Navidad con cáncer de mama, consejos sobre cómo afrontarla

Cómo afrontar la Navidad con cáncer de mama

Las fiestas de Navidad con cáncer de mama, sobre todo cuando son las primeras, son un momento duro. Nuestras necesidades pueden entrar en conflicto con lo que pensamos que se espera de nosotros.

Es posible que haya que hacer cambios, no únicamente por la pandemia, sino porque el hecho de estar en tratamiento y pasando por la enfermedad ya hace que las Navidades sean distintas. Los efectos secundarios, las fechas de las citas médicas o el estado de ánimo, son aspectos que implican cambios.

Comunicación

Si eres paciente y en las Navidades va a haber cambios:

1. No te sientas culpable. ¿Cómo se hace? Separando quién eres tú de lo que es el cáncer. Los cambios son causados por las circunstancias que te ha tocado vivir y que no has elegido. Hacer algunas modificaciones en las rutinas familiares te permitirá disfrutar como uno más.

2. Comparte cómo te sientes. Si sientes culpa o cualquier otra emoción, es importante que lo compartas con tu entorno. Si no somos sinceros con cómo nos sentimos, los demás no van a saber cómo actuar con nosotros. Antes de poder compartirlo con los demás, primero nos tenemos que hacer a nosotros mismos la pregunta: «¿cómo me siento?», para así ser conscientes de esas emociones.

3. Intenta que la enfermedad no sea el centro de las fiestas. Cuando nos encontramos con personas con las que no estamos en el día a día o que incluso no hayamos visto desde antes del diagnóstico, es normal que nos pregunten cómo estamos, cómo nos sentimos, en qué fase estamos o cómo van las pruebas. Es la forma que tienen los demás para mostrarnos su apoyo e interés. Sin embargo, puede ser que esa forma de mostrar su preocupación no sea la que más nos ayude. Ellos no nos pueden leer la mente, por lo que si prefieres que esas preguntas queden relegadas a otro contexto o que las hagan todas juntas al comienzo de las fiestas, pero que no sea una constante cada uno de los días, déjalo claro. Puedes indicarlo al principio del encuentro o días antes a través de mensajes o llamadas en las que des unas pautas sobre qué es lo que más te ayuda y lo que menos a afrontar la Navidad con cáncer de mama. Los demás también lo agradecerán porque tendrán la seguridad de que están acertando.

Si eres familiar, pregunta al paciente qué es lo que prefiere. No demos por sentado que lo que nos gustaría que hicieran con nosotros es lo correcto porque cada uno somos personas diferentes.

Si el tema de las comidas copiosas y los olores nos preocupa, y creemos que nos va a impedir disfrutar de la reunión, debemos comunicarlo. Si transmitimos las pautas, nuestros anfitriones podrán diseñar un menú más acorde a nosotros. Evitaremos escuchar frases del tipo: “no has probado esto” o “no has comido nada”, y que el cáncer sea el centro de la conversación.

Dosificación de energía

En cuanto a los preparativos, pensemos en las últimas Navidades o en las anteriores (si en las últimas no nos pudimos juntar por la pandemia) y en cuáles eran las funciones que teníamos: decorar, cocinar, organizar los diferentes planes, etc. Podemos hacer una lista en un papel con todas las funciones y ver con cuáles nos sentimos cómodas.

Si hay algunas que podemos hacer y otras no, hay que decirlo.

Si no es una cuestión de poder o no poder, sino que es que no tenemos energía para hacerlas todas juntas, elegiremos las tareas más sencillas que no nos agoten o las que nos hagan especial ilusión. Si las que nos hacen ilusión nos agotan más, entonces lo recomendable es hacer menos número de tareas, pero dándoles igualmente prioridad porque de lo que se trata es de disfrutar y no sentir que nos quedamos en un segundo plano.

Debemos pensar en la Navidad con cáncer de mama como una carrera de fondo. Son muchos eventos seguidos y diferentes por lo que, si hacemos el sprint en la Nochebuena, en la colocación de la decoración o en las compras navideñas, es posible que luego lleguen fechas importantes y no nos quede energía.

No te fuerces a aguantar toda la celebración. Esto es aplicable sobre todo a Nochebuena y Nochevieja. Dependiendo de la tradición en tu familia, puede ser que la celebración empiece a media tarde y se alargue hasta altas horas de la madrugada. Podemos tomar de referencia otros eventos que hayamos tenido anteriormente ya con esos efectos secundarios. Reflexiona sobre cuánto tiempo seguido has podido mantener la atención, permanecer sentada y tener una conversación. En base a como crees que te sentirás, decide si os unís más tarde, si os vais un poco antes de finalizar o incluso si hacer una pausa en la mitad y tumbarte a descansar un rato.

Entre hacer un plan y no hacerlo, hay muchos grises en medio. Adapta los planes en vez de renunciar a ellos para disfrutar de la Navidad con cáncer de mama.

En primer lugar, yo

Habrá algunos planes que nos apetezcan más que otros y muy probablemente no vamos a poder hacerlos todos por tema de energía, como hemos dicho. Deberemos priorizar y elegir bien por la fecha, por la actividad en sí o incluso por las personas implicadas.

Es probable que tengamos que cancelar algunos planes a última hora o que no sepamos a ciencia cierta si estaremos bien ese día.

También puede ser que uno de los planes sea encontrarse con un grupo de amigas a las que hace tiempo que no ves y que sepas que toda la conversación va a girar en torno a la enfermedad. En cambio, quizá hay otro grupo de amigos que ya saben que prefieres que te hablen de sus cosas para distraerte. Si crees que te apetece estar más con el segundo grupo porque van a cumplir lo que pides, es lícito que elijas ese plan.

Además, si consideras que un plan no es seguro por el COVID, estás en tu derecho de elegir no acudir. Lo más importante es tu salud y tu autocuidado; no podemos arriesgarla por evitar un posible enfado.

Tenemos que ponernos a nosotros mismos en primer lugar y no al miedo a disgustar a esas personas por encima de nuestro propio bienestar. No podemos responsabilizarnos de las emociones de los demás.

Con los peques de la familia

Desde que a los pequeños les dan las vacaciones, alrededor del 22 de diciembre, hasta después de los Reyes, son muchísimos días los que hay que estar en casa y tenerlos entretenidos.

Pueden surgir muchos planes típicos navideños como ir a ver las luces, patinar sobre hielo o ir a algún teatro. Podemos no tener energía para todos o incluso que no sea recomendable debido a las medidas sanitarias. Si esa es la pauta que nos ha transmitido nuestro equipo médico, elegiremos los planes que sí podemos hacer. Intentemos compensar y proponer planes que sean dentro de casa y que no agoten. Puede ser que los niños se enfaden, pero no debemos personalizar el enfado, sino que es hacia la circunstancia que también a ellos les ha tocado vivir. Además, las actividades más enérgicas y fuera de casa pueden delegarse a otros miembros de la familia como los tíos, primos, abuelos.

Es importante que los peques de la familia sean informados antes de ese encuentro de los cambios físicos del paciente. Es conveniente evitar la sorpresa y la situación de explicar de cero al niño durante el evento. No es agradable ni para la paciente ni para el niño. Hay muchos recursos que ayudan a hablar del cáncer a los niños.

Gestión emocional

La toxicidad que hemos acumulado de los diferentes tratamientos, aunque ya hayamos finalizado los ciclos, sigue estando en el cuerpo. Además, tenemos que enfrentarnos a revisiones, nuevas pruebas… En este contexto, puede ser que la explosión emocional nos venga una vez finalizado el tratamiento. Nuestro entorno puede no entender que ahora no estemos bien. Si les compartimos cómo nos sentimos, queda en sus manos que actúen o no en consecuencia y eviten comentarios que nos molestan.

A muchas personas, la emoción que más les surge es el miedo a que sean las últimas navidades. Hay dos posibilidades si nos enfrentamos a ese miedo:

– Que sea infundado o irracional. Se da cuando el tratamiento está funcionando, el pronóstico es bueno o incluso nos han dado buenas noticias médicas. El miedo a que sean las últimas, en un principio, no se correspondería a la realidad que estamos viviendo.
– Que sea realista. Se da cuando estamos en un momento avanzado de la enfermedad, en un momento de cuidados paliativos, y sí que hay posibilidades de que efectivamente sean nuestras últimas navidades.

Con independencia del tipo de miedo que sea, debemos pensar cómo nos gustaría vivir esas posibles últimas navidades, qué planes queremos hacer y con quién nos queremos juntar. El hecho de que el entorno trate de discutir que vayan a ser las últimas o no, muchas veces genera más resistencia. El miedo es una emoción normal y no debemos sentirnos mal por tenerlo. Si finalmente no son las últimas, el año que viene ya habremos aprendido a vivir centrándonos en el presente y con atención plena (mindfulness), y vamos a seguir viviendo así disfrutando al máximo cada uno de esos momentos.

El miedo es una emoción frecuente. Miedo a organizarlo todo y que finalmente no salgan las cosas como se esperaban. O miedo a planificarlo con mucha ilusión y que, llegado el día del evento, nos encontremos mal. Podemos hacer todo lo que esté en nuestra mano con las pautas mencionadas para aumentar al máximo las posibilidades de que todo salga lo mejor posible. Ser sincero y hacer partícipes a los demás de nuestras emociones es la clave.

Esperamos que estas pautas os ayuden a disfrutar de la Navidad con cáncer de mama.

FUENTE: XEMIO

La sesión íntima y próxima del Taller Vivir la Vida resulta muy gratificante para los asistentes

Cuatro mujeres expusieron su personal testimonio sobre la realidad de su día a día, tras superar el cáncer de mama

El pasado 11 de diciembre, la Fundación Le Cadó impartió el último taller saludable del año. El Taller Vivir la Vida resultó muy gratificante para los asistentes. El evento se convirtió en una sesión muy íntima y próxima, donde cuatro mujeres dieron su personal testimonio sobre la realidad en el día a día, tras superar el cáncer de mama.

Cuatro mujeres exponiendo su personal testimonio sobre su día a día tras superar el cáncer de mama en el Taller Vivir la Vida, en Spai Fundació el 11 de diciembre /Fundación Le Cadó

Los asistentes se encontraron en una reunión de petit comité donde pudieron preguntar sus inquietudes y miedos a las ponentes de tú a tú. Añadir que estos se sintieron como si estuvieran en un grupo de apoyo, donde la comprensión y el apoyo reinaban. Además, los acompañantes y apoyos familiares de las pacientes pudieron participar también, y exponer su experiencia. Estos son un amparo fundamental en el proceso de la enfermedad y pudieron compartir su realidad con el vocal Jordi Font de Mora, quien ha vivido la experiencia como acompañante. Por estas razones, el Taller Vivir la Vida resultó muy gratificante para los asistentes.

Último Taller Saludable del año

Nuevamente, la Fundación Le Cadó organiza sus tradicionales talleres saludables con el propósito de dar a conocer su labor solidaria a un amplio público. Además, estos talleres contribuyen a recaudar fondos para financiar diversas investigaciones sobre el cáncer de mama a través de su proyecto Flor de Vida. Nos encontramos con el cierre de los talleres en este 2024. Si no pudiste asistir a este taller, te invitamos a seguirnos en nuestras redes sociales para mantenerte al tanto de nuestras próximas actividades.

La sequedad vaginal no tiene una respuesta única

Sequedad vaginal: ¿por qué aparece en pacientes de cáncer de mama?

La sequedad vaginal es uno de los efectos secundarios frecuentes que pueden causar los tratamientos del cáncer de mama. Se debe a una disminución repentina de la producción de estrógeno en los ovarios en las mujeres jóvenes o la reducción de la síntesis de estrógenos a nivel de la grasa periférica en mujeres ya menopáusicas. . Esto se traduce en incomodidad, dolor en las relaciones sexuales o incluso sangrados leves. Y aunque probablemente las pacientes recién diagnosticadas, en lo último que piensan es en tener sexo, a menudo resulta frustrante para las supervivientes, para las que es más grave y común debido a la menopausia inducida después del tratamiento (1).

El dolor recurrente, puede llevar a las mujeres a no querer mantener relaciones con su pareja. El sexo, la sexualidad y la intimidad son tan importantes para las personas con cáncer como lo son para las personas que no lo tienen. Según la American Cancer Society (2), la sexualidad y la intimidad ayudan a las personas que se enfrentan con el cáncer a sobrellevar los sentimientos de angustia.

Ante este problema, no hay una respuesta única, pues existen múltiples factores que influyen a la hora de buscar una solución que revierta la sequedad vaginal. Se trata de un tema que aún a día de hoy se torna tabú en las consultas, sin embargo, desde Xemio recomendamos a las pacientes que estén sufriendo este efecto secundario que consulten siempre con su médico ya que les ayudará a tomar la mejor decisión.

Opciones ante la sequedad vaginal

Lubricantes y cremas

Una opción, económica y accesible, para intentar paliar la sequedad vaginal son los lubricantes, las cremas, los humectantes y los anillos vaginales. Sin embargo, hemos de mantener algunas precauciones.

A la hora de escoger un lubricante, se recomienda escoger un gel acuoso sin fragancias, colores, espermicidas, remedios herbarios o sabores añadidos, ya que estos químicos podrían resultar irritantes en los tejidos delicados de la región genital. Se deben aplicar antes del sexo, alrededor y dentro de la entrada vaginal, así como en el pene, dedos o elemento de inserción.

¿Y su eficacia? Según una investigación que estudia este tipo de cremas, se ha demostrado que es un agente no hormonal eficaz y seguro. Sin embargo, la duración del estudio y el tiempo de seguimiento de 4 semanas, así como el diseño del ensayo no aleatorio, son limitaciones del estudio (3).

En cuanto a las jaleas con base de petróleo, cremas comunes para la piel y otros lubricantes con base de aceite no se consideran buenas alternativas para la lubricación vaginal. En algunas mujeres, puede que estos productos incrementen el riesgo de alguna infección vaginal o incluso que se dañen los condones de látex, si se usan (2).

Humectantes vaginales

Por otro lado, existen los humectantes vaginales, que son distintos a los lubricantes ya que duran más y no están diseñados expresamente para la actividad sexual. Lo están para ayudar a que la vagina se humedezca y mantenga un equilibrio de la acidez (pH) más normal durante varios días. Se aplican por la noche para lograr una mejor absorción durante las horas de sueño y se recetan habitualmente a las pacientes de cáncer que sufren este efecto secundario (2). Además, se ha demostrado que los humectantes vaginales y los anillos vaginales que suministran estrógenos en dosis bajas pueden ser útiles (4) para tratar la sequedad vaginal, pero las pacientes diagnosticadas de cáncer de mama deben comentar con su médico si ese tratamiento es seguro para ellas.

Tratamiento de estrógenos vaginales

Como ya hemos dicho, no todas las mujeres pueden recibir este tratamiento, ya que las hormonas que se desprenden pueden promover el crecimiento de determinados tipos de cáncer de mama. El formato en que se presentan es variado: geles, supositorios, argollas o pastillas. La mayoría se colocan en la vagina directamente, aunque algunas cremas se aplican en la vulva (2).

Tratamiento láser fraccionado de CO2

La tecnología láser de dióxido de carbono es otra de las opciones terapéuticas no hormonal que ayuda a tratar la mucosa vaginal atrofiada y aliviar la dispareunia (4).

El láser vaginal puede ser eficaz en el tratamiento de GSM en supervivientes de cáncer de mama a corto plazo, pero no existen datos a largo plazo sobre la seguridad y la eficacia. De hecho, se requiere una mayor investigación para analizar el seguimiento a largo plazo, así como la interacción compleja entre GSM y los otros impactos negativos de la terapia de cáncer de mama en las relaciones íntimas (1).

En el hospital Clínic los especialistas de Ginecología están realizando un estudio randomizado para valorar la eficacia del láser vaginal.

Otros aspectos a tener en cuenta

Pese a que la sequedad vaginal es un efecto secundario físico y real, la psicología también interviene y puede ayudar a reducir su gravedad. Así pues, conseguir un alto nivel de excitación puede ayudar a reducir el dolor. La clave para conseguir mantener relaciones sexuales placenteras será una buena comunicación con la pareja, y la creación de un entorno de confianza donde poder indicarle qué posturas o movimientos son menos dolorosos.

Y por supuesto, llevar una vida saludable con hábitos alimentarios y de ejercicio, ayuda a que el organismo funcione mejor, incluida la regulación del pH vaginal.

FUENTE: XEMIO

Formas de ayudar a su ser querido durante el tratamiento contra el cáncer

Quizás no piense en sí mismo como un cuidador, pero cualquiera puede serlo. Un cuidador es alguien que está junto a un ser querido proporcionando cuidados emocionales y ayuda práctica en los momentos necesarios. Un cuidador puede desempeñar muchas funciones. Y esas funciones evolucionarán a medida que las necesidades del ser querido cambien con el tiempo.

Como cuidador, es posible que haya notado que su ser querido atraviesa una amplia gama de emociones. Aunque esto puede ser difícil para ambos, su disposición a escuchar y ofrecer apoyo puede marcar una gran diferencia.

Existen diferentes tipos de apoyo que puede proporcionar:

Emocional

Trate de estar ahí para escuchar los problemas y ofrecer apoyo cuando su ser querido tome decisiones. Esto puede ser además una oportunidad para fortalecer su relación.

Práctico

Ocuparse de pequeñas tareas cotidianas puede ser de gran ayuda para su ser querido. En algunos casos, puede compartir algunas tareas con otras personas que también quieran ayudar.

 

Consejos para ofrecer apoyo emocional

Estar ahí para alguien que se enfrenta al cáncer puede requerir reflexión, cuidado y empatía.

A continuación, encontrará algunas ideas que pueden ser útiles.

  • Escuche

A veces, todo lo que su ser querido necesita es alguien que le escuche y sepa por lo que está pasando.

  • Comuníquese con consideración

Recuerde que las personas se comunican de diferentes maneras. Respete la necesidad de su ser querido de compartir o quedarse callado. También es posible que quiera hablar de algunas de las dificultades a las que se enfrenta con otra persona.

  • Pregunte cómo apoyar a su ser querido

Todos necesitamos diferentes tipos de ayuda y cuidado emocional. Pregunte qué puede hacer por su ser querido. Puede tener ideas y necesidades particulares.

  • Hable desde el corazón

No siempre es fácil encontrar las palabras que decirle. Pero es importante que usted y su ser querido tengan una comunicación abierta.

  • Tomen decisiones juntos

Cuando haya que tomar decisiones, participe y consideren las opciones juntos. Y cuando llegue el momento de dar el próximo paso, recuerden apoyarse mutuamente en todo momento.

  • Tómese tiempo para resolver los problemas

Recuerde que los problemas no siempre pueden resolverse con una sola conversación. Pueden surgir muchas inquietudes y preguntas en el camino, y las conversaciones pueden complicarse.

  • Sea generoso con sus gestos

Cuando las palabras fallan, un gesto sincero puede marcar la diferencia. Dar un abrazo y ofrecer un hombro en el que apoyarse puede ser a veces más reconfortante que cualquier cosa que uno pueda decir.

Consejos para ofrecer apoyo práctico

Si se centra en cosas que están fuera de su control, es posible que se sienta impotente. En vez de ello, trate de centrarse en cosas concretas que pueda hacer para ayudar a su ser querido.

 

Ayude con las tareas cotidianas

Hay muchas pequeñas tareas de las que puede ocuparse para ayudar a su ser querido. Estas son algunas formas en las que puede ayudar:

  • Comprar productos necesarios como comestibles y artículos para el hogar
  • Ayudar con las tareas domésticas
  • Ordenar documentos como informes médicos, pruebas, facturas, etc.

 

Tres maneras de ayudar a su ser querido durante el tratamiento

1. Trabaje con el equipo de atención médica de su ser querido

Puede tener un papel importante en la conexión de su ser querido con el equipo de atención médica:

  • Infórmese para poder ayudarle a entender su diagnóstico
  • Llévelo a las citas con el médico
  • Anímelo a hacer preguntas y a asumir un papel activo durante las citas con el médico
  • Escuche activamente y tome notas durante la visita

2. Ayude a su ser querido a estar preparado

Familiarícese con los posibles efectos secundarios de los medicamentos que toma. Asegúrese de que sepa expresar lo que está experimentando a su equipo de atención médica. Los efectos secundarios pueden ser señales importantes que permiten al equipo de atención médica a saber lo que está pasando en su organismo.

3. Haga recordatorios de la toma de medicamentos

Puede hacer mucho para ayudar a su ser querido a acordarse de tomar sus medicamentos, por ejemplo:

  • Dígale cuándo es la hora de tomar un medicamento, ya sea en persona, por teléfono o enviándole un correo electrónico o mensaje de texto como recordatorio.
  • Añada recordatorios en su calendario en línea o en su dispositivo móvil.
  • Coloque notas adhesivas en la casa.
  • Si le parece bien, pida a otras personas que colaboren y le envíen también recordatorios.

La aplicación gratuita A TU LADO, desarrollada por Pfizer, está pensada para acompañar a los pacientes con cáncer en su día a día con la enfermedad, obtenga más información aquí.

 

Recuerde cuidarse a sí mismo

Para ser un buen cuidador, primero debe cuidarse a sí mismo. Tenga en cuenta los siguientes consejos que le ayudarán a encontrar un mejor equilibrio:

  • Reserve algo de tiempo para usted cada día

Puede consistir en leer un libro, el aire fresco que respira mientras camina o el placer de ver una película. Sea lo que sea, tómese tiempo para recargarse y tener la energía necesaria para cuidar mejor a su ser querido.

  • Pida un ajuste en su horario de trabajo

Si necesita dedicar más tiempo a sus responsabilidades como cuidador, su jefe puede ajustar su horario o su carga de trabajo. Pregunte si su empresa tiene algún plan de permisos para empleados por motivos familiares, cuidado de personas mayores o de otro tipo que pueda ayudarle.

  • Planifique comidas saludables

Un poco de planificación puede significar mucho cuando es importante seguir una dieta saludable; por eso, intente preparar las comidas con anticipación. Cuando usted y su ser querido tengan por delante una larga jornada de citas médicas, puede ser útil llevar algún sándwich, una ensalada o un tentempié para mantener sus energías.

  • Haga ejercicio

Cualquier tipo de ejercicio puede ayudarle a mantenerse sano. Caminar, nadar y montar en bicicleta son buenas opciones. Pero puede elegir algo que a usted le funcione mejor. La jardinería o las tareas de limpieza también pueden contar; simplemente encuentre entre 15 y 30 minutos cada día para estar activo.

  • Intente dormir bien por la noche

Si tiene problemas para dormir toda la noche, una siesta corta puede ayudarle a descansar. Por la noche, pruebe con ejercicios de respiración o música suave que le ayuden a dormirse. Si aún le cuesta dormir lo que necesita, su médico de cabecera podría ayudarle.

  • No tenga miedo de delegar

Cuando se sienta abrumado, pida ayuda a familiares, amigos, vecinos o incluso compañeros de trabajo. Algunas personas dirán que no y eso está bien, p ero muchos dirán muchas veces que sí. Piense en tareas que pueden necesitar tiempo pero que no requieren mucha habilidad, como lavar la ropa o hacer las compras.

  • Hable con otros cuidadores

Puede sentir que es el único en el mundo que afronta estos retos. Pero no está solo. A través de grupos de apoyo locales, puede conectar con otras personas que compartan los mismos sentimientos y afronten dificultades similares.

FUENTE: A TU LADO

Cáncer de Mama y Sueño

Insomnio y Cáncer

Las alteraciones del sueño incluyen varios problemas: insomnio, hipersomnia, alteraciones respiratorias, trastornos del movimiento (síndrome de piernas inquietas), alteraciones del ritmo circadiano y parasomnias. De todos los trastornos, el presente artículo describe específicamente el insomnio, en tanto que es la alteración de sueño más frecuente relacionada con el cáncer. Sin embargo, sabemos que muchas pacientes pueden tener otros problemas de sueño sin identificar. Como por ejemplo las apneas, que pueden ser comórbidas al insomnio o pueden perturbar el sueño y contribuir al insomnio.

Los problemas de sueño tienen un impacto negativo en la calidad de vida de las personas afectadas.

Mejorar los métodos actuales para identificar y tratar las alteraciones del sueño tiene una importancia vital para los profesionales de la salud en este campo.

Prevalencia de insomnio en cáncer de mama

Las quejas relacionadas con una mala calidad de sueño son frecuentes en las pacientes con cáncer de mama durante todo el curso de la enfermedad y tratamiento, incluso cuando el tratamiento activo ha finalizado. Después de la fatiga relacionada con el cáncer, el insomnio es la segunda queja más común en esta población y se encuentra en forma clínicamente significativa en el 50% de las pacientes con cáncer de mama (O. Palesh et al. 2014), siendo éste un porcentaje claramente superior al 18% reportado en población general (O. Palesh et al. 2010).

Definición de insomnio

Actualmente la Asociación de Psiquiatría Americana y el “Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders” (DSM-5) (APA, 2013), define el insomnio como el malestar con la calidad o la cantidad de sueño. Esto incluye dificultad para conciliar el sueño, permanecer dormido o despertarse antes de lo planeado. Estas dificultades ocurren tres o más noches por semana a pesar de tener la oportunidad de un sueño adecuado y producen otros síntomas como somnolencia diurna excesiva y/o fatiga.

El criterio de diagnóstico para Insomnio según la International Classification of Sleep Disorders (ICSD, 2014), de manera similar al DSM-5, incluye la dificultad para iniciar o mantener el sueño con consecuencias diurnas, sin relación con la falta de oportunidad para dormir.

Etimología del insomnio en cáncer

El desarrollo del insomnio en la población de pacientes con cáncer de mama puede explicarse en base al modelo de diátesis-estrés (Spielman, Caruso, & Glovinsky, 1987). Este modelo postula que los rasgos individuales (por ejemplo, la composición biológica o la genética) interaccionan con el entorno, y como resultado de esta interacción, pueden producirse problemas o alteraciones. Estas alteraciones ocurren cuando los estímulos provenientes del entorno superan el umbral de tolerancia y confianza de cada una de las personas afectas. El diagnóstico de cáncer de mama y los acontecimientos asociados (tratamiento, recuperación, resultados, etc) representan un agente estresor muy significativo para la mayoría de personas que puede resultar en alteraciones significativas, siendo los problemas del sueño una consecuencia común.

Spielman aplicó el modelo de diátesis-estrés al insomnio y desarrolló el modelo conductual 3P, también conocido como modelo de tres factores o modelo Spielman (Spielman, Caruso, et al., 1987). Este modelo articula tres factores acumulativos que ilustran el progreso desde el insomnio agudo e inicial hasta el insomnio crónico. El primer factor incluye la predisposición o los rasgos premórbidos, que situarían a determinados individuos en un mayor riesgo de desarrollar insomnio como son: sexo femenino, edad avanzada o la tendencia a preocuparse. El segundo factor, los factores precipitantes, incluyen los eventos que desencadenan las dificultades para dormir, como sería el propio diagnóstico del cáncer de mama. En este momento, muchas personas pueden referir dificultades para dormir. El hecho de que estas dificultades se cronifiquen depende de la parte final del modelo: los factores perpetuadores. Estos factores se refieren al conjunto de comportamientos que un individuo desarrolla frente a problemas de sueño. Estos comportamientos incluyen quedarse más tiempo en la cama con la esperanza de poder dormir más o quedarse en la cama despierto esperando quedarse dormido. En ocasiones se consigue así conciliar el sueño, pero a la larga se corre el peligro que se convierta en hábito y se desarrolle un desajuste entre la capacidad y la oportunidad de dormir. Por todo ello, es fundamental reforzar el abordaje conductual y crear rutinas de horarios y hábitos que faciliten la conciliación del sueño, combinados en muchas ocasiones, con técnicas de relajación que disminuyan la tensión que a menudo provoca la frustración asociada a la percepción del “sueño huidizo”.

Consecuencias y secuelas más importantes

Los distintos tratamientos relacionados con el cáncer, incluyendo quimioterapia, radioterapia, terapia hormonal y cirugía ocasionan efectos secundarios graves (Cleeland et al., 2012).

Los síntomas asociados al tratamiento activo del cáncer de mama y a los efectos secundarios del fin del mismo impactan negativamente en la calidad de vida de las personas afectas. La fatiga, la depresión, el dolor o los sofocos son algunos de los síntomas más frecuentes. La fatiga relacionada al cáncer es el efecto adverso más común referido tanto por pacientes en tratamiento activo como por las que han finalizado esta etapa. Entre un 60-90% de las pacientes describen sentirse fatigadas en algún punto durante o después del tratamiento. Al ser un síntoma multifactorial es posible que, a pesar de mejorar el sueño, la fatiga persista (Saligan et al., 2015). La depresión es también común en esta población, habiéndose descrito en el 20-30% de las pacientes con cáncer de mama (Bower, 2008; Reich, Lesur, & Perdrizet-Chevallier, 2008). La combinación de los síntomas de fatiga y depresión es una situación de riesgo para el desarrollo o empeoramiento de los trastornos del sueño.

Tratamiento del insomnio en el cáncer

El tratamiento farmacológico, las intervenciones cognitivo-conductuales o las terapias de apoyo han mostrado ser efectivas en diferente grado en el tratamiento de los trastornos de sueño observados en pacientes con cáncer. La elección de las técnicas específicas dependerá de la evidencia científica disponible, la experiencia y la comodidad del médico especialista con la terapia, así como el perfil de síntomas de la paciente y sus preferencias.

Tratamiento farmacológico

El tratamiento farmacológico de los efectos secundarios desarrollados por las pacientes con cáncer de mama, especialmente los vinculados a los trastornos del sueño, han arrojado resultados contradictorios. Los principales fármacos prescritos para las pacientes con cáncer de mama con problemas de sueño incluyen: los hipnóticos no-benzodiazepínicos, las benzodiazepinas y los antidepresivos con efectos sedantes. Estudios previos han descrito que los fármacos empleados para dormir, con mayor frecuencia los hipnóticos, a menudo producen mejorías a corto plazo, pero casi nunca solucionan las causas subyacentes de las dificultades para dormir. En concreto, los problemas derivados de los esfuerzos que realiza la paciente para dormir resurgen con frecuencia con más gravedad una vez se retira la medicación para dormir. El tratamiento conductual, detallado más adelante, ha demostrado niveles de eficacia similares al tratamiento farmacológico a corto plazo y mayor eficacia a largo plazo. Recientemente, en 2016, el Colegio de Médicos Americano publicó una actualización de las guías de práctica clínica que incluyen la recomendación de terapia cognitivo-conductual (TCC) como el tratamiento de primera línea para insomnio (Qaseem et al., 2016). Las guías plantean el uso de fármacos en las siguientes situaciones: 1) como tratamiento del insomnio en pacientes que no pueden recibir TCC 2) como terapia adjunta en pacientes que están recibiendo o han recibido TCC y siguen presentando síntomas residuales o 3) en casos puntuales como terapia inicial adjunta a la TCC en caso de requerirse una mejora inmediata.

Intervenciones conductuales

La TCC aborda los factores cognitivos y conductuales asociados al inicio y empeoramiento del insomnio (TCC-I). El tratamiento se adapta a diferentes poblaciones de pacientes, y empieza habitualmente explicándole al paciente el plan de tratamiento, y haciendo un análisis y educando sobre los mecanismos subyacentes al sueño. A partir de entonces, el tratamiento se basa en la combinación de diferentes componentes como la terapia de restricción de sueño, la terapia de control de estímulos, el entrenamiento en relajación, la terapia cognitiva y la formación en higiene del sueño. El objetivo de la TCC-I es desarrollar rutinas y conductas del sueño saludables orientadas a modificar los procesos que interfieren en el sueño y ofrecer a la paciente un conjunto de habilidades que puedan ser utilizadas en periodos prolongados en los que aparezcan problemas para dormir. De manera ideal, iniciar la TCC-I al principio del tratamiento oncológico puede contribuir a un mayor beneficio patente en todas las fases del tratamiento.Distintos metaanálisis ilustran la efectividad de la TCC-I en el tratamiento de un amplio rango de variables relacionadas con el insomnio en población adulta (Geiger-Brown et al., 2015; Trauer, Qian, Doyle, Rajaratnam, & Cunnington, 2015) y específicamente en pacientes con cáncer de mama (Johnson et al., 2016). Los resultados de estos estudios demuestran que la TCC reduce el tiempo necesario para conciliar el sueño, reduce el tiempo que el paciente pasa despierto durante la noche, y aumenta la cantidad de tiempo de vigilia diurna en comparación con el tiempo que el paciente pasa en la cama. Los estudios que comparan el tratamiento del insomnio mediante la TCC-I con el tratamiento farmacológico, obtienen que la TCC-I consigue resultados equivalentes o superiores tras 6-10 semanas de tratamiento, y que las mejorías obtenidas se mantienen a los tres años de seguimiento en la mayoría de los pacientes (Mitchell et al, 2012).

Dos de los componentes principales de la TCC-I son los más importantes. Por un lado, la terapia de restricción del sueño (Spielman, Saskin, & Thorpy, 1987), que tiene como objetivo limitar el tiempo que la persona está en la cama a que esté realmente durmiendo. Por otro la terapia de control de estímulos (Engle-Friedman, Bootzin, Hazlewood, & Tsao, 1992), que incluye un conjunto de recomendaciones para reforzar la asociación de estar la cama con el hecho de dormir. Debido a la fatiga y al dolor, las pacientes con cáncer de mama habitualmente pasan más tiempo en la cama despiertas y realizando otras actividades que durmiendo, con lo que comienzan a asociar el hecho de estar en la cama con estar despiertas. Las recomendaciones más comunes de la terapia de control de estímulos habitualmente incluyen:

  • Ir a la cama sólo cuando se tiene sueño.
  • Salir de la cama si no se puede dormir.
  • Usar el dormitorio/cama solo para dormir y el sexo (evitar televisión, lectura, etc).
  • Despertarse a la misma hora cada mañana.
  • Evitar las siestas.

En aquellos pacientes con tendencia a la rumiación y a la preocupación significativa, así como en quienes se identifican creencias y actitudes erróneas sobre el sueño pueden emplearse técnicas cognitivas. El objetivo de estas técnicas es identificar y modificar las creencias falsas y los comportamientos erróneos relacionados con el sueño, y enseñar estrategias para controlar los pensamientos que interfieren con el sueño. Otra de las técnicas cognitivas destacables es el entrenamiento en relajación, que tiene como objetivo disminuir la activación excesiva fisiológica y mental. El entrenamiento en relajación incluye la relajación muscular progresiva, la visualización y técnicas de respiración profunda además de la práctica de meditación. Finalmente, la técnica de la higiene del sueño permite confirmar que no existen hábitos conductuales que interfieran con el sueño (por ejemplo, la ingesta de cafeína a última hora del día). Es importante remarcar que, si bien la higiene del sueño por sí sola no es suficiente para el tratamiento de los trastornos del sueño, sí es una técnica muy útil para asegurarse que el paciente es consciente de las recomendaciones relacionadas con hacer ejercicio, no tomar cafeína por la noche y tener el mejor ambiente para dormir.

Existe una versión abreviada de la TCC-I, denominada “Terapia Conductual Breve Para el Insomnio Relacionado con el Cáncer” (TCB-IC). La TCB-IC fue desarrollada por Palesh et al. y va dirigida específicamente a pacientes con cáncer que están en tratamiento. La TCB-IC tiene un formato viable y aceptable para estas pacientes, quienes al estar en tratamiento y a cargo de otros aspectos de su vida, pueden disponer de poco tiempo. Así, la TCB-IC consiste en dos sesiones presenciales y 4 sesiones telefónicas de 15 minutos de duración que incluyen instrucciones sobre: la educación específica sobre el sueño en pacientes de cáncer de mama, instrucciones sobre horarios para dormir y entrenamiento de control de estímulos, así como educación y restricciones sobre siestas y técnicas de crono-rehabilitación (centrado en actividad física, luz solar y educación para ciclos sueño-vigilia y ritmos circadianos específicos para cáncer de mama). La TCB-IC se ha evaluado en población general incluyendo 4 ciudades de Estados Unidos y los resultados mostraron que la TCB-IC es viable y fiable (O. Palesh et al., resubmitted). La TCB-IC también ha demostrado eficacia preliminar en el tratamiento del insomnio, calidad de vida relacionada con salud, variabilidad de ritmo cardiaco y ritmo circadiano (O. Palesh, Janelsins, et al., 2017). Otros aspectos destacables de la TCB-IC es que puede ser administrada por otros profesionales como enfermería u investigadores quienes aplicaron con éxito la TCB-IC en la clínica. A pesar de ello, se requieren otros estudios con un mayor número de pacientes para valorar la eficacia de esta nueva intervención.

Terapias de apoyo

Las terapias de apoyo complementan el tratamiento médico estándar del cáncer de mama y ayudan a muchas pacientes a manejar los efectos adversos que se desarrollan durante y después del tratamiento. En particular, realizar ejercicio físico leve o moderado (Schmitz et al., 2010; Sprod et al., 2010) parece tener efectos positivos sobre la calidad del sueño (Sprod et al., 2010), así como sobre otros efectos adversos (O. Palesh, Scheiber, et al., 2017). Se recomienda también administrar suplementos de melatonina para mejorar el sueño (Innominato et al., 2016; Kurdi & Muthukalai, 2016). Otros enfoques sin evidencia científica concluyente hacen referencia al efecto de masajes, musicoterapia, tai chi o yoga (Mustian et al., 2017; Mustian et al., 2010; Mustian et al., 2009). En este sentido, es destacable que los supervivientes de cáncer desearían poder recibir estas recomendaciones por parte de sus especialistas, así como poder ser referidos a profesionales expertos en ejercicio, entre otros.

FUENTE: AdSalutem Insituto del Sueño

Elena García Roca lidera el Taller “El Poder del Deporte para una Vida Saludable” en la Fundación Le Cado

La responsable de los programas de ejercicio físico de CAFO UJI señala al deporte como un factor clave en la recuperación del cáncer de mama

El pasado sábado 30 de noviembre, la Fundación Le Cadó continuó con la iniciativa de sus talleres saludables impartiendo el Taller Movimiento y Vida en Spai Fundació. La ponencia estaba a cargo de la responsable de los programas de ejercicio físico de CAFO UJI Elena García Roca. La sesión “El Poder del Deporte para una Vida Saludable” señala al deporte como un factor clave en la recuperación del cáncer de mama y un elemento clave para mejorar la salud.

CAFO-UJI de la mano de Fundación Le Cadó

El evento comenzó con una breve explicación de la Presidenta de la Fundación Le Cadó Elvira Monferrer sobre los proyectos financiados por la fundación. Primero informó sobre la actividad de remo “Remamos por la vida” para pacientes de cáncer de mama financiado por la Fundación Le Cado.

Esta actividad es realizada todos los sábados desde el 26 de octubre por un equipo de doce remeras. En concreto está formado por diez pacientes que reman, una que dirige el timonel y una de reserva. A partir de esta actividad, la fundación decidió reunir a un equipo de expertos multidisciplinar para realizar mediciones cada dos meses y, así, obtener una serie de conclusiones tras su finalización en junio de 2025.

El equipo de remeras en el Puerto de Burriana, el 16 de noviembre /Fundación Le Cadó

En segundo lugar, el vocal Jordi Font de Mora informó sobre el proyecto innovador centrado en el bienestar integral de las pacientes con cáncer de mama de la mano de CAFO-UJI y la Fundación Le Cadó. Este consiste en implementar rutinas deportivas y ejercicios de resistencia adaptados a un grupo selecto de pacientes. Se puede señalar que las pacientes reportan mejoras en su estado físico y emocional desde las primeras semanas.

Según cuenta Font de Mora, este proyecto consiguió crecer y dio pie a la creación de la Cátedra “Fundación José Soriano Ramos”, consolidando el programa dentro del ámbito universitario y facilitando el desarrollo de estudios a través de un equipo de expertos multidisciplinar.

Por último, el vocal expuso la importancia de hacerse socio de la fundación para poder seguir sufragando este tipo de actividades junto con los proyectos de investigación y los talleres de la fundación.

Taller Movimiento y Vida

Seguidamente, comenzó el Taller Saludable “El Poder del Deporte para una Vida Saludable” a cargo de Elena García. En este explica que la realización de ejercicio físico y actividad física son seguros y beneficiosos tras el diagnóstico del cáncer en cualquier etapa de la enfermedad y del tratamiento.

La responsable de los programas de ejercicio físico de CAFO UJI Elena García Roca impartiendo el Taller Movimiento y Vida “El Poder del Deporte para una Vida Saludable”, en Spai Fundació el 30 de noviembre /Fundación Le Cadó

“El ejercicio físico, es tu gran aliado antes, durante y después del cáncer”, afirma García. Aun así, a pesar de las múltiples evidencias científicas, son muy pocas las pacientes que se mantienen físicamente activas. Asimismo, son muy pocos los centros que cuentan con unidades multidisciplinares de Ejercicio Oncológico. Sin embargo, en Castellón somos de los pocos afortunados que tienen instaurado en la red pública esta unidad.

Es un hecho que “los pacientes con cáncer llegan a tener un 30% menos de capacidad cardiovascular que sujetos sedentarios sin enfermar”, explica García. Por lo que es muy importante que las pacientes lo practiquen con regularidad, ya que es factible, seguro y eficaz. Además, ayuda a mejorar la calidad de vida, aumentar la supervivencia y a reducir los efectos secundarios de la enfermedad, previniendo complicaciones mayores.

Último Taller Saludable del año

Una vez más, la Fundación Le Cadó apuesta por la celebración de los tradicionales ciclos de talleres saludables con el objetivo de dar a conocer la labor solidaria de la Fundación entre un amplio público. El éxito de los diferentes talleres saludables ayuda a la fundación a difundir su labor solidaria. Además, también ayuda a recaudar fondos para la financiación de diversas investigaciones del cáncer de mama mediante su proyecto Flor de Vida. Si no pudiste asistir a este taller, te invitamos a seguirnos en nuestras redes sociales para que te mantengas informada sobre nuestras próximas actividades.