Investigadores del Hospital de Bellvitge y del Institut Català d’Oncologia han puesto en marcha un ensayo clínico para demostrar los beneficios, tanto médicos como estéticos, de este procedimiento en relación al tratamiento convencional, que consiste en una tumorectomía.
Desde hace unos años, la radiofrecuencia se usa en la práctica clínica para tratar algunos tumores, como el de riñón o hígado, con buenos resultados. Esta técnica permite eludir la intervención quirúrgica ya que consiste en aplicar ondas electromagnéticas al tumor a través de una aguja que genera mucho calor, alcanzando incluso los 70 o 80 grados, lo que provoca que todas aquellas células oncológicas que se encuentran en torno a dicha aguja, mueran. Se trata de un procedimiento muy poco invasivo que tan solo requiere anestesia local.
Ante esta evidencia, un equipo de investigadores del Hospital Universitario de Bellvitge (HUB) y del Institut Català d’Oncología (ICO) se plantearon la posibilidad de aplicar también esta técnica en pacientes con cáncer de mama, no solo por sus buenos resultados, sino porque además, al ser una alternativa a la cirugía, produciría menos lesiones en la mama de la mujer, que se sentiría así más confortable.
Primer ensayo
En este contexto, en 2012, profesionales de la Unidad Funcional de Mama del HUB y del ICO pusieron en marcha un ensayo con 20 pacientes de cáncer de mama con un tumor pequeño, de cerca de 2 centímetros, y una edad media de 64 años, a las que se las trató mediante ablación con radiofrecuencia y posteriormente se intervino para sacar parte de la zona colindante al tumor y otro grupo al que se le realizó el tratamiento convencional de tumorectomía.
“Comprobamos que la radiofrecuencia era fiable y que con esta técnica se lograban los mismos resultados que con la tumorectomía”, señala la doctora Amparo García Tejedor, médico adjunta del Servicio de Ginecología del Hospital de Bellvitge, es decir que se demostró patológicamente la ausencia de viabilidad tumoral, sin afectar a la tasa de márgenes afectos ni reintervenciones quirúrgicas.
Tras los resultados positivos de este primer ensayo, en 2020 se puso en marcha una nueva fase del mismo, en el que por ahora han participado 14 pacientes y en el que se comparan los resultados del tratamiento con radiofrecuencia, pero esta vez sin intervención a posteriori, y el que se realiza a día de hoy de forma asistencial, que consiste en una tumorectomía.