aparece la primera recaída de la enfermedad.

“Es el primer avance en casi 20 años para este grupo de pacientes para disminuir el riesgo de recaídas”, ha remarcado el presidente de Lilly España, Nail Daoudha. Además, ha resaltado que este nuevo fármaco ha tenido, tanto en “su descubrimiento inicial como en su desarrollo clínico, un protagonismo sumamente importante en España” ya que ha contado con la colaboración del grupo I+D de Lilly España en su investigación y desarrollo.

Tipo de tumor más frecuente

El cáncer de mama con receptores hormonales positivos (HR+) y HER2- es el tipo de tumor de mama más frecuente ya que afecta al 70 por ciento de las pacientes. Además, dentro de este grupo, el 15 por ciento tienen alto riesgo de recaer, tal y como ha explicado la oncóloga médica y jefa del Servicio de Oncología Médica del Hospital Basurto de Bilbao, la doctora María Purificación García.

Con respecto al tratamiento que reciben las pacientes con estos tipos de cáncer, la doctora García ha explicado que “el tratamiento de la quimioterapia seguido de la hormonoterapia es el tratamiento estándar de las pacientes de alto riesgo con cáncer de mama precoz con receptores hormonales positivos (HR+) o HER2 negativo (HER2-)”. Entre los principales factores de riesgo de recaída en cáncer de mama luminal, la doctora García ha resaltado la edad, la menopausia, el tamaño tumoral ya que, a mayor tamaño tumoral, mayor riesgo de recaída, la presencia de ganglios axilares y la expresión de los receptores de estrógenos y progesterona.

Este nuevo fármaco se presenta como tratamiento adyuvante para estas pacientes y se suministra por vía oral diariamente y tiene una toxicidad muy reducida. El mecanismo de acción se basa en inhibir las ciclinas dependientes de kinasas CDK 4 y 6, moléculas que potencian la división de las células tumorales. Gracias a ello, se fomenta que estas células tumorales sufran un envejecimiento prematuro y mueran.

Escasos efectos adversos

En relación con la adherencia, la doctora García ha resaltado que es importante “que las pacientes tengan facilidad de acceso a las consultas” así como “buscar fármacos y tratamientos menos tóxicos pero igual de eficaces”. En este sentido, otro de los beneficios de este nuevo fármaco es su perfil de seguridad como terapia oral ya que, debido a su baja toxicidad, se puede tomar de forma continua, sin necesidad de descanso, y no interfiere en el funcionamiento de la terapia hormonal.

Asimismo, este nuevo fármaco destaca por sus escasos efectos adversos y la no permanencia de estos, es decir, todos ellos son reversibles, previsibles, manejables y limitados en el tiempo. Según ha destacado el presidente del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM) y jefe del servicio de Oncología Médica del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, el doctor Miguel Martín, entre los efectos secundarios que puede producir abemaciclib están la diarrea o la fatiga, entre otros, pero que “todos desaparecen el día que se interrumpe el tratamiento a los dos años y no dejan secuelas”.

Por tanto, el doctor Martín ha afirmado que “el balance riesgo-beneficio de este tratamiento es muy importante” ya que tiene “una toxicidad esencialmente gastrointestinal, que se puede tratar y desaparece al cabo de los meses”. “Es de las novedades más impactantes para el cáncer de mama de las que hemos visto en los últimos años”, ha sentenciado.

Financiado por el sistema nacional de salud

Con respecto a la financiación de este nuevo tratamiento, el presidente de Lilly España ha explicado que “se ha llegado a un acuerdo con el Ministerio de Sanidad” por lo que será una “financiación directa” que “maximice el acceso del fármaco a todos los pacientes”. Además, el presidente ha añadido que “el precio es un buen reflejo del valor del medicamento”.

La financiación de este medicamento por el Sistema Nacional de Salud (SNS), tras la aprobación de la EMA, se basa en los resultados del estudio ‘monarchE’, que ha demostrado que el inhibidor de ciclinas, en combinación con una terapia hormonal, reduce el riesgo de recaída un 33,6 por ciento a los cuatro años con tan solo dos primeros años de tratamiento. Un beneficio que se incrementa con el tiempo de seguimiento a los tres o cuatro años.

Vea aquí la versión original.

avances mamografías

Más rápidas, más seguras y menos dolorosas: así son las nuevas mamografías

“El aparato es diferente y no me ha dolido tanto”. Esto comenta Julia (nombre ficticio) de su última revisión: fue diagnosticada de cáncer de mama hace una década y se somete a una mamografía anual. A la tensión de la incertidumbre se le sumaba el dolor que el aparato le provocaba al comprimir la mama. Pero cambió de centro, el aparato era distinto y se llevó una agradable sorpresa.

No es la única. “En mi hospital cambiamos el mamógrafo hace cinco años y empezamos a notar que las mujeres que venían a hacerse su revisión no se quejaban tanto: venían asustadas y quedaban sorprendidas“, comenta Myriam Montes, radióloga del madrileño Hospital Clínico San Carlos.

Ella misma subió un vídeo a su Instagram mostrando las ventajas de la nueva máquina. La antigua ya había cumplido más de 15 años de servicio pero en su momento también supuso una revolución: “Fue de las primeras digitales que llegaron a España”, explica a EL ESPAÑOL.

En estas últimas dos décadas, la tecnología para realizar las mamografías ha avanzado enormemente. Tanto, que según Montes, portavoz de la Sociedad Española de Radiología Médica, las guías europeas de cribado del cáncer de mama, que se basan en “ensayos clínicos que se hicieron hace 20 años”, han quedado algo obsoletas.

En la actualidad, el cribado del cáncer de mama está recomendado para todas las mujeres entre 50 y 70 años. Cada 24 meses, se realizan la prueba, colocando la mama en una plancha que la aplasta para tomar imágenes radiológicas de la misma. Más allá de la colocación, la prueba dura solo unos segundos, pero para muchas mujeres parecían eternos.

Los nuevos aparatos, que comenzaron a llegar a nuestro país justo antes de la pandemia, son capaces de conseguir mejores imágenes, de forma más rápida y con menos presión en la mama. Además, el nivel de radiación es menor.

Aunque el nivel de radiación para lograr una imagen mamográfica es mínimo y no entraña, por sí solo, ningún riesgo, siempre es recomendable reducirlo en la medida de lo posible. Al irradiar menos la mama, Montes ve una oportunidad para ampliar la edad de cribado de forma segura, sobre todo en mujeres jóvenes, que “son más susceptibles a la radiación porque las células se replican más rápido en los tejidos jóvenes”, lo que aumentaría –teóricamente– la probabilidad de aparición de mutaciones causadas por la radiación.

De hecho, la Comisión Europea recomienda bajar la edad de cribado a los 45 años (en EEUU es a partir de los 40) y así se hace en varias comunidades españolas, si bien el panorama es muy heterogéneo e incluso puede diferir entre provincias.

De igual forma, el número y tipo de aparatos de mamografía no es nada uniforme, lo que condiciona su uso, pero la radióloga apunta al gran cambio que ha habido en los últimos años con la renovación de los equipos tecnológicos en la sanidad pública. Gran parte de los hospitales cuentan ya con mamógrafos avanzados y ya no necesitan externalizar este servicio a otras clínicas, tanto públicas como privadas, de forma que “los mismos radiólogos que hemos visto la mamografía vamos a citar a la mujer para la biopsia y en el mismo hospital se puede realizar el tratamiento y el seguimiento”.

Las controversias de las mamografías

El oncólogo César Rodríguez apunta que la realización de mejores cribados permite detectar y tratar antes los tumores. “Esto se traduce, en líneas generales, en tratamientos menos agresivos y una mayor posibilidad de curación”.

Además, con el aumento de la esperanza de vida, se está planteando la posibilidad de ampliar la edad de cribado por arriba, hasta los 75 años. Por debajo de los 45, sin embargo, “no está demostrado que sea una técnica rentable: el número de mamografías necesarias para detectar un solo tumor sería muy elevado, su impacto es pequeño”. Solo se vigilan aquellas mujeres con más riesgo que la población general: las que tienen antecedentes familiares o predisposición genética, por ejemplo.

Por encima de los 70 se realiza en las que han pasado ya por un cáncer de mama, que acuden a revisiones de forma periódica (generalmente, una vez al año en lugar de los dos del cribado general).

Con todo, Rodríguez, que trabaja en el Hospital Universitario de Salamanca y es vicepresidente de la Sociedad Española de Oncología Médica, reconoce que, pese a mejorar en los diagnósticos precoces, “sigue habiendo controversia sobre el impacto del cribado en la población”. Aunque algunos estudios muestran reducción de la mortalidad por cáncer de mama, en este punto no hay una conclusión definitiva.

Mientras tanto, el avance de los equipos hace más agradable pasar por este proceso de forma periódica. Aunque la mayoría de mujeres en el rango de edad recomendado acude a hacerse la mamografía, la ‘amabilidad’ de los nuevos aparatos puede contribuir a eliminar reticencias.

Myriam Montes apunta que el boca-oreja contribuye a ello, “las mujeres están muy informadas”, y aunque la pandemia supuso un parón, se ha regresado a la normalidad. “Existe la típica frase de ‘si esto fuera para un hombre ya se habría avanzado‘. La realidad es que se ha avanzado muchísimo y ahora los mamógrafos tienen que comprimir menos para obtener una imagen diagnóstica de calidad altísima, mucho más nítida. Nos podemos adelantar a un diagnóstico de cáncer de mama años antes de que aparezcan síntomas”.

cursa de la dona Burriana

VII Cursa de la Dona en Burriana

  • La Cursa de la Dona 2023 en Borriana alcanza más de 1.200 participantes en su séptima edición
  • La “marea rosa” ha conseguido recaudar un total de 7000 euros que se destinarán un año más a la investigación para la lucha contra el cáncer de mama

La séptima edición de la Cursa de la Dona de Borriana celebrada hoy ha vuelto a superar todas las previsiones en cuanto a participación, ya que más de 1.200 personas se han dado cita a media mañana en la Piscina Municipal de la ciudad para tomar parte de un evento en el que ha vuelto a destacar el carácter solidario, y que han convertido la jornada en un modelo de sororidad, de unión y de reivindicación justa.

Gracias a la participación en la “marea rosa” de Borriana, con esta carrera solidaria coordinada por la Fundación Le Cadó se ha conseguido recaudar un total de 7.000 euros que se destinarán íntegramente, un año más, a proyectos de investigación para la lucha contra el cáncer de mama de repercusión nacional.

La cursa es un encuentro popular de 5 km de “solidaridad” a través del vial del Port hasta la zona marítima y vuelta hasta Borriana, en cuya organización colabora activamente el Servei Municipal d’Esports (SME) de Borriana, que ha organizado una vez más unas actividades físicas previas a la salida y al finalizar la prueba no competitiva.

Una jornada de sororidad, de estar unidas y de reivindicar causas justas alrededor, además de un día de reivindicación como es el Día Internacional de la Acción por la Salud de las Mujeres.

Antes de la salida de la cursa, representantes de la corporación municipal y de la Fundación Le Cadó han entregado dos cheques de los 7.000 euros recaudados al director de la Cátedra Actividad Física y Oncología de la Fundació José Soriano Ramos de la UJI, Eladio Collado y al representante del GEICAM para seguir financiando el proyecto de la CAFO-UJI e iniciar el proyecto EMBARCAM, Fundación Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama.

Además, durante los momentos antes al inicio de la cursa, se ha agradecido a todos los departamentos municipales implicados, a las entidades y empresas colaboradoras su compromiso social, así como el respaldo para seguir haciendo crecer cada año una Cursa de les Dones no competitiva que ya en su séptimo año ha aumentado la participación pasando de 400 el primer año a las más de un millar en esta edición.

La presidenta de la Fundación Le Cadó, Elvira Monferrer, ha mostrado su satisfacción por la “masiva participación” y ha destacado la “extraordinaria implicación de la sociedad burrianense”, que ha demostrado una vez más ser “generosa y solidaria con esta iniciativa” en la que colaboran de forma “muy proactiva”.

Las personas participantes que han completado la marcha hasta llegar a la línea de meta situada junto a la Piscina Municipal han podido disfrutar de los alimentos y refrigerios, y del reparto de los diferentes productos ofrecidos por las marcas colaboradoras en el evento.

Así, con las emblemáticas camisetas de color de rosa diseñadas por el burrianense Vicent Guerola, y la alegría de las más de mil mujeres y muchos hombres que se han dado cita en la Cursa de la Dona, se ha cerrado una nueva y multitudinaria edición que, muestra la fuerza y las ganas de las mujeres de nuestra ciudad por ser protagonistas de eventos sociales, como en este caso que une deporte y solidaridad.

embarazo cáncer de mama

Un estudio determina que parar la terapia endocrina para quedarse embarazada no eleva las recaídas en cáncer de mama

En mujeres con cáncer de mama hormonosensible que desean ser madres, pausar la terapia endocrina para intentar quedarse embarazadas durante un tiempo máximo de dos años no incrementa el riesgo de recaídas a corto plazo. Así lo avalan los resultados del ensayo clínico Positive, publicado en The New England Journal of Medicine, y coordinado en España por el Grupo Solti, de investigación clínica en cáncer, y por el Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (Geicam).

Tras tres años y medio de seguimiento, los resultados, que ya que se avanzaron en el último congreso internacional San Antonio Breast Cancer Symposium 2022 (SABCS), muestran un riesgo de recaída en estas pacientes del 8,9%, frente a un 9,2% en pacientes que no pausaron la terapia en busca de un embarazo.

Positive es el primer estudio prospectivo diseñado para dar respuesta a mujeres que se diagnostican de cáncer de mama en edad temprana y sin haber completado su deseo de ser madres. Se estima que entre el 40% y el 60% de las pacientes a las que se diagnostica un cáncer de mama a los 40 años o antes están preocupadas por su futura fertilidad.

CÁNCER DE MAMA CADA VEZ MÁS FRECUENTE EN MUJERES JÓVENES

“Sabemos que el cáncer de mama es cada vez más frecuente en mujeres jóvenes y, por tanto, coincide con el deseo de ser madre de muchas de ellas. Por esta razón, fertilidad y embarazo resultan preocupaciones importantes tanto para las pacientes oncológicas como para los investigadores”, comprende Manuel Ruiz Borrego, co-coordinador del estudio Positive en España, miembro de la Junta Directiva de Geicam y jefe de la Unidad de Cáncer de Mama del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla.

Este nuevo estudio “abre la posibilidad de un embarazo seguro para aquellas pacientes con cáncer de mama que lo deseen, una vez que han realizado al menos 18 meses de terapia endocrina adyuvante”, señala Cristina Saura, coordinadora del estudio en España, miembro de la junta directiva de Solti y jefa de la Unidad de Cáncer de Mama del Hospital Vall d’Hebron y VHIO.

Hasta ahora la recomendación era empezar a buscar el embarazo pasados un mínimo de 5 años tras haber superado el cáncer de mama, y siempre que no hubiera habido recaídas. Según la experta, los resultados de Positive “pueden cambiar las guías clínicas actuales”, pero advierte de que “el seguimiento a largo plazo de estas pacientes será fundamental para corroborar estos datos”.

El presidente de Geicam, Miguel Martín, que es además jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Gregorio Marañón, advierte de que “este estudio da tranquilidad a los médicos y pacientes que ya anteriormente se decidían a una interrupción de la terapia endocrina, después de al menos dos años, para permitir un embarazo”.

“Ya se sabía que el embarazo no empeoraba el pronóstico de las mujeres con cáncer de mama. También muchos oncólogos debatíamos con las pacientes la posibilidad de interrumpir transitoriamente el tratamiento endocrino para permitir un embarazo muy deseado y lo hacíamos, pero ahora hay evidencia prospectiva que apoya esa opción”, sostiene el oncólogo.

ASÍ HA SIDO LA PARTICIPACIÓN ESPAÑOLA EN EL ESTUDIO

Para examinar el impacto de la pausa de la terapia endocrina con el objetivo de buscar un embarazo, el estudio Positive incluyó a 518 mujeres de 42 años o menos, procedentes de veinte países, con cáncer de mama de receptores hormonales (RH) positivos que deseaban quedarse embarazadas.

De estas, 72 pacientes procedían de 18 hospitales españoles y fueron reclutadas a través de los grupos de investigación Solti y Geicam.Antes de pausar su tratamiento, las pacientes habían completado entre 18 y 30 meses de terapia endocrina adyuvante. Además, se instó a las participantes en el ensayo que reanudaran el tratamiento endocrino tras un intento de embarazo o un paréntesis de su tratamiento hormonal de dos años para intentarlo.

Los datos actuales surgen tras un seguimiento de 3 años y medio. No obstante, los investigadores continuaran el seguimiento de las participantes en el estudio durante 10 años.

Curiosamente los resultados muestran tasas de concepción y parto que están a la par o son superiores a las de la población en general; de 497 mujeres a las que se hizo seguimiento para ver si se habían quedado embarazadas, 317 dieron a luz al menos a un hijo y nacieron un total de 365 niños, debido a embarazos múltiples o consecutivos.

CÁNCER DE MAMA Y EMBARAZO

Positive se inscribe en una línea de investigación que busca dar respuesta a las cuestiones sobre salud reproductiva de las pacientes con cáncer de mama. Se investiga además si existe una relación de causalidad entre el embarazo y la aparición de un cáncer de mama.

Así, el estudio Embarazo y Cáncer de mama (Embarcam), liderado por Geicam, permitirá tener una foto del llamado cáncer de mama gestacional, diagnosticado durante el embarazo o el año siguiente, con el objetivo de prever esta situación y diseñar estrategias encaminadas a lograr embarazos seguros.

En esta línea se quiere determinar la utilidad de la leche materna para la detección precoz del cáncer de mama. “Con el estudio de casos concretos hemos concluido que la leche materna serviría para detectar mutaciones cancerosas de forma más precoz que a través de la sangre, por ser la concentración de ADN mucho más elevada en la leche materna”, afirma Saura.

“Para confirmar estos datos, prevemos poner en marcha MMaterna, un estudio internacional cuyo objetivo será analizar el caso de las mujeres que se embarazan siendo mayores de 40 años o siendo portadoras sanas de una mutación genética que aumente su riesgo de padecer cáncer de mama para ver si somos capaces de diagnosticar el cáncer de mama de manera más precoz en el postparto a través de la lecha materna que mediante las muestras de sangre o estudios radiológicos convencionales”, resalta.