My Coco es una prótesis externa para mujeres mastectomizadas que no pueden o no quieren reconstruirse o bien prefieren esperar. Su impulsora, Sara Gascón, hija de una paciente con cáncer de mama, ha recibido el apoyo de Itainnova en el proceso de diseño. Es una forma de dar respuesta a un momento psicológico en que es importante poder volver a ponerse el sujetador que te sienta bien, un top deportivo para ir a yoga o un bikini para disfrutar de la playa.
UN PRISMA DISTINTO
En 2019, a la madre de Sara Gascón le detectaron un cáncer de mama. La noticia le hizo empezar a ver esta enfermedad desde un prisma distinto al que estaba acostumbrada. “Sentí que no podía quedarme de brazos cruzados –recuerda– porque, al indagar en datos y buscar información, me quedé impactada: cada vez gente más joven es diagnosticada con cáncer de mama y la tendencia es que el retraso en el diagnóstico hace que los estadios sean avanzados”.
Cuatro años después, My Coco, ha sido su aportación. Una prótesis externa de pecho distinta a las tradicionales y que se adapta al estilo de vida de las usuarias. Esta es ligera y transpirable. En el camino por llevar a cabo este proyecto, Gascón ha estado acompañada por Itainnova.
La creadora se dio cuenta: “el mercado del cáncer, del cáncer de mama en particular, está completamente desactualizado”. El único conocimiento que hay de esta enfermedad es la marea rosa en octubre. “La desinformación es más que evidente”, subraya Gascón.
Es así como decidió actuar. Lo que más le llamó la atención fueron las prótesis post-mastectomía y el proceso de compra. “Primero, por ser un producto extremadamente caro. Segundo, porque su funcionalidad para una chica joven que tiene una vida dinámica es bastante compleja, ya que suelen pesar y no son transpirables”, señala. Por último, “tener que comprar en una tienda oncológica o una ortopedia en un proceso de cáncer puede resultar muy duro y poco discreto”. Así que decidió diseñar una prótesis “con un diseño ergonómico que permita a las mujeres mastectomizadas sentirse seguras y seguir con su ritmo de vida habitual”.
COMPOSICIÓN Y DISEÑO DE LA PRÓTESIS MAMARIA
La prótesis, que está confeccionada con silicona de grado médico (el mismo material que las copas menstruales), se introduce en el interior de los sujetadores y bañadores para conseguir un resultado simétrico que reduzca el impacto emocional inicial del proceso.
Porque, My Coco es una prótesis, explica Gascón, “que surge con la visión de que las mujeres que son mastectomizadas por un cáncer de mama puedan decidir si quieren o no reconstruirse”. Para ella, se trata de un producto que actúa sobre todo a nivel psicológico. “Se da por hecho que una mujer debería reconstruirse nada más ser mastectomizada porque la sociedad dirige la mirada a que tener dos pechos es ‘lo normal’”, expone.
EQUILIBRIO ESTÉTICO Y FUNCIONALIDAD
Desde Itainnova, Lidia Gómez ha sido la gestora del proyecto y diseñadora de esta prótesis externa. Durante el proceso de diseño, “utilizamos distintas herramientas tecnológicas como el escaneado 3D, la realidad aumentada o la impresión 3D”, indica. Uno de los principales desafíos fue encontrar el equilibrio adecuado entre diseño estético y funcional. “No se trataba únicamente de diseñar una prótesis que fuese estéticamente agradable, sino que además resultara económica y cubriese necesidades prácticas como la comodidad, la transpirabilidad o la durabilidad”, precisa Gómez. Esto condicionó la elección de materiales y métodos de fabricación.
Como proyecto del programa Innoidea, que impulsa el Instituto Tecnológico de Aragón, está financiado al 100% dentro de la actuación ‘Innovación tecnológica y digitalización en las empresas’.
OBJETIVOS
Su enfoque, como empresa, es dotar de información y poder de decisión a las mujeres con cáncer de mama. “Muchas veces, una reconstrucción inmediata puede producir rechazo y ser muy dolorosa, además de tener que pasar por un proceso quirúrgico que se alarga en el tiempo. Es muy importante valorar la salud mental de la paciente, empoderarla y que pueda tener información de lo que puede ocurrir en cada una de las fases de su intervención”. Es la razón por la que ha nacido My Coco, “para que las mujeres mastectomizadas puedan elegir, dentro de un proceso de cáncer que prácticamente llega de sorpresa, si quieren o no reconstruirse y cuándo”, poniendo a su alcance un producto sencillo, práctico y completamente seguro.
MERCADO
My Coco todavía no ha llegado al mercado. Una vez testada la viabilidad del proyecto: “hemos confirmado la necesidad de dotar al mercado de un producto innovador y que impacte en las vidas de mujeres cada vez más jóvenes con cáncer de mama”, señala Gascón. Los siguientes pasos serán la búsqueda de financiación “o que una empresa con responsabilidad social corporativa alta pueda llevar adelante el proyecto”.
@Heraldo
Foto: Guillermo Mestre
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