Ejercicio cáncer de mama

El ejercicio y el cáncer de mama

En colaboración con la Universitat Jaume I, hemos realizado un proyecto de investigación centrado en los beneficios del acondicionamiento físico en mujeres que padecen cáncer de mama. A través de la Cátedra de Actividad Física y Oncología Fundación José Soriano Ramos, el funcionamiento del ejercicio físico en mujeres que están en tratamiento para el cáncer de mama. Mediante esta investigación, se estudia el ejercicio físico como modulador de los niveles de estrés oxidativo inducido por el tratamiento oncológico sistémico en pacientes con cáncer de mama.

Cáncer de mama: Todos los beneficios del ejercicio físico

Multitud de estudios demuestran los beneficios del ejercicio físico en pacientes con cáncer de mama. Además de preventivo, el deporte ayuda a los pacientes a mejorar los síntomas de la enfermedad y de la quimioterapia.

El cáncer de mama es el tumor más frecuentemente diagnosticado en la mujer. Se estima que 1 de cada 8 mujeres lo padecerá, y que en 2023 se diagnosticarán en España unos 35.000 casos y fallecerán unas 6.000 mujeres por cáncer de mama. Sin embargo, la investigación ha logrado grandes avances en las últimas décadas, incrementando las curaciones, prolongando la supervivencia de las pacientes con cáncer avanzado, y mejorando su calidad de vida.

Otra buena noticia es que cada vez hay más datos e investigaciones que hablan del poder del ejercicio físico en estos pacientes y que hacer deporte repercute positivamente en la prevención, en el tratamiento y en la supervivencia.

En lo que respecta a la fase de recuperación de los pacientes con cáncer, el ejercicio puede tener efectos positivos en lo relativo al impacto de los efectos secundarios, de modo que contribuye a la mejora de la fatiga crónica, la ansiedad y la depresión, ayuda a prevenir el linfedema, la neuropatía periférica, la sarcopenia y los problemas de sueño. Además, hasta el momento se cuenta con resultados prometedores en cuanto a la mejora de los síntomas relacionados con la caquexia, la disfunción cognitiva y la cardiotoxicidad, según Alejo.

El ejercicio en cáncer de mama

En cuanto a los beneficios del ejercicio físico en cáncer de mama, el grupo de investigación Actividad física-deportiva en poblaciones específicas del INEF de la UPM, en colaboración con el Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid, desarrolló un estudio en el que se llevó a cabo un programa de ejercicio grupal específico para tratar los efectos secundarios de los tratamientos del cáncer de mama. Los resultados mostraron que las mujeres que participaron en el programa de ejercicio mejoraron su calidad de vida y aumentaron la cantidad de ejercicio físico practicado en su tiempo libre.

Además mejoraron su capacidad cardiovascular, un parámetro relacionado con la supervivencia y la aparición de enfermedades cardiovasculares; y reducían su fatiga crónica. La fatiga crónica es uno de los efectos secundarios más habituales en pacientes con cáncer, persistiendo, incluso, tras varios años después de haber terminado los tratamientos. Estos beneficios se observaron incluso a los seis meses después de haber terminado el tratamiento, lo que significa que se generó un cambio del estilo de vida de las pacientes, que se volvieron más activas.

Tal y como señalan los expertos de Geicam, estos son los beneficios:

  • Reducción de la sensación de fatiga relacionada con el cáncer.
  • Mejora de la calidad de vida.
  • Mejora de la función física (aptitud cardiorrespiratoria y fuerza muscular). Disminución de trastornos como ansiedad y depresión asociados al diagnóstico y tratamiento del cáncer.
  • El ejercicio de fuerza progresivo y supervisado no aumenta el riesgo ni exacerba los síntomas del linfedema.
  • Mejora de la salud ósea.
  • Mejora la calidad del sueño.

 

Fuente: Joanna Guillén Valera, CuídatePlus