Kiko Latorre, CEO de Ascensión Latorre, colabora con la Fundación Le Cadó desde hace cuatro años y dona los beneficios obtenidos por su línea de bolsos.
Kiko Latorre reconoce que para su empresa y a nivel personal es un privilegio ayudar a la Fundación. Desde que conoció el proyecto, tomó conciencia del problema y tenía claro que debía colaborar. El director considera que desde la empresa participan dentro de sus posibilidades y llama a la acción para que cualquier empresa ayude y aporte un “granito” de arena. Así, Kiko Latorre explica: “Entiendo la lucha contra el cáncer de mama como una unión entre muchos para conseguir grandes resultados”.
Su forma de entender la vida es clave para colaborar con la Fundación, pues destaca que los problemas hay que afrontarlos y no dejarlos pasar. Latorre afirma que es satisfactorio ayudar en el cáncer de mama porque es un problema que atañe y puede sucederle a todo el mundo. Además, agradece a la Fundación el aprendizaje personal sobre la investigación del cáncer de mama y la humanización de la enfermedad. Kiko Latorre considera que el estudio es fundamental para abordar la lucha contra el cáncer de mama y la Fundación es una vía importante para hacerlo posible.
Cuando decide colaborar descubre el espíritu de la Fundación y a todas aquellas personas que destinan su trabajo, esfuerzo y dinero para avanzar en la investigación. Gracias a esto, apela a la empatía para unir fuerzas con un mismo objetivo, luchar contra el cáncer de mama. Por ello, anima a ayudar e insiste en que piensen qué pasaría si en algún momento le sucede a una persona allegada.