Aunque siempre se ha contado con las pacientes de cáncer de mama que participan en los ensayos clínicos, cada vez se tiende más a estructurarlas en grupos para que, desde su perspectiva, se diseñen estudios que busquen mejorar la calidad de vida y reducir toxicidades fruto de los tratamientos.
“La novedad es el interés por ir estructurando esa voz de las pacientes de cáncer de mama en el diseño de los ensayos clínicos e incluso diseñarlos con el objetivo final de la calidad de vida”, ha indicado el doctor Ander Urruticoechea.
Este ha sido uno de los asuntos que se han abordado en el 13 Simposio virtual del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM), celebrado el 8 y 9 de abril, en el que también se ha hablado de la biopsia líquida, la genómica del cáncer o los avances en tumores localizados y metastásicos.
Los coordinadores de esta cita científica y miembros de la Junta Directiva de GEICAM, los oncólogos Ander Urruticoechea e Isabel Álvarez, en declaraciones a EFEsalud, han analizado el devenir en la investigación del cáncer más frecuente en la mujer.
La perspectiva que ofrece la paciente cobra especial relevancia en los estudios de desescalada “donde se da menos tratamiento para tener las mismas tasas de eficacia pero con menos toxicidad”, ha manifestado el especialista.
En la jornada, la directora científica de GEICAM, Eva Carrasco, ha precisado que estos estudios de desescalada se realizan en poblaciones muy seleccionadas en las que el tratamiento estándar funciona bien, aunque con inconvenientes que afectan al día a día como son los efectos secundarios o los traslados al hospital para recibirlo.
El futuro de la biopsia líquida
La biopsia líquida, que facilita el diagnóstico sin recurrir a la extirpación de tejidos, ha sido otro de los temas ya que, aunque todavía sigue siendo un procedimiento experimental, los especialistas confían en un papel relevante en un futuro.
“Nos permite conocer las alteraciones moleculares del tumor de forma no invasiva, además de determinar qué pacientes de cáncer de mama con enfermedad localizada pueden tener más o menos riesgo de recaída en función de las alteraciones circulantes en sangre periférica”, ha señalado la doctora Isabel Álvarez.
El cáncer de mama metastásico
Respecto al cáncer de mama metastásico, uno de los caballos de batalla de la investigación, requiere no solo nuevos fármacos, sino aquellos que puedan ser tolerados en tratamientos de larga duración.
“En algunos subtipos de cáncer de mama (luminal y HER2) hemos conseguido supervivencias muy prolongadas, casi una cronificación, aunque hay que ir cambiando de tratamientos y son más o menos tóxicos”, ha apuntado la oncóloga.
La inmunoterapia en cáncer de mama
Uno de los tratamientos punteros, la inmunoterapia, solo ha demostrado eficacia por el momento en el subtipo de cáncer de mama más agresivo, el triple negativo, en especial en enfermedad avanzada.
“Para este subtipo la inmunoterapia ha sido una revolución porque no había muchos más tratamientos, pero la mama no parece el tumor perfecto para este tipo de terapia, sigue siendo una asignatura pendiente”, ha matizado el doctor Urruticoechea.
Ambos especialistas, de la Unidad de Gestión del Cáncer de Guipúzcoa, han destacado que el cáncer de mama vive una “etapa de transición” hacia un enfoque cada vez más individualizado y que la multidisciplinaridad de especialidades, en la que se incluye a la investigación como parte del abordaje, ha sido uno de los grandes pasos.
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